Las renovables pierden MEUR por una mala estimación del precio del mercado eléctrico
Dos de las patronales de referencia de las renovables en nuestro país, AEE y APPA, han denunciado recientemente las pérdidas millonarias a las que se están enfrentando las renovables por la mala estimación del precio del mercado eléctrico por parte del Ministerio, y las que sobrevendrán a partir de ahora, pues ya se han publicado los nuevos parámetros económicos, confirmando que no se han solventado los errores de cálculo del primer semiperíodo.
A comienzos de mes, APPA hacía pública una nota de prensa en la que ya denunciaba que entre 2014 y 2016 (primer semiperíodo) las renovables perdieron 930 M€ de la retribución esperada, 574 M€ definitivamente por corresponder a retribución no reconocida y 356 M€ que se devolverán a lo largo de la vida útil de las instalaciones, y anunciaba que de cometerse el mismo error las pérdidas del período 2017-2019 podrían elevarse a 664 M€, acumulando un total de 1.238 M€ en el periodo 2014-2019.
Los cálculos de AEE indican que las pérdidas de la eólica en el primer semiperíodo se habrían elevado a 630 M€, de ellos el sector recibirá una compensación de 212 M€, apenas el 36% de lo que dejó de ingresar, y que además al repartirse a lo largo de la vida útil de las instalaciones supondrá en torno a 22 M€/año.
Pues bien, los peores temores del sector se han confirmado, y pese a que ambas patronales entienden que el nuevo cálculo del Ministerio debería tomar como base los precios que manejan los mercados a futuro, el gobierno ha vuelto a repetir error, dado que la propuesta de orden ministerial que modifica los parámetros retributivos enviada a la CNMC, vuelve a tomar como referencia un precio de 52 €/MWh–el mismo que en el semiperiodo anterior, que ha resultado ser erróneo– en vez de los 41,32, referencia que marcan los precios de los mercados de futuros. Por este motivo, la eólica ingresará en los próximos tres años unos 400 M€ (38%) menos de lo que le correspondería.
El final del primer semiperiodo de tres años marca el primer hito desde la entrada en vigor la Reforma Energética y ha demostrado tanto la inestabilidad del sistema como su arbitrariedad, ya que las empresas no están alcanzando la rentabilidad razonable, y por tanto los ingresos, que establece la propia ley, ahondando en la incertidumbre y falta de confianza de los inversores, que viene reinando en el sector en los últimos años.