El Clúster Marítimo Español apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad
El Clúster Marítimo Español (CME) ha celebrado la constitución del Grupo de Trabajo de Medio Ambiente y Sostenibilidad, en un acto para los socios del CME en la sede social de Red Eléctrica de España (REE), donde tuvo lugar la sesión inaugural de dicho grupo y que terminó con una visita a las instalaciones del centro de control de REE.
Daniel Pérez, director de sostenibilidad e innovación de REE, dio la bienvenida a los asistentes y afirmó que REE tiene mucho que aportar al nuevo Grupo de Trabajo del CME recién constituido.
Definido como un brainstorming por Federico Esteve, presidente de honor del CME, el objetivo del Grupo es la cooperación y coordinación entre sus integrantes en el ámbito de la sostenibilidad medio ambiental. Además, explicó que la UE define el sector marítimo como uno de los que tiene más posibilidades de desarrollo económico y por ello cree que deben explorarse todas las posibilidades.
En este sentido, Esteve aseguró que “no puede haber desarrollo económico sin sostenibilidad”, emplazando con ello a todos los asistentes a la sesión inaugural de este Grupo a mantener ese brainstorming y marcar la dinámica de trabajo del mismo.
José Lara, vicepresidente del CME y presidente del Grupo de Trabajo de Medio Ambiente y Sostenibilidad, afirmó que es habitual en todas las iniciativas en las que está trabajando el Clúster, el interés en la protección medioambiental, y por ello la necesidad de la constitución de este Grupo.
La participación de REE
Roberto Arranz, jefe del departamento de medio ambiente de REE, explicó el papel de la compañía y su relación con el Clúster con una exposición centrada en las interconexiones marinas de energía.
Entre las claves que justifican su participación en el CME, Arranz destacó la necesidad de mejorar la eficiencia, cambiar el modelo de consumo energético y abordar la descarbonización de la energía, entre otros. También aclaró que REE no trabaja la generación eléctrica, sino la interconexión, “ya que somos transportistas, primando la interconexión, principalmente con otros países, abordando el reto de romper esa isla energética que es España. Aunque pueda sonar a tópico esto de ‘la isla energética’, es algo muy real”.
El jefe del departamento de medio ambiente de REE explicó que también deben abordar desde la compañía el reto que supone transportar la energía generada por las renovables, unas fuentes de que están aisladas y requieren de interconexión. Arranz recordó también que la compañía está trabajando con Marruecos y Francia en el ámbito internacional, así como en la interconexión Península-Baleares y entre las propias islas, y la de Península-Ceuta.
En cuanto a las Islas Canarias se refiere, Arranz reconoció que no está proyectada la interconexión con la Península por diferentes motivos que imposibilitan dicho enlace, si bien sí que están trabajando en la interconexión de varias islas del archipiélago. La peculiaridad que tienen todas estas interconexiones es la utilización del cableado submarino, lo que les vincula con los intereses del CME y su preocupación por la protección medioambiental.
Proyecto posidonia oceánica
En esta línea, Daniel Pérez, director de sostenibilidad e innovación de REE, explicó la relación del operador eléctrico y el fondo marino a través del proyecto de la posidonia oceánica, una ‘superplanta’ con extraordinarias propiedades en lo que se refiere a la protección del entorno: mantenimiento del lecho marino, absorción de tóxicos vertidos al mar, protección de la fauna marina y de las costas frente a la erosión del oleaje, entre otras.
El citado proyecto nació a raíz de la toma de control por parte de REE de la interconexión existente entre la Península y Baleares, donde sus técnicos descubrieron la progresiva desaparición de esta planta acuática tan beneficiosa y el riesgo que entrañaba para el ecosistema marino. Dentro de su estrategia de protección medioambiental e innovación, y en el marco de las buenas prácticas de REE, la compañía lanzó un proyecto específico de investigación, con la estrecha colaboración del CSIC, que además fue premiado con el Good Practice of the Year de RGI.
El objetivo del mismo era cultivar la posidonia para recuperar las praderas que habían sido mermadas por la acción del hombre. De esta manera, se intentaría recuperar el hábitat que se ve perjudicado por la instalación de cables submarinos. Este proyecto está actualmente en fase de instalación, concretamente en Mallorca, donde se está plantando el primer bosque marino de posidonia cultivada en entorno controlado, que será de 2 hectáreas en una pradera muerta.
Según explicó Pérez, la intención de REE es compartir este tipo de proyectos e ideas con el Clúster, de manera que puedan recabar también nuevas ideas y experiencias del resto de partícipes del Grupo de Trabajo constituido. En este sentido, la relación con el CME les permitirá conocer de primera mano otros proyectos, tecnologías que pueden aplicar y entender mejor el entorno marino. Por ello, desde REE consideran que este foro es el más adecuado para mejorar sus proyectos, porque “el medio marino supone un reto de oportunidades para el transporte energético”.
Grupo de Trabajo
José Lara se encargó de explicar los objetivos estratégicos del nuevo grupo y las líneas de trabajo, en el que participaron en esta sesión inaugural los siguientes miembros del CME: Fundación Ecomar, Navantia, Seaplace, Bureau Veritas, Gas Natural Fenosa, la Armada, AID, Tecnoambiente, CTN, Exeleria Everis, Cepsa, Ingeteam, TPI, Puertos del Estado, ATISAE, Guardia Civil, Cepesca y el anfitrión, Red Eléctrica España.
Como explicó Lara, este Grupo deberá abordar retos como la reducción de emisiones, “esa descarbonización que comentaba Roberto Arranz”, así como la protección del entorno, de las especies (como proyecto posidonia), etc.
Al finalizar las intervenciones, todos los asistentes pudieron visitar el centro del control de REE, una infraestructura crítica de los más avanzados que existen actualmente, siendo una referencia internacional, según explicaron los representantes de la compañía.
Este centro, así como su réplica (ubicada en la localidad madrileña de Tres Cantos), controla todo el transporte nacional de energía eléctrica y las interconexiones con Portugal, Francia y Marruecos. También se controlan las conexiones de Baleares, no así las de Canarias, ya que funcionan con su propio centro de control y tienen un sistema de transporte eléctrico independiente.
Interconexiones
- Marruecos: interconexión que se inició en 1997. Roberto Arranz destacó más que los retos tecnológicos, los sociales, porque “hubo mucha oposición en este tema en su día, pero les permitió aprender mucho; entre otras cosas, la necesidad de mantener relaciones con todos los sectores implicados en cada proyecto”.
- Francia: es una interconexión que se está abordando en estos momentos, porque las conexiones actuales son muy limitadas. Esta nueva interconexión supone el mayor reto, según Arranz, ya que supone conexión con el resto de Europa.
- Baleares: supuso un importante reto tecnológico porque requería conectar un sistema aislado (Baleares) con el de la península Ibérica, llevando las renovables “porque allí no hay suficiente generación de las mismas”.
- Ceuta: acaban de empezar los trámites medioambientales para su interconexión con la península Ibérica, lo que permitirá asegurar el suministro a la ciudad de Ceuta, que hoy se alimenta por fuel, y esto ayudará a reducir las emisiones.
- Canarias: la intención es crear unas interconexiones insulares, rompiendo con ello los sistemas aislados que tiene actualmente cada isla. Uno de los proyectos destacados en el archipiélago canario es la interconexión entre las islas orientales para aprovechar las renovables, permitiéndoles con ello reducir el coste total del sistema energético canario.