Transporte y logística en el sector siderometalúrgico y de la máquina-herramienta

Los principales desafíos a los que se enfrenta el transporte de metales y de maquinaria vienen dados por sus características físicas: peso elevado, formas irregulares y susceptibilidad a la corrosión y oxidación.

El manejo de productos pesados e irregulares es uno de los retos más significativos. Metales como el aluminio, conocido por su ligereza y resistencia a la corrosión, y el acero, voluminoso y denso, presentan necesidades logísticas diferentes. Mientras que el acero, en sus diversas formas (chapas, bobinas, tubos…), requiere equipos especializados como grúas y eslingas para su transporte, el aluminio demanda medidas de protección para evitar la oxidación durante el trayecto.

Por otra parte, otras materias primas como el zinc, el plomo, el cobre y el níquel que cotizan en bolsa y son propensas a sufrir variaciones de precio, también requieren de soluciones logísticas especializadas que permitan controlar al máximo los tiempos de tránsito para minimizar posibles pérdidas de valor. El uso de plataformas móviles y remolques optimiza el manejo de estos materiales, agilizando los tiempos de carga y descarga y facilitando su transporte.

Lo mismo sucede con la maquinaria industrial: fresadoras, tornos, mandrinadoras, etc. que suelen ser cargas sobrepesadas y/o sobredimensionadas, y solicitan un especial cuidado en su transporte y manipulación, necesitan la utilización de maquinaria especializada y contenedores específicos para optimizar su logística.

La protección contra la corrosión y oxidación es otro aspecto importante. Para prevenir daños, proteger la apariencia de los metales y preservar sus propiedades durante el transporte, se utilizan recubrimientos especiales y embalajes resistentes a la humedad, como las bolsas VCI (vapor inhibidor de corrosión) que garantizan que los metales o productos lleguen en óptimas condiciones a su destino.

La optimización del espacio de almacenaje y durante el transporte también es otro desafío, debido a las formas irregulares de muchos productos metalúrgicos (bobinas, planchas, vigas…) y maquinaria. Esta optimización se consigue gracias al uso de maquinaria y sistemas de fijación homologados, que garantizan la seguridad durante la carga y la descarga, previenen accidentes, evitan que la mercancía sufra daños en tránsito y reducen la necesidad de espacio de almacenamiento.

Buscar la eficiencia y la rentabilidad es una prioridad para estos sectores, puesto que el transporte representa aproximadamente el 15% de sus costes totales. La implementación de maquinaria especializada (como sistemas de carga de contenedores con suelo móvil o puentes grúa) para mover cargas pesadas y voluminosas; y la contratación de servicios de transporte multimodal y servicios puerta a puerta, son soluciones personalizadas que mejoran la logística y están ayudando a las empresas a reducir los costes de combustible, optimizar rutas, minimizar los tiempos de tránsito y mejorar la seguridad en el manejo de las cargas.

Mientras que el acero requiere equipos especializados como grúas y eslingas para su transporte, el aluminio demanda medidas de protección para evitar la oxidación durante el trayecto.

En resumen, el transporte de metales y maquinaria presenta retos únicos debido a la naturaleza de sus mercancías. Trabajar con partners logísticos de confianza y con experiencia, que ofrezcan soluciones innovadoras y estén al día en digitalización y automatización, ayuda a afrontar los desafíos comentados y a optimizar las cadenas de suministro garantizando la seguridad y eficiencia durante todo el proceso de transporte.