Evolución del mercado de la climatización durante los últimos 50 años
Cuando el primer número de la Revista El Instalador vio la luz, allá por el año 1967, su fundador Carlos García Ocejo, supo darle notoriedad a la climatización, un sector incipiente en aquel momento, pero que ya apuntaba hacia un importante desarrollo, teniendo en cuenta la climatología de nuestro país y la necesidad de confort de la sociedad que, ya por aquel entonces, empezaba a hacerse patente.
Afec, Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización, ha recorrido su andadura muy unida a El Instalador, ya que el fundador de la revista fue una de las personas que, junto con otros empresarios del sector de la climatización, crearían Afec hace 40 años, formando parte desde entonces de nuestra asociación.
Si nos remontamos a los últimos 50 años, podemos afirmar que hay unos aspectos claves en la evolución del sector:
- El desarrollo tecnológico.
- Los requisitos legislativos (eficiencia energética, ecodiseño, etiquetado, uso de energía procedente de fuentes renovables, comercialización de gases fluorados y certificación de los profesionales que los manipula).
- La demanda de confort.
El desarrollo tecnológico
La fabricación de productos de climatización ha experimentado un cambio importante. Allá por los años 70 y 80, este mercado tenía una gran capacidad de autoabastecerse con fábricas establecidas en territorio nacional, cubriendo una parte muy importante de los equipos instalados que, por aquel entonces, en el sector residencial, se centraban en equipos de ventana que, posteriormente, fueron paulatinamente sustituidos por los equipos de pared, tanto simples como multis, sistemas éstos que, allá por el año 2000 alcanzaron una cuota de mercado muy importante y cuya introducción ha seguido hasta nuestros días.
A partir de los años 90, se puede ya empezar a hablar del uso de equipos de baja silueta, cassettes y equipos VRF cuyo desarrollo se ha popularizado cada vez más, tanto en el sector residencial como comercial, sin olvidar la evolución de los grandes equipos de climatización para el sector industrial como es el caso de las enfriadoras condensadas por agua y por aire.
Por aquel entonces los equipos importados procedían sobre todo de Estados Unidos, Japón y países de Europa que hoy forman parte de la UE. A lo largo de los años y, especialmente, en lo que respecta al sector doméstico las importaciones se han desplazado a Oriente, siendo los puntos más importantes Japón, China, Corea, Tailandia, etc.
A esta evolución hay que añadir un factor decisivo, lo que, en un principio, se concibió para combatir las altas temperaturas estivales, se han convertido a lo largo de los años en sistemas capaces de proporcionar refrigeración, calefacción e incluso agua caliente sanitaria, a través de la tecnología de bomba de calor, cuyas ventajas se han puesto de manifiesto y están avaladas por diversos organismos como la Comisión Europea y la Agencia Internacional de la Energía.
Desde el punto de vista tecnológico, los equipos de climatización han experimentado un importante desarrollo, ya que los fabricantes, para ser competitivos, han invertido mucho tiempo y recursos económicos, para aumentar las prestaciones de sus equipos, buscar diseños más atractivos y capaces de integrarse en todos los entornos y con otras tecnologías, utilizar sistemas que permitan el uso de energía procedente de fuentes renovables, como es el caso de los anteriormente mencionados equipos bomba de calor y, todo ello, desde el respeto al medio ambiente.
De lo anterior se deduce que, además de la tecnología propiamente dicha, a lo largo de estos años han entrado en juego factores que, prácticamente, no se tenían en cuenta hace 50 años, pero que hoy en día son imprescindibles a la hora de diseñar los diferentes equipos y sistemas de climatización, como es el caso de la eficiencia energética, el uso de tecnologías limpias, reducción de emisiones de CO2, etc.
Asimismo, la evolución de los sistemas de regulación y control y de comunicación ha jugado un papel muy importante, optimizando aún más las prestaciones de las instalaciones y, por supuesto, la ¡conectividad!, es decir, esa posibilidad de integración de los diferentes sistemas que conviven en los edificios, sin olvidar, por supuesto, la posibilidad de manejarlos de forma remota, que es un valor añadido muy importante, ya que permite, entre otras ventajas, aumentar el confort y disponer de la temperatura adecuada en el momento oportuno, con el consiguiente ahorro de energía.
En resumen, actualmente hay en el mercado soluciones adecuadas para cubrir prácticamente todas las necesidades. La elección de equipos con una buena clasificación energética, unido a una idónea distribución y difusión del aire, sistemas de zonificación, un adecuado sistema de regulación y control, etc., conseguirán un entorno limpio con una buena calidad del aire interior, lo que contribuirá en gran manera a la sostenibilidad, al cuidado del medio ambiente, a la eficiencia energética y a un mayor confort ambiental.
“Además de la tecnología propiamente dicha, a lo largo de estos años han entrado en juego factores que, prácticamente, no se tenían en cuenta hace 50 años, pero que hoy en día son imprescindibles como la eficiencia energética, el uso de tecnologías limpias o la reducción de emisiones de CO2”
Los requisitos legislativos
La legislación, especialmente la proveniente de la Unión Europea, ha marcado en gran manera el sector, haciendo en muchos casos que las empresas se reinventen.
