Entrevista a Francisco Aranda, presidente de UNO Logística
UNO Logística representa los intereses de las empresas que diseñan, organizan, gestionan y controlan los procesos de una o varias fases de la cadena de suministro, así como cualquier player que valore el transporte y la logística como elemento clave en su estrategia empresarial. Hemos hablado con Francisco Aranda, presidente de UNO Logística.
Para empezar, ¿qué es UNO Logística? ¿Qué papel desempeña en el sector de la logística?
UNO Logística es la organización empresarial mayoritaria en el sector. Somos el lobby del sector y, por lo tanto, nuestra labor es la defensa y el fomento de la actividad de la logística, de todos aquellos que se dedican a la cadena de suministro, tanto de las empresas y los operadores logísticos, como de los departamentos de logística de los diferentes retailers, fabricantes, productores, etc.
Además, actuamos como interlocutor del sector ante las diferentes administraciones públicas, el Gobierno, las comunidades autónomas y, últimamente, también ante los ayuntamientos por todo lo que respecta al comercio electrónico.
Para UNO, ¿cuál es el camino a seguir para la defensa de los intereses de las empresas logísticas?
Estamos haciendo varias cosas. En primer lugar, somos el gran centro de networking de todos aquellos que se dedican a la cadena de suministro, ya sean operadores logísticos, usuarios de la logística, o proveedores de servicios para la logística. Es decir, ponemos en contacto a todos aquellos que tienen algo que ver directa o indirectamente con la cadena de suministro para que aborden las diferentes problemáticas, los casos de éxitos, etc.
Al mismo tiempo, hacemos informes económicos para trasladar la enorme importancia que ha adquirido la logística en los últimos años, y que ya por fin se ha visibilizado. A raíz de la pandemia, la sociedad advirtió la importancia que tenía la logística, la cadena de suministro, y el Gobierno se dio cuenta que éramos ya un sector estratégico. Entonces, lo que hacemos es trasladar todo eso en cifras para que haya una percepción de cuál es la dimensión de nuestro sector. Algunas de esas cifras son, por ejemplo, que tenemos más de 1 millón de trabajadores, que somos el tercer sector más empelador de España, y que generamos más del 7% del PIB.
Además, somos un sector estratégico, una palanca de atracción de inversiones industriales. Cuando una fábrica se plantea dónde se quiere posicionar, sobre todo tras el conflicto de Ucrania y la pandemia, es un efecto tractor de esas inversiones el hecho de que haya un engranaje y una base logística a nivel de país importante. En ese sentido, una de las peticiones que hacemos al Gobierno es trabajar conjuntamente para que España pueda convertirse en el gran hub logístico intercontinental del futuro. Hay muchos marketplaces asiáticos que venden en Latinoamérica y que están buscando un punto de consolidación de mercancías en Europa, y desde UNO creemos que España es un punto perfecto. Al mismo tiempo, Latinoamérica busca una puerta de entrada de productos en Europa y nosotros podemos convertirnos en esa puerta de entrada estratégica, lo cual generaría aún mucho más empleo.
Está al frente de UNO Logística desde 2019, justo antes de la pandemia, y han pasado muchas cosas desde entonces. En estos años, ¿qué ha cambiado en lo que a logística se refiere?
La pregunta debería ser qué no ha cambiado, porque ha cambiado prácticamente todo. Este sector tiene muy poco que ver con lo que era hace 10 años. Nos hemos convertido en un sector tecnológico, ya no se trata de gestionar camiones, aviones, barcos, trenes o furgonetas, ahora en lo que nos hemos convertido es en gestores de datos. Una vez que tenemos esos datos, lo que hacemos es construir una cadena de suministro que tiene que ser lo más eficiente posible y, por lo tanto, en cada fase utilizamos un medio diferente. La clave ahora mismo del sector logístico son los datos, el poder adelantarnos a las decisiones de compra. No en vano, somos ya el tercer sector en España que más usa el big data, y eso es lógico puesto que cuanta más información tengamos de cómo se va a comportar el consumidor, de cómo se va a comportar la demanda, antes podemos construir la cadena de suministro y, por lo tanto, nos podemos preparar mucho mejor.
En relación a lo anterior, una de las realidades de la logística actual es la digitalización. ¿En qué fase está el proceso de digitalización de las empresas?
Las grandes empresas están en un proceso tremendamente adelantado, y las pymes están en un proceso también de avance, aunque un poco más lento, puesto que no tienen el pulmón financiero que tienen las grandes empresas. Pero, a nivel global, este es un sector que está absolutamente concienciado de la importancia del uso de la digitalización y que está avanzando de forma muy importante.
Hay tres herramientas que son las que están más generalizadas en la logística. La primera de ellas sería el big data analytics, el análisis masivo de datos tiene muchísimas ventajas para nuestro sector puesto que permite reducir costes, optimizar recursos, ganar eficiencia, y permite también minimizar el impacto ambiental. Algo de lo que la gente se olvida es que las tecnologías son una herramienta de reducción del impacto mediambiental muy importante. La segunda tecnología más utilizada es el IoT y la trazabilidad avanzada. Tiene muchas posibilidades, desde el mantenimiento preventivo y la monitorización de las flotas, a la gestión de la cadena de frío o el control del stock. Es decir, gracias a estas tecnologías es posible tener un control total, y además en tiempo real, de la cadena de suministro. La tercera tecnología más utilizada seria la Inteligencia Artificial, el machine learning y los chatbots, esto nos ayuda a mejorar el dimensionamiento y la distribución de los almacenes y del stock, nos ayuda a optimizar automáticamente las rutas en la última milla y mejorar la información al usuario final.
