El gas natural y su papel en la movilidad sostenible
El gas natural es de origen fósil, pero no derivado del petróleo. Debido a su composición, básicamente metano (CH4), es un gas muy ligero que cuando se libera sube hacia la atmósfera y se disipa, eliminando de esta manera el riesgo de acumulaciones en el suelo. Por otra parte, el gas natural tiene la alternativa renovable a través del biogás/biometano, que sigue siendo el mismo producto químico -gas metano-, pero producido por fermentación de biomasa de cualquier tipo. Madrid posee en Valdemingómez la mayor planta europea de biometano procedente de residuos sólidos urbanos, que está inyectando anualmente a la red una cantidad de gas biometano equivalente al consumo de los 450 camiones de basura de Madrid, todos de GNC (gas natural comprimido).
Gracias a ser el hidrocarburo con la molécula más simple, su combustión es muy limpia y las ventajas medio ambientales son notables, pues además de prácticamente eliminar la emisión de partículas y de NOx, desaparece totalmente la emisión de NO2, que es el componente de los NOx con el que se mide la calidad de aire en las ciudades. Resulta paradójico que la fuerte disminución de NOx que tuvo lugar en los motores diésel desde Euro 1 a Euro 5, se haya traducido en que todo el NOx es NO2, por lo que la emisión específica del NO2 ha subido.
Esta es una de las razones de las alarmas surgidas en la ciudad de Madrid en enero por el NO2 y en las últi¬mas semanas de julio con los altos niveles de ozono troposférico, contaminante secundario que se produce por la acción del sol sobre los NOx y otros componentes del aire que respiramos. El gas natural comprimido en las flotas urbanas está ayudando a mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades y por ello acabará convirtiéndose en el combustible urbano recomendado. Leer más..
Artículo publicado en: FuturENERGY Septiembre 2015