El autogas, energía de presente y de futuro
José Luis Blanco Garrido, director general del Clúster Autogas
15/03/2019El calentamiento global por emisiones de gases de efecto invernadero y la preocupante calidad del aire que respira la sociedad ha provocado que las empresas inviertan en I+D para desarrollar soluciones que palien este problema. Fruto de estas investigaciones se desarrolló el autogas, un carburante para vehículos a motor, mezcla de propano y butano, que aparece como una energía alternativa eficiente, limpia, disponible y asequible.
El orden mundial se enfrenta actualmente a dos problemas muy graves para el planeta: el calentamiento global por emisiones de gases de efecto invernadero y la preocupante calidad del aire que respira la sociedad.
Particularmente, la calidad del aire afecta directamente a la salud de la mayoría de las personas, consecuencia de vivir en la ciudad. Esta circunstancia es más acusada en grandes urbes y capitales o ciudades con polos industriales de envergadura.
En el marco de este problema, las empresas, cada vez más concienciadas con esta realidad y conscientes de su papel como agente de cambio, invierten parte de sus beneficios en I+D+i, desarrollando soluciones posibles y reales a día de hoy y para el futuro. Este compromiso con la sociedad es lo que motiva al sector a aportar opciones a unos consumidores cada vez más preocupados por el medio ambiente, pero con una capacidad de compra limitada.
Autogas
Por todos estos motivos, surge el autogas; una energía alternativa eficiente, limpia, disponible y asequible, que ya es útil y que está preparada para estarlo mañana. Todos estos atributos la han hecho merecedora de la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico, un distintivo oficial que permite a los vehículos propulsados por esta energía, circular libremente en cualquiera de los escenarios de contaminación, previstos en la normativa del Ayuntamiento de Madrid. Además, a nivel internacional, el gas licuado está considerado como energía alternativa desde la Directiva Clean Fuels, que entró en vigor en 2013.
Pero, ¿qué es el autogas? El Autogas es un carburante para vehículos a motor. Es una mezcla de dos gases, propano y butano, cuya mezcla asegura una calidad uniforme del producto. Esta energía surge en un 60 por ciento de fuentes naturales y en un 40 por ciento de refinerías. Los beneficios que hacen que mejore la calidad del aire de las ciudades son muchos, ya que los coches propulsados por esta energía emiten un 14 por ciento menos de CO2 y casi nulas emisiones de NOx y partículas.
Los mecanismos para implementar el autogas en los vehículos son tres; el Bifuel, que funciona mediante un ciclo Otto con uso indistinto de gasolina; el dual fuel, mediante motor de compresión que mezcla el gasóleo y el autogas y por último el motor dedicado, que usa exclusivamente autogas.
Energía cercana a la sociedad
A nivel práctico, esta energía presenta otras ventajas competitivas, como son su flexibilidad y su precio asequible, lo que la hace una energía ideal para familias, clase media y pymes, red empresarial que nutre económicamente a España. Es una energía flexible porque al ser un combustible líquido, trabajable a bajas presiones pero con los beneficios del gas, facilita enormemente su instalación y transporte.
Por otro lado es asequible, porque en términos de uso supone un ahorro de hasta un 40 por ciento respecto a los combustibles tradicionales, el usuario puede beneficiarse de ventajas fiscales y un dato interesante: permite transformar vehículos existentes. Esta facilidad, fomenta darles una segunda oportunidad. Esta opción, contribuye decididamente a la economía circular, aprovechando realmente los recursos empleados para desarrollar el parque móvil actual, con una gestión eficiente. Gestión, que también beneficia económicamente al pequeño consumidor, dándole una opción alternativa que no es comprar un vehículo nuevo, algo que muchos ciudadanos a día de hoy no pueden permitirse.
En relación a ello, pueden transformarse a autogas los vehículos de Gasolina Euro4, Euro5 y Euro6, que adquirirían la etiqueta ECO y emitirían como anteriormente se ha mencionado un 14 por ciento menos de CO2. Por otra parte, los vehículos Diésel Euro6 también son susceptibles de transformarse, recibiendo igualmente la etiqueta ECO y emitiendo un 96 por ciento menos de partículas y NOx.
El motivo que en numerosas ocasiones frena al consumidor a la adquisición de un vehículo propulsado por energías alternativas, es la falta de red de distribución para poder repostar. En este sentido, España cuenta con más de 620 estaciones de servicio de autogas disponibles para el consumidor, cosa que la diferencia cualitativamente de otras energías, con una red más limitada.
Autogas en el mundo
A pesar del desconocimiento del mercado español, el autogas es la energía alternativa más usada en el mundo. A día de hoy, más de 30 millones de usuarios en todo el mundo utilizan esta alternativa. De esa cantidad, la mitad son vehículos europeos y en nuestro país, más de 80.000 usuarios confían en autogas como energía para sus vehículos. Estos datos nacionales todavía distan mucho de los usuarios europeos donde, para alcanzar al menos la media de la Unión Europea, en España sería necesario llegar al menos a 700.000 vehículos de autogas.
Perspectivas
Como toda industria que pretende mejorar, el sector del gas licuado y particularmente el autogas, trabaja cada día en oportunidades que perfeccionen su producto. En este sentido, el sector recientemente ha sacado al mercado la tecnología de inyección líquida directa, que permitirá reducir un 15 por ciento las emisiones de CO2. Por otra parte, ya se investigan las posibilidades del biopropano, que permitiría reducir a cero las emisiones de CO2 de este carburante del pozo a la rueda.
El autogas evoluciona continuamente y los motores son cada vez más eficientes. Esta energía se está utilizando en combinación con motores eléctricos en coches híbridos, ofreciendo lo mejor de ambos mundos. A su vez, los fabricantes están migrando a motores de inyección directa, cuyas emisiones son sustancialmente inferiores.