El presidente de Acogen muestra su desacuerdo con el PNIEC
Antonio Pérez Palacio, presidente de Acogen, dejó claro su desacuerdo con la propuesta de PNIEC del Gobierno en la inauguración de la jornada 'La cogeneración, tecnología para la transición energética', celebrada el 26 de febrero durante la celebración de Genera 2019, organizada por las asociaciones Cogen y Acogen.
Para el responsable de Acogen, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima “no solo supone un varapalo al potencial de crecimiento de la cogeneración sino que contempla eliminar una de cada tres plantas de cogeneración asociadas a industrias calor-intensivas, generando una grave pérdida de competitividad a más del 5% del PIB industrial”.
Pérez Palacio señaló que “sorprende que un Plan que debería promover más cogeneración para asegurar eficiencia energética a gran escala asociada a la industria -como hace la UE y los países más industrializados del mundo-, apueste por darle un tajo mortal”. El plan deberá someterse ahora a consulta pública y de la Comisión Europea, proceso que para el presidente de Acogen “evidenciará este gravísimo error de planificación energética, económica y social”.
Para Antonio Pérez Palacio, no se ha tenido en cuenta el rol de la cogeneración en las industrias calor-intensivas que necesitan grandes cantidades de calor y electricidad para fabricar sus productos. La cogeneración permite disponer de calor y electricidad de la forma más eficiente, aportando beneficios económicos y medioambientales. El calor que necesitan estas industrias no puede electrificarse por razones técnicas y fundamentalmente económicas, ya que implicaría multiplicar por tres el coste haciendo inviable la producción en estas industrias.
Pérez Palacio ha afirmado que “ningún país realista perdería su producción más eficiente, ni socavaría la competitividad de sus industrias exportadoras, por eso pedimos al Gobierno de España que priorice la competitividad de la industria calor-intensiva y que tenga en cuenta que produce el 20% del PIB industrial del país y mantiene más de 200.000 empleos directos”.
La propuesta de Plan no refleja ese “acompañamiento al sector industrial y el marco de apoyo a la cogeneración en la industria” del que el propio Gobierno hace gala. El escenario que establece 2030 supone perder un 30% de las aportaciones actuales de la cogeneración a la eficiencia y a la competitividad de la industria, algo incompatible con un sistema eléctrico eficiente y competitivo y con mantener la actual producción industrial, exportaciones y empleo de nuestro país.
A nivel técnico, es incomprensible que se pretenda reducir el papel de la cogeneración: la generación de base más estable que dispone el país y que se produce cuando se necesita, funcionando continuamente más de 8.000 horas dando servicio a industrias papeleras, alimentarias, cerámicas, químicas, refino, automóvil, etc. La cogeneración no puede ser reemplazada con tecnologías renovables, intermitentes, que apenas cubren 2.500 horas año y que carecen de garantía de potencia.
El no acompañamiento a la industria puede suponer una fuerte caída de las demandas energéticas del país, no en vano la industria consume un tercio de toda la electricidad y dos tercios del gas natural. Es especialmente preocupante el retroceso en la cogeneración a gas, ya que el gas "es el combustible competitivo de la industria y clave para su transición energética, aspectos que la propuesta del Gobierno ignora".