El uso eficiente de la biomasa sólida y los gases renovables para energía en España
Javier Díaz González. Presidente de la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom)
18/05/2022El potencial es enorme y, si se tiene en cuenta factores de accesibilidad al recurso, desde Avebiom hemos encontrado fuentes que apuntan que la disponibilidad de los mismos es menor, pero, aun así, enorme: disponemos de alrededor de 20 millones de toneladas cada año de biomasa agrícola y forestal, muy accesibles, que podrían desplazar el consumo de combustibles fósiles equivalentes a 7.000 ktep.
Cómo puede contribuir la biomasa a que España logre sus objetivos de eficiencia energética en 2030 y 2050
Con el estímulo de una sociedad cada vez más concienciada por el cambio climático y la aprobación de normativas cada vez más exigentes en materia de eficiencia y emisiones en el sector energético, la bioenergía se va a consolidar como una fuente de energía renovable clave y reconocida para la transición energética en todos los estados miembros de la UE.
Eso sí, para ello es necesario que los equipos sigan las líneas de coherencia con las políticas de sostenibilidad, eficiencia energética o de calidad de aire. En ese sentido, mayor eficiencia no solo es sinónimo de un mejor aprovechamiento de la biomasa, sino de unas menores emisiones y con ello una menor huella de carbono y ambiental. Este aspecto, aún con margen de mejora, está más avanzado para equipamientos industriales e instalaciones de tamaño mayor a 1 MW, que poseen mayor capacidad de operación y control, siendo además objeto de inspección en cuanto a sus emisiones.
En el ámbito doméstico y del sector servicios, que suponen más del 60% del consumo de calor renovable con biomasa en España, también hay avances. Ya están en vigor desde enero de 2020 y enero de 2022 los reglamentos de ecodiseño para comercializar calderas (de menos de 500 kW) y estufas (de potencia inferior a 50 kW) de combustibles sólidos (reglamentos (UE) 2015/1189 y (UE) 2015/1185 respectivamente). Estos reglamentos establecen los límites mínimos de eficiencia y los límites máximos de emisiones para dichos equipos, y por tanto están traccionando el sector para incorporar mejoras tecnológicas y posicionando en el mercado a las marcas que muestran capacidad de evolución y mejora en sus equipos.
En España cuenta con fabricantes punteros con calderas de condensación de biomasa que logran rendimientos superiores al 100% y que implementan continuamente nuevos sistemas optimizados como distribuciones de aire inteligentes, quemadores móviles, sistemas activos de limpieza de parrilla o de recirculación de gases.
La eficiencia energética en el día a día requiere que el usuario maneje y mantenga adecuadamente sus equipos. Los equipos modernos y eficientes por sí mismos no garantizan alcanzar altas cuotas de eficiencia. De igual forma que entendemos que un coche Euro6 es eficiente y genera bajas emisiones siempre y cuando esté bien mantenido y se utilicen los combustibles certificados de las gasolineras, los equipos de biomasa que cumplen con ecodiseño serán eficientes en su vida útil si el usuario realiza un buen mantenimiento y utiliza el combustible adecuado.
Por este motivo, es clave que el usuario utilice biomasa de calidad, una vía en la que AVEBIOM ya trabaja desde hace más de 10 años con la gestión de los sellos ENplus® y BIOmasud® y que, como muestran los recientes decretos para instalaciones en energías renovables, el propio gobierno está solicitando como condición para acceder a subvenciones e incentivos.
Una opción especialmente interesante para incrementar la eficiencia energética son las redes de calor, o de calor y frío. Estas redes permiten incluir equipos de mayor potencia y una gestión y operación realizadas expresamente por una empresa especializada. El crecimiento de las redes de calor con biomasa en España es, de hecho, muy notable, habiéndose multiplicado la potencia instalada por siete de entre 2010 y 2020. Existen redes muy variadas, desde pequeñas redes de cientos de kilowatios, a redes de más de 25 MW.
La eficiencia va más allá de las instalaciones, tecnologías y combustible. El control avanzado es una clave para la mejora, así como las instalaciones plenamente monitorizadas y telecomandadas. Ahora bien, ello implica una ingente recopilación de datos, que, en el caso de una empresa encargada de decenas o cientos de instalaciones o de una compleja red de calor, pueden ser difíciles de gestionar. En este asunto, la digitalización va a jugar un indudable papel como habilitadora en la transición hacia una bioenergía 4.0. Y no sólo en instalaciones industriales, sino en pequeñas instalaciones. Varias empresas de servicios energéticos e instaladores están implementando controles avanzados que incluyen mayor sensorización, aplicando internet de las cosas para la gestión de la big-data y algoritmos avanzados para apoyar la automatización, control y toma de decisiones.