Ya hace unos años que la implosión del e-commerce es evidente, con el consecuente problema de la distribución urbana. ¿Cuál es el papel de UNO en este sentido?
En este sentido, desde UNO estamos haciendo varias cosas. Pero, en primer lugar, quiero poner en valor que, desde que se produjo la pandemia y ya en la propia pandemia, el incremento del comercio electrónico fue espectacular y el sector fue capaz de responder con éxito y con eficacia. Cuando el problema estaba en la calle, el sector siguió trabajando y nos llegaban los productos a nuestra casa a la hora que pedíamos, funcionando con total normalidad, y respondiendo a una demanda que nadie había previso en ningún caso. Todo eso no hay que olvidarlo y hay que ponerlo en valor.
Además, lo que estamos haciendo es hablar con los ayuntamientos para ayudarles a gestionar y poner en marcha las zonas de bajas emisiones. Nuestro servicio ya es algo interiorizado por parte de todos los ciudadanos, y que además ayuda a nuestra forma de vida. Lo que tienen que hacer las ciudades es ayudarnos a que podamos seguir trabajando cada vez en mejores condiciones. Nosotros no utilizamos la ciudad para pasear sino para prestar un servicio que, además, se considera esencial. Como comento, en ese sentido estamos trabajando con los principales ayuntamientos.
Al mismo tiempo, somos una correa de transmisión de cualquier novedad tecnológica que ayude a mejorar la eficiencia de la distribución urbana de mercancías. En este sentido, lo que trasladamos a los ayuntamientos es que el comercio electrónico y la distribución de última milla son parte de la solución a la congestión de las ciudades y al incremento del CO2. Lo que yo acostumbro a decir sobre esto es que en nuestras furgonetas no va un paquete solo, sino que van cientos de paquetes, somos como autobuses de paquetes. Igual que los autobuses habituales ayudan a mejorar la congestión porque en vez de ir cada uno en nuestro vehículo, vamos todos en un autobús, con el comercio electrónico sucede lo mismo. En cada furgoneta van cientos de paquetes por lo que estamos reduciendo la congestión. De hecho, hay un informe de la consultora Oliver Wyman de donde se extrae que la concentración de entregas online ahorra entre 4 y 9 veces el tráfico que se generaría de manera tradicional, y en cuanto a las emisiones de CO2, las compras online consumen entre un 1, 5 y un 2,9% menos CO2 que las compras físicas.
Y ligado a lo anterior encontramos el reto de la sostenibilidad, ¿a qué se enfrenta el sector? ¿Cuáles son, o deberían ser, los pasos a seguir?
El sector se está reinventando cada día. En las jornadas o sesiones que organizamos y celebramos desde UNO, las empresas vienen y comparten experiencias, casos piloto que han puesto en marcha para ser más eficientes, para mejorar aun más la huella de carbono, para reducir aun más la congestión, etc. Es decir, nosotros formamos parte de la soluciones.
En materia propiamente de sostenibilidad, en lo primero que se está trabajando es en la electrificación de las flotas, pero en este sentido creemos que el Gobierno debería hacer mucho más para agilizar la instalación de puntos de carga, por ejemplo. A su vez, estamos haciendo un uso cada vez más intensivo de las nuevas tecnologías y eso ayuda es a la eficiencia de la distribución urbana de mercancías; se están poniendo en marcha soluciones como los mini hubs urbanos, eso facilita que el envío, ya no de última milla sino de última media milla, se pueda hacer con un triciclo, con bicicletas, etc. Personalmente creo que en ese sentido nuestro sector está absolutamente concienciado porque el cliente está muy concienciado también, y se están dando pasos muy importantes.
Para terminar, ¿cómo ve el futuro del sector? ¿Qué desafíos y retos se plantean?
Tenemos que seguir avanzando en la digitalización del sector, ese es un aspecto tremendamente relevante. Somos ya, como he indicado, un sector tecnológico. Las nuevas tecnologías, por ejemplo la Inteligencia Artificial de la que tanto se habla últimamente, nos va a aportar muchísima ayuda para nuestro trabajo.
Además, en muy poco tiempo, nuestro sector se va a convertir en un sector que será valorado desde el punto de vista económico, social y medioambiental como de los más importantes de nuestra economía. Ya no trabajamos con la estrategia del ‘just in time’, ahora ya se trabaja con la estrategia del ‘just in case’. La entrega, la distribución, ya no está asegurada, ya no es como antes. Antes éramos una commodity, la distribución y el reparto era algo que se daba por hecho. Ahora ya no, ahora ya es complicado, con lo cual somos una ventaja competitiva. Estamos muy bien valorados, tanto por nuestros clientes como por el cliente final, con lo cual tenemos un desarrollo tremendamente interesante.