El inevitable impulso renovable
Por José María González Moya.
Director General de la Asociación de Empresas de Energías Renovables-APPA
Este año, la Feria GENERA ha alcanzado su vigésima edición. Los que llevamos algunos años en este sector hemos vivido una extraña transición. Unida a la incertidumbre regulatoria que ha acompañado a las renovables, la Feria además de ser un lugar fundamental para dar a conocer las novedades tecnológicas, se ha convertido también en un punto de encuentro de los profesionales en el que se analizan los cambios regulatorios, los vaivenes políticos y las perspectivas de futuro.
Como es habitual, la Asociación de Empresas de Energías Renovables-APPA colaboró de forma muy activa en la organización de GENERA. APPA organizó cinco jornadas técnicas que tuvieron un gran éxito de asistencia. En total, más de 1.200 profesionales asistieron a las jornadas de la Feria. APPA organizó jornadas sobre autoconsumo, biomasa, eólica, energía marina y geotermia. En ellas, se analizó el estado del arte de la tecnología pero, especialmente, las últimas noticias sobre su regulación.
Incertidumbre regulatoria también en las subastas
Las tecnologías de generación renovables, tanto para generación eléctrica como para usos térmicos o biocombustibles, han recorrido un largo camino de madurez. Algunas de ellas pueden competir de tú a tú con las tecnologías fósiles, a pesar de haber evolucionado en mucho menos tiempo. Sin embargo, la adopción de las tecnologías renovables sigue lastrada por una absoluta incertidumbre regulatoria que, en ocasiones, parece el cuento de nunca acabar.
La subasta de renovables, lejos de clarificar las opciones de negocio para los actores involucrados en su desarrollo, parece escribirse en forma de capítulos de una mala novela por entregas. Tan pronto se anuncian 3.000 MW como se publican 2.000; a día de hoy la fecha de la subasta sigue siendo un misterio; el Ministerio actúa, como ya es habitual, desoyendo a los representantes de los sectores afectados...
Las energías renovables son nuestro futuro, esto no permite discusión. Podremos estar o no de acuerdo en el momento temporal en el que ocurrirá, pero sabemos que su desarrollo es imprescindible. A pesar de esta necesidad conocida, en España seguimos yendo a contracorriente y los responsables de impulsarlo siguen poniendo piedras en el tejado. Piedras como los 600 millones de euros que se redujeron a las renovables (otra reducción a sumar a todas las anteriores, que superan los 2.500 millones de euros anuales) debido a un error en la distorsión de la previsión del precio del mercado eléctrico. A esta cifra, que las renovables han perdido ya en el semiperiodo 2014-2016, se pueden superar otros 660 millones debido a que Industria sigue pertinaz en el error a la hora de estimar el precio del mercado eléctrico para 2020, en contra de la opinión de la CNMC.
Necesidad de un desarrollo racional de las renovables
Las energías renovables han estado paralizadas tanto tiempo que las subastas de nueva potencia podrían parecer una buena noticia. Sin embargo, volvemos a pecar de improvisación y seguimos sin contar con un marco estable a medio y largo plazo. Tras una moratoria que ha durado cinco años, el sector renovable habría preferido esperar unos meses más, alcanzar acuerdos y consensuar el futuro mix energético con todos los agentes implicados en el sector.
Esta necesidad de alcanzar un pacto de Estado energético la ha defendido el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, al mismo tiempo que anunciaba una subasta en la que no se ha tenido en cuenta las reclamaciones del sector, como el establecimiento de cupos por tecnologías que permitan el desarrollo de todas aquellas formas de generación renovable y no solo las que hoy son más económicas.
En los últimos tres años se han instalado 110 nuevos MW en España, mientras que en el resto del mundo se han instalado 150.000 MW sólo en 2015. Esto nos da una pista clara sobre hacia dónde se está moviendo el sector energético mundial y qué es lo que estamos haciendo nosotros. El problema de España es aún más grave si cabe si tenemos en cuenta nuestro grado de dependencia energética. Mientras la Unión Europea debe importar el 50% de su energía, España debe importar más del 70%. Algún día nuestros responsables políticos deberán explicar por qué paralizaron una industria líder cuando el resto del mundo promovía su desarrollo.
30 años defendiendo las renovables
En APPA no cejamos en nuestro empeño de defender las energías renovables. Al igual que GENERA, que ha alcanzado su edición número 20, nosotros también tenemos un aniversario en 2017. Este año, APPA cumple 30 años. Desde entonces hemos pasado de ser una pequeña asociación de productores minihidráulicos a ser la asociación de referencia del sector renovable en España.
En APPA creemos que nuestro país debe aprovechar sus recursos naturales para generar energía. No somos ricos en petróleo o gas, somos ricos en sol, viento, agua y territorio para producir electricidad renovable, biomasa y biocombustibles. No hay ninguna razón para que nuestro Gobierno no impulse estas tecnologías y tengamos que seguir pagando una importantísima factura energética para desequilibrar nuestra balanza de pagos con la importación de combustibles fósiles. En el caso de las primas, los estudios demuestran que las aportaciones económicas positivas, entre ellas la reducción del precio del pool, superan con creces a los costes.
Las energías renovables no deberían estar únicamente en la mesa de discusión del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. Las renovables son aproximadamente el 1% del PIB de nuestra economía, representan una industria fuerte, generan empleos de calidad y tienen un fuerte potencial de desarrollo y exportación. Más allá de que tengamos una obligación europea de cara a 2020, la generación de empleo y la balanza de pagos se beneficiarían de un impulso a las energías renovables.