Las posibilidades de la agrovoltaica
Cuando hablamos de agrovoltaica nos referimos a instalaciones fotovoltacias en el mismo terreno en el que existe un cultivo sin que las primeras perjudiquen las tareas agropecuarias y que ocupen el menor espacio posible.
Precisamente la Plataforma por un Nuevo Modelos Energético (Px1NME) ha elaborado el documento 'Agrovoltaica: sumando agricultura y electricidad solar' donde destaca sus ventajas y muestra algunos ejemplos internacionales que dejan patente la compatibilidad de ambas actividades.
España cuenta con una amplia extensión de terreno destinado para fines agrícolas, pero con la eclosión de los campos solares, estas extensiones de tierra, en algunos casos están abandonando su uso original: los cultivos.
Pero no tiene por que ser así. Existen ya varios proyectos que demuestran que es posible la implantación de paneles solares con los cultivos. Los más sencillos, pasan, por ejemplo, por montar paneles en la cubierta de un invernadero, teniendo en cuenta, esos sí, ajustar la densidad de paneles según las necesidades de luz de la plantación; o utilizar el suelo como terreno de pastos que, además, sirve para mantener el terreno limpio sin necesidad de usar herbicidas, por otra parte, prohibidos. Además, la estructura de la instalación fotovoltaica puede servir también como soporte de redes anti-pájaros.
Desde la propia Unef plantean que las plantas fotovoltaicas en suelo se conviertan en “reservas integrales de la naturaleza”, adoptando medidas como la instalación de nidales y de hoteles de insectos y el fomento del uso del terreno de la instalación para pasto. El respeto de la formación natural de la capa vegetal vigilando que se cumplan las prohibiciones de uso de herbicidas y apostando por un vallado que permita el paso de aves y otros animales, evitando la fragmentación de los hábitats naturales de las especies locales. Y recuerdan que “la buena elección de la ubicación en la fase de diseño de la planta es fundamental para mitigar los aspectos negativos”.
A la hora de afrontar un proyecto agrovoltaico hay que tener en cuenta, como se recoge en el documento elaborado por la Px1NME, que la instalación no dificulte las tareas agrícolas, ocupe el mínimo suelo posible y que llegue la luz suficiente, ya sea directa del sol o difusa, tanto a los paneles como a los cultivos. Esto puede requerir una estructura más elevada y una densidad fotovoltaica menor que si no hubiera cultivos.
Menos luz para las plantas también puede conllevar una disminución de la producción o retrasar su maduración. Además, los paneles pueden provocar que el agua no llegue igual a todo el terreno, lo que también puede perjudicar los cultivos.
Algunos ejemplos
En nuestro país no está todavía muy desarrollada la Agrovoltaica, pero otros países han visto las posibilidades que presenta, si bien hay que valorar si compensan las posibles mermas de la producción teniendo en cuenta el aumento de ingresos por la venta de energía.
Árboles frutales, viñedos, viveros, cultivos de maíz y trigo… son algunas experiencias piloto que se recoge en el informe anteriormente citado y que ya están en marcha en países como Francia, Estados Unidos, Japón, Alemania o Italia.
Estados Unidos es uno de los paises que más han avanzado en la investigación sobre las posibilidades de la agrovoltaica.
El pasado año se conocian también los resultados del laboratorio Biosphere 2 desarrollado por la Universidad de Arizona, una instalación agrovoltaica en el desierto de Sonora. El objetivo era producir energía solar y cultivar especies de plantas comestibles en el mismo espacio (eligineron jalapeños, tomates cherry y pimiento chiltepín), monitorizando todo el proceso.
Entre los resultados más significativos es que la presencia de los paneles solares redujo la temperatura, la luz directa y la demanda de agua durante el día. Además, la producción fotovoltaica se benefició de la mayor presencia de humedad en el aire.
Esto originó que la producción de jalapeños no se viera afectada por crecer bajo los paneles solares, los tomates doblaron su producción y los chiltepines la triplicaron, reduciendo la pérdida de agua por transpiración en un 65% y se mantenía durante más días la humedad.
También en este pais se ha desarrollado el proyecto Innovative Site Preparation and Impact Reductions on the Environment (InSPIRE) con el que se ha visto que cultivos agrícolas bajo la sombra de paneles solares utiliza el agua de manera mucho más eficiente y protege a las plantas de lo peor del calor del mediodía.
Es probable que la agrivoltaica no sea viable para granjas de monocultivo a gran escala que dependen de maquinaria pesada. Pero los resultados preliminares ya sugieren que puede aumentar significativamente los rendimientos de ciertas plantas. Quizás lo más importante es que el desarrollo solar de bajo impacto puede hacer que los proyectos solares respondan mejor a las prioridades y preocupaciones de las comunidades locales.
