Certificación verde: el primer caso de uso viable del blockchain en el sector energético
La creciente presión del cambio climático cuestiona la sostenibilidad de los sistemas actuales. Para lograr un equilibrio sostenible entre producción y consumo, se requiere un alto nivel de transparencia para minimizar la asimetría de información entre productores y compradores. La certificación verde es una herramienta útil para impulsar el cambio hacia prácticas más sostenibles. Su objetivo es incluir los costes de la sostenibilidad en el modelo de precios, para certificar que se cumplen los estándares de sostenibilidad y, en última instancia, para reducir la asimetría de la información en el mercado.
La complejidad del mercado energético, en comparación con otros productos básicos, también requiere un sistema de certificación muy complejo. El problema es que la producción de energía 100% renovable solo es posible bajo condiciones climáticas y ubicación geográfica específicas, dependiendo de la hora del día y la temporada. En resumen, cuando una planta de energía renovable produce una unidad de electricidad y la introduce en la red, el productor recibe un certificado. Este certificado se puede vender al mejor postor, quien luego puede atribuirse la producción de una unidad de electricidad “verde”. Esto significa que los certificados son un producto separado que puede comercializarse y venderse independiente de la propia energía…