La prohibición de uso de ciertos refrigerantes, las exigencias derivadas de los requisitos de diseño ecológico, el aumento de la eficiencia energética, etc., está obligando a las empresas a rediseñar sus productos para cumplir con las exigencias legislativas, y poder así ser competitivas, llevando a algunas de ellas también a abrir nuevos nichos de mercado.
A pesar de las diferentes épocas de crisis, se puede afirmar que el sector de la climatización ha sabido adaptar sus productos a los requisitos derivados de la legislación vigente, adquiriendo cada vez más un compromiso con la sostenibilidad, lo que contribuye, como se ha apuntado anteriormente, al ahorro energético, al uso de energía procedente de fuentes renovables y a la reducción de emisiones de CO2, con la consecuente contribución al cumplimiento de los objetivos europeos, desde el punto de vista energético y medioambiental.
Entre la gran avalancha de textos legislativos que en los últimos años han afectado a nuestro sector, podemos destacar, por su importancia, los relacionados con eficiencia energética, ecodiseño, etiquetado energético, refrigerantes (eliminación de uso de CFC, HCFC; eliminación progresiva de HFC con alto Potencial de Calentamiento Global (PCA); uso de nuevos refrigerantes con bajo PCA como el R-32 o las HFOs, etc.) y el uso de energía procedente de fuentes renovables.
A pesar de las exigencias de los diferentes textos legislativos, no se puede negar que los mismos también dinamizan el mercado y contribuyen a eliminar del mismo los equipos ineficientes y que no respetan el medio ambiente. De la misma manera, fomentan el uso de aquellos que contribuyen a la sostenibilidad, al ahorro energético y al uso de energía procedente de fuentes renovables, como está siendo el caso de la tecnología bomba de calor, cuyo uso está siendo recomendado por organismos como la Agencia Internacional de la Energía (AIE) al considerarla como la tecnología más eficiente para calefacción de espacios, así como mencionada en la Estrategia de la Calefacción y Refrigeración a la hora de sustituir equipos ineficientes por otros más eficiente, o recomendada en el Escenario Blue Map de la AIE, para reducir emisiones de CO2.
La demanda de confort
Los altibajos que el sector ha experimentado en los pasados 50 años, han estado íntimamente ligados a la situación económica. Especialmente en momentos en que la climatización se consideraba un artículo de lujo.
Pero la demanda de confort por parte de la sociedad es ya imparable y lo que hace unos años se consideraba un lujo o un capricho hoy en día es una necesidad. Ya no se concibe una industria, un centro comercial, un hotel, un hospital, etc., sin una instalación de climatización y, esto se está haciendo extensivo también al sector doméstico, siendo cada vez mayor el número de viviendas que cuentan con equipos de climatización. Esto se refleja igualmente en la obra nueva en la que un porcentaje cada vez más alto de nuevas edificaciones incorporan equipos de climatización o, por lo menos, cuentan con la oportuna pre-instalación.
Este aspecto hace que las perspectivas sean buenas para el sector, a pesar de las sucesivas crisis económicas que han tenido lugar durante los últimos 50 años, destacando la ocurrida en la primera parte de los noventa y la más reciente del periodo 2008 a 2014, especialmente el año 2013, cuando el sector tocó fondo, experimentándose caídas del mercado que en algunos sectores, como el doméstico estuvieron en torno a valores que representaban un 30% de las ventas registradas en el periodo 2005-2007.
Además de esa clara demanda de confort, otros factores como la concienciación por parte del usuario de la importancia que tiene el ahorro de energía, a la hora de plantearse la sustitución de un equipo por otro más eficiente; la prohibición de los HCFCs, la disminución paulatina de los refrigerantes con alto Potencial de Calentamiento Atmosférico; la necesidad de refrigeración en instalaciones que hasta ahora no siempre la contemplaban, como es el caso de los centros escolares, especialmente en ciertas regiones con climatología severa; el uso de tecnologías limpias, como es el caso de los equipos bomba de calor que utilizan energía procedente de fuentes renovables, con la consiguiente eliminación progresiva de los combustibles fósiles; el esperado repunte de la obra nueva; etc., nos hacen augurar que el crecimiento de mercado que empezó tímidamente en el año 2015, y que se ha consolidado durante el 2016, siga en esa línea, y que, como poco, se vuelva a los valores que se alcanzaron en el año 2007 que fue el de mayor crecimiento del sector según se refleja en el gráfico. En el mismo se recoge la evolución del mercado total de climatización, es decir máquinas, distribución y difusión de aire, regulación y control, ventilación, etc., durante los últimos doce años, destacándose ese punto álgido del mercado en el año 2007.
En resumen, las perspectivas son optimistas, ya que si la situación económica sigue en la línea de la recuperación, el sector se comportará en consonancia, puesto que una buena temperatura interior es sinónimo de confort y de calidad de vida, y eso ya es imparable. Desde Afec queremos aprovechar este artículo, para transmitir nuestra enhorabuena a El Instalador por esos 50 años, que han estado llenos de grandes satisfacciones y de otros momentos no tan gratos, pero de todo se saca una lectura positiva y, precisamente, en esos momentos difíciles el equipo de la revista ha sabido continuar con su trabajo del día a día, demostrando su gran calidad profesional y humana, avalados por una cabecera con medio siglo de existencia. Estos 50 años de El Instalador cierran una etapa y abren otra llena de nuevos proyectos y nueva fuerza dentro de Interempresas Media, que ¡estamos seguros estará llena de éxitos!!!