Aunque en España todavía no está muy desarrollado, hemos podido conocer alguna iniciativa en nuestro país, como los dos parque fotovoltaicos en Julià (Gironés) y un tercero en Folgueroles (Osona), que está desarrollando la empresa Green Concept Management, con una inversión que ronda los 20 millones de euros y con una producción eléctrica equivalente al consumo energético de 12.000 hogares.
La iniciativa de Green Concept Management
La empresa Green Concept Management va a poner en marcha dos parque fotovoltaicos en Julià (Gironés) y un tercero en Folgueroles (Osona), con una inversión que ronda los 20 millones de euros y con una producción eléctrica equivalente al consumo energético de 12.000 hogares.
La previsión es que la construcción del primer parque, el de Juià, pueda iniciarse a finales de este año y sea conectado a la red la próxima primavera, mientras que también se ha programado el funcionamiento escalonado de los otros dos parques para culminar todo el proceso en el primer trimestre del año 2022.
Una premisa para esta empresa es aprovechar preferentemente para sus parques terrenos que hayan sido objeto de una cierta degradación paisajística (zonas cercanas a tendidos eléctricos, autopistas, zonas industriales). Por eso, las dos primeras instalaciones fotovoltaicas se sitúan cerca de la subestación eléctrica de Juià (con una potencia de 4 y 6,8 MW respectivamente) mientras que el tercer emplazamiento se encuentra junto a los tendidos de alta tensión de Folgueroles (en una zona agrícola en la que irían cuatro complejos fotovoltaicos que sumaría entre 12 y 16 MW).
Los promotores pagan a los dueños de los terrenos alquilados un canon de 3.000 euros por hectárea al año para disponer del lugar cambio de renunciar al PER. “El objetivo es permitir mejorar las rentas de los agricultores prescindir de subvenciones”, comenta Guy de Maillé, responsable de Green Concept.
Además ofrecen una participación económica de 1.500€ por MWp por año a la cooperativa agrícola mas cercana o para que el ayuntamiento desarrolle una actividad que favorezca la sostenibilidad global. En en caso de Juia, el ayuntamiento ha decidido que utilizará esta participación para un plan de recogida de basura puerta a puerta y su respectivo reciclaje.
En la filosofía de esta empresa está la creación de una actividad agrícola completa para favorecer la agricultura de proximidad y cultivar en modo BIO productos que serán vendidos en los mercados más cercanos al campo AgroVoltaico. Esta actividad se desarrollará entre cada rango de paneles bifaciales montados en ejes monoaxiales y distantes de 8,8 metros cada uno. Así, se utilizará 4 metros de los 8,8 para hacer la permacultura. El resto será usada para el mantenimiento animal según 4 por 1.000 para optimizar la regeneración de las tierras mezclando ovejas y gallinas. En la zonas que lo permiten, intentarán poner colmenas a final de cada rango y así participar en la salvaguardia de una especie en via de desaparición.
Soluciones para una mejor convivencia
Normalmente los paneles fotovoltaicos son fijos, pero si se optara por paneles orientables de dos ejes, controlados por un programa informático, ajustado a las necesidades de cada caso, se podría maximizar la producción de fotovoltaica a la vez que se podrían adaptar a las necesidades de los cultivos dependiendo de las condiciones metereológicas del momento.
Los paneles bifaciales de inclinación variable son otro aliado para conseguir adaptar los paneles solares según las necesidades de los cultivos, ya que posibilita un posicionamiento totalmente horizontal y evitar sombrar cuando sea necesario.
El mercado también ha desarrollado paneles específicos para este tipo de instalaciones como los paneles solares monocristalino especiales para cinco proyectos piloto agrícolas en Países Bajos para cinco cultivos diferentes: arándanos, grosellas rojas, frambuesas, fresas y moras. Se trata de paneles de vidrio-vidrio de 240W resistentes a la intemperie con diferentes niveles de transparencia. La transparencia es un aspecto fundamental en este tipo de proyectos, ya que las plantas que están debajo de los paneles necesitan recibir suficiente luz pero tampoco que incida con fuerza sobre los frutos.
Existe, por tanto, un gran potencial para aprovechar de forma conjunta el terreno y el sol, bien sea adaptándose a los cultivos ya existentes o bien diseñando 'ad hoc' los parques solares y el tipo de cultivo que van a producir, reduciendo al mínimo los posibles efectos negativos para ambas partes.