La primera depuradora de la UE alimentada solo de biomasa estará en funcionamiento en un año en Gran Canaria
La primera depuradora de la Unión Europea alimentada exclusivamente de biomasa se podrá desconectar de la red eléctrica en apenas un año, ya que ayer comenzó la plantación de las tuneras que se utilizarán para generar la energía que necesita para funcionar exclusivamente con renovables producida por masa vegetal. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, el presidente de la Mancomunidad del Sureste, promotora del proyecto, Óscar Hernández, el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), José Regidor, y el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, entre otros, no quisieron faltar a esta cita que marca un nuevo paso hacia la autosuficiencia energética de Gran Canaria.
Solo el año pasado, la Estación Depuradora de Aguas Residuales del Sureste consumió 7.000.000 de kilovatios por hora, lo que supuso un coste de 600.000 euros y la depuración de 5.600.000 metros cúbicos de agua, que podrá ser depurada sin necesidad de consumir energía fósil en cuanto puedan ser cortadas las tuneras la próxima primavera para iniciar el proceso.
Pero las aspiraciones no paran en la depuradora, porque al año siguiente se sumará al sistema la desaladora y, finalmente, el ciclo completo de aguas del Sureste en un periodo de cinco años.
Para ello se aprovecharán las instalaciones para la digestión de fangos de la depuradora, ahora en desuso, y se destinara a la digestión de tuneras. En el día de ayer se inició la plantación de media hectárea, pero en total serán 13, de manera que en la primera fase se logrará una producción energética de 2,2 millones de kilovatios/hora y 8 millones en la siguiente, lo que supera el consumo de la depuradora.
«Lo hemos dicho por activa y por pasiva, las renovables son el futuro de esta tierra», exclamó Antonio Morales, quien subrayó que conducirán a romper la dependencia con el exterior, ya que el 95 por ciento del consumo procede de combustibles fósiles con un gasto de miles de millones de euros cuando Gran Canaria «tiene todas las condiciones del mundo para avanzar en las renovables y este es un ejemplo palpable».
La biomasa, prosiguió, además de una alternativa al gas que «pretenden implantar» en la isla los poderes económicos y políticos, permiten estabilizar la red, ya que evita las fluctuaciones del viento y el sol, «y encima en suelos no productivos y sin incorporar especies de otro lugares, lo que está haciendo la Mancomunidad del Sureste es una revolución para Canarias», exclamó.
Antonio Morales subrayó asimismo que una decena de hoteles, como el Cordial, ya apuestan por la biomasa, lo que les ha llevado a ganar en seguridad y ahorrar hasta un 40 por ciento en la factura energética.
Por todo ello, recordó que en su programa de trabajo figura la creación del Consejo Insular de la Energía para fomentar la implantación de las renovables, crear industria aparejada, negociar la implantación de ciclos formativos, fomentar su uso en empresas y, en definitiva, dinamizar el sector.
Y engarzado en este órgano estará el Consorcio Insular de la Energía, que integrará a los 21 municipios para que se beneficien por igual de su implantación con independencia del sol y el viento de cada territorio, acudir conjuntamente a concursos y estudiar, citó como ejemplo, financiar con los planes territoriales que los edificios públicos usen energía renovable.