Solar Impulse demuestra que la innovación, la tecnología y un espíritu pionero pueden afrontar desafíos mundiales
Solar Impulse ha hecho historia al completar el primer vuelo alrededor del mundo empleando sólo energía solar. El avión aterrizó en el mismo punto en el que inició el viaje: Abu Dabi, a las 04:05, hora local, tras una última etapa de 48 horas y 37 minutos de duración desde El Cairo.
ABB forjó su alianza de innovación y tecnología con Solar Impulse, porque lo que con este proyecto se ha conseguido hacer en el aire, ABB ya lo está haciendo en tierra, como compañía pionera en tecnologías eléctricas y de automatización, desde hace 125 años en Suiza.
Tras el aterrizaje, Bertrand Piccard, piloto del avión, fundador del proyecto y presidente de Solar Impulse, declaró: “Estamos ante un hecho histórico sin precedentes para las energías renovables y las tecnologías limpias, no sólo para la aviación. Combinando sus respectivas fortalezas, Solar Impulse y ABB han podido demostrar cómo la innovación radical puede crear soluciones viables, y cómo la energía puede producirse, almacenarse y utilizarse más eficientemente para crear un mundo más limpio”.
El cofundador de Solar Impulse, CEO de la compañía y piloto André Borschberg, confirmó el valor de esta asociación: “La misión no habría sido posible sin la experiencia y el apoyo de ABB y de otras organizaciones que participaron en el proyecto. En el marco de la alianza de innovación y tecnología de ABB con Solar Impulse, ABB puso a disposición a sus expertos para colaborar en la misión, incluyendo ingenieros que se integraron en el equipo de soporte en tierra durante toda la duración del vuelo alrededor del mundo”.
En su vuelo alrededor del mundo, Solar Impulse tuvo que afrontar muchos de los desafíos que ABB viene desde hace tiempo resolviendo en tierra para sus clientes, tales como maximizar el rendimiento de las células solares, integrar la generación renovable en las redes eléctricas de distribución, y mejorar la eficiencia energética.
Durante su vuelo alrededor del mundo, Solar Impulse hizo escalas en cuatro continentes (Asia, Norte América, Europa y África), y sobrevoló dos océanos (el Pacífico y el Atlántico), además del mar Mediterráneo y la península arábiga. El vuelo estableció varios récords absolutos de aviación, incluyendo el vuelo en solitario de mayor duración (117 horas y 52 minutos) realizado por André Borschberg en la etapa de Japón a Hawái, y el primer vuelo sobre el océano Atlántico en un avión solar, realizado por Bertrand Piccard.