Carlos Galdón, presidente de Avanzalia, valora como “muy positivo para el sector y para la sociedad española” el proyecto de Ley de Cambio Climático
El Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Se trata del primer texto legislativo que aborda la emergencia climática actual y el concepto de neutralidad de emisiones, fijada para 2050, como fecha máxima.
Para Avanzalia la presentación de este proyecto es una buena noticia, dado que se establece por fin un marco legislativo que sirve de base para que España lleve a cabo mejoras muy necesarias para la potenciación de la energía sostenible, lo que sin duda ayudará a la potenciación de la economía de nuestro país y a la mejora del medio ambiente.
Aunque ha tardado en llegar (la crisis del Covid19 ha retrasado la presentación del proyecto), responde a una conciencia, cada vez más creciente por parte de la ciudadanía, acerca del cuidado del medio ambiente y del planeta Tierra.
“Este proyecto de Ley es una respuesta firme al desafío del cambio climático, disponiendo al fin de un marco institucional para cumplir los objetivos de energía sostenible que se han adquirido con la Unión Europea”, según Carlos Galdón, CEO y presidente de Avanzalia, que añade que “la preocupación por la energía verde ha experimentado un incremento en España del 60% en este último año, y la producción de energía solar fotovoltaica creció en 2019 un 93,2 % con respecto al año anterior. Este ha sido el año en el que las energías renovables han superado al resto de tecnologías, alcanzando el 52% del total de potencia instalada”, recuerda.
El texto presentado por el Consejo de Ministros, que se someterá a enmienda por las Cortes, se marca como objetivo lograr “la neutralidad climática”, a fecha de 2050, como máximo, lo cual “es un avance importantísimo puesto que es la primera vez en la historia que España se fija un objetivo de neutralidad de emisiones a través de una Ley, lo que se traduce en un compromiso real para que el actual sistema eléctrico español sea 100% renovable antes de ese año”, afirma el Sr. Galdón.
Además, puntualiza que como parte positiva de este proyecto de la que sería la primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética, se aborda el problema desde diferentes prismas, contemplando cambios importantes en la producción energética o incluso en el actual modelo de movilidad en las ciudades.
Para cumplir estos objetivos, el proyecto de ley se fija una primera meta: 2030, año para el que “las emisiones del conjunto de la economía española deberán reducirse en al menos un 20% respecto al año 1990”.
El presidente de Avanzalia se muestra de acuerdo con el proyecto: “es un objetivo coherente con las directrices fijadas por la Comisión Europea (CE)”. “También quiero subrayar la valentía y profesionalidad de Teresa Ribera ya que en poco tiempo ha rectificado a los “iluminados” Soria y Nadales poniendo en marcha un ambicioso plan y demostrando que este país puede cambiar el modelo energético lo que se debió haber hecho hace más de una década”.
Se cumplirán estos objetivos si, para el año 2030, el 35% del consumo final energético, como mínimo, es de origen renovable, aunque subraya que “un 20% no es un porcentaje muy alto de cara a las reducciones previstas para dentro de una década”.
“Si las empresas trabajan acorde a lo que la ciudadanía demanda y esta, a su vez, apuesta por empresas que inviertan en energía renovable, llegar a estas cifras, incluso superarlas, será posible. Es un sector que está creciendo, consecuencia de esa mayor concienciación, como hemos comprobado con los resultados de nuestra empresa.
En 2019, Avanzalia Energía tuvo un crecimiento del 70% respecto al periodo anterior”, añade.
Respecto a la situación actual que pasan los mercados, como consecuencia de la crisis del Covid-19, Carlos Galdón ve el sector de la energía limpia como una “oportunidad de negocio”, que puede “ayudar a despegar la economía española generando empleo”, por lo que es posible que esta transición energética haya llegado en el momento oportuno para superar las “consecuencias económicas de la pandemia”.