La digitalización de las renovables, clave para cumplir los objetivos de la UE para 2020
España deberá realizar un sprint final si quiere cumplir los objetivos en materia de energías renovables que fija la Unión Europea. Estos compromisos, fueron marcados para todos los países de la UE, imponiendo el objetivo de que al menos un 20% de la energía consumida en cada estado miembro proviniese de fuentes renovables. Según los datos que maneja Kaiserwetter, empresa internacional dedicada a la gestión técnica y comercial de parques eólicos y plantas fotovoltaicas, España se encuentra actualmente en el puesto 14 de la UE-28, con un 16,2% de la demanda cubierta por energías renovables, por debajo de la media europea del 16,7% y a 3,8 puntos del objetivo de 2020.
Aunque durante los primeros años de la entrada en vigor la directiva España vivió un boom de las renovables que nos encaminó a cumplir el objetivo, pasando en diez años de un 9,2% en 2006 al actual 16,2%, la situación ha cambiado después de casi tres años con una inversión casi nula, la crisis económica y trabas legales como el conocido ‘Impuesto al sol’. Para revertir esta tendencia y cumplir los objetivos legales europeos, el Gobierno ha adjudicado en apenas un año y medio un total de 8.737 MW de nueva potencia verde. Sólo en el mes de julio, el Ministerio de Energía adjudicó a un grupo de 40 empresas un total 5.037 MW (3.909 MW a instalaciones fotovoltaicas y 1.128 MW a eólicas) y próximamente realizará otra subasta para las islas.
Compañías como Kaiserwetter, experta en la digitalización del sector mediante su innovadora plataforma digital Aristóteles, señalan que este cambio de tendencia volverá a situar a España, actualmente quinto productor de renovables de la UE, como referente de los inversores y que, por ello, es el momento de que los actores inviertan en nuevas herramientas digitales. Por otro lado, es previsible que esta reactivación conlleve a una caída de los precios del mercado mayorista. Herramientas como Aristóteles permiten mantener los márgenes de beneficio mediante la integración de datos técnicos y financieros que prescindan de los departamentos de controlling o con la capacidad de detectar los componentes de las plantas menos eficientes, la optimización de su rendimiento y la realización de simulaciones. Ofrece la posibilidad de gestionar en tiempo real, desde cualquier parte del mundo un dispositivo de control de activos e instalaciones de cualquier tipo de energía renovable a través del Big Data y el Internet de las Cosas.
Si todas las instalaciones para la nueva potencia asignada por el Gobierno se construyen de aquí a 2020, España cumplirá los compromisos de la UE, pero el estrecho margen de tiempo para el montaje de todas estas plantas plantea complicaciones logísticas que sitúan a estas herramientas digitales parte de un proceso irreversible y una opción obvia para superarlas mediante optimización, eficiencia y ahorro en costes.