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“En el Congreso UIA 2026, Barcelona será una plataforma donde, desde lo local, se plantearán soluciones a necesidades globales”

Congreso UIA 2026: conversamos con los ‘becomings’

Miquel Àngel Julià, Arquitecto.

Redacción y transcripción: José Luis París

23/09/2024

Barcelona acogerá el Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y será Capital Mundial de la Arquitectura UIA-Unesco en 2026. Treinta años después de haber acogido otro congreso de la UIA, volverá a ser epicentro mundial de la arquitectura. La nominación ha estado promovida por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC).

Junto con el Congreso de la UIA, que coordinará el COAC con el apoyo del CSCAE, a lo largo de todo el año 2026 se celebrarán en Barcelona multitud de actividades culturales de carácter multidisciplinar en las que colaborarán otros países con el objetivo de trasladar al conjunto de la sociedad la importancia y el valor de la arquitectura y del urbanismo.

‘Becoming. Architectures for a planet in transition’ es la propuesta elegida a través de un concurso para el comisariado del Congreso Mundial de Arquitectura UIA 2026. El equipo del comisariado se compone de siete miembros, que en el acto de presentación celebrado el pasado enero en el COAC, fue ‘bautizado’ por Guim Costa, decano del Col·legi, con el familiar nombre de ‘becomings’. Interempresas ha podido conversar con Mariona Benedito y Tomeu Ramis, parte del equipo.

integrantes del equipo de Comisarios de Barcelona UIA 2026, De izquierda a derecha...

integrantes del equipo de Comisarios de Barcelona UIA 2026, De izquierda a derecha: Tomeu Ramis, Maria Giramé, José Zabala Roji, Pau Bajet, Carmen Torres, Pau Sarquella y Mariona Benedito,

Miquel Àngel Julià Hierro- Seguramente los siete miembros que formáis el comisariado del Congreso UIA 26 de Barcelona os conocéis por relaciones de trabajo, docencia o estudios. ¿Cómo llegasteis a formar este equipo, a uniros para presentar vuestra candidatura?

Mariona Benedito- Los siete somos amigos, nos conocemos desde hace tiempo y nos hemos ido encontrando en entornos como la docencia, la investigación y en la participación en diferentes proyectos y concursos. Hemos tenido el interés de participar en la cultura y en aquello que ocurre en la ciudad.

Carmen Torres, Tomeu Ramis y yo impartimos clases juntos, compartimos desde hace muchos años una cotidianidad semanal. José Zabala también imparte clases en la UPC en Sant Cugat. María Giramé y Pau Sarquella son docentes en la universidad de La Salle. Además, Carme es la pareja de Pau. El grupo lo completa Pau Bajet.

Los más jóvenes del grupo tenían ganas e interés por montar un equipo y de aquí surgió este conglomerado, que implicó trabajar juntos para presentar nuestra propuesta. La colaboración entre nosotros fue muy fácil, enseguida sentamos unas bases y fuimos organizándonos por grupos.

MAJH- Sois igualmente lo que denomináis un equipo plural, pues sois de generaciones distintas.

MB- José, Tomeu y yo somos de la misma franja y los demás tienen diez o doce años menos.

Tomeu Ramis- Somos amigos porque hemos tenido momentos de contacto en distintos formatos, en distintos lugares y situaciones. Dentro del grupo aparecen pequeñas subfamilias, pero todos estamos relacionados. Hay unos contactos de conjunto sin ser, por decirlo de alguna manera, una pandilla de amigos que quedamos todos los viernes. Teníamos intereses comunes y montar un equipo de distintas generaciones y con distintas aproximaciones fue absolutamente voluntario. Si bien es cierto que todos somos arquitectos, cada uno de nosotros tiene sensibilidades que se aproximan a intereses que podrían ser complementarios entre el grupo.

MAJH- En vuestra presentación mencionasteis una serie de conceptos que reflejan este espíritu, en el sentido que será un congreso muy transversal, transgeneracional, transoceánico, y transnacional. Ya vuestro propio equipo define lo que va a ser el Congreso. No sois una estructura piramidal.

MB- Y nos gusta esta idea. Estamos muy cómodos con la idea de que no hay una jerarquía. Estamos los siete y da igual si hoy hemos venido Tomeu y yo como representantes. No hay un solo interlocutor, hay siete, igual de válidos, y todos vamos a contar la misma historia.

MAJH- El hecho de ser siete, ¿es algo casual?

TR- Sí, fue algo casual. Nos juntamos y surgió así, como ocurre en las mejores ocasiones, casi por casualidad. Organizamos un par de cenas, discutimos sobre el tema, surgieron ideas y fuimos a por ello. En la primera cena planteamos algunas ideas y en la segunda ya surgieron temas que iban tomando cuerpo. Además, había algunas condiciones personales, como el hecho de que María estuviera embarazada y daba luz a principios de agosto. Aparte, estábamos en verano y cada uno tenía sus vacaciones programadas. Trabajamos más durante finales de agosto y septiembre.

El hecho de ser siete no lo vimos como un problema, sino como una virtud. Es un proyecto ingente, que abarca muchos temas y muchas áreas, algunas que, seguramente, desconocemos. Ahora mismo estamos trabando nuestra propuesta con la UIA, que tiene cierta inercia e intereses, y es un proyecto enorme. Así, ser siete es una ventaja, porque estamos empezando a estructurar y a entender qué podemos ofrecer. Teníamos una idea durante el concurso, pero ahora mismo estamos empezando a entender de qué se puede ocupar cada uno de nosotros, trabajando por parejas o por subgrupos. Somos como satélites independientes y complementarios en la tarea del día a día.

MAJH- Interpreto que, aunque los siete sois arquitectos, de generaciones similares, el camino os ha dirigido hacia la especialización, a la denominada diversidad profesional. ¿Sois siete muy diferentes y complementarios o estáis muy enfocados hacia los proyectos?

MB- Ahora somos muy de proyectos. Una de las ventajas de ser siete es que ninguno quiere dejar la práctica y dedicarse solo a esta tarea del comisariado. Creemos que será posible seguir participando en nuestros concursos, nuestras obras y seguir con todos los temas de nuestra profesión, del trabajo de despacho. Eso nos une. Todos los que estamos tenemos una práctica que nos mantiene ocupados.

Tomeu Ramis y Mariona Benedito, en un instante de la entrevista con iARQCO
Tomeu Ramis y Mariona Benedito, en un instante de la entrevista con iARQCO.

MAJH- Cuando me refiero a la especialización, quiero decir que quizás algunos se dirigen más a la vivienda y otros a otro tipo de proyectos.

TR- Más que enfocar nuestra labor por programas, porque hacer un equipamiento es similar a hacer una vivienda unifamiliar -desde el punto de vista de la conceptualización de estrategia no es muy distinto-, sí hay sensibilidades o afinidades distintas por temáticas, aunque todas tienen cosas en común. Es decir, no estamos hablando de un geógrafo, una antropóloga, un filósofo y un arquitecto que se juntan. Somos siete arquitectos, todos con práctica propia en cinco empresas -hay dos parejas que tienen empresa-, con implicación en la docencia, que implica investigaciones con una temporalidad más corta, por ejemplo, a través de workshops, exposiciones o, incluso, conferencias, como las que Mariona y yo estamos comisariando en la ETSAV. Son experiencias que saltan más allá de la práctica. Además, tenemos la investigación que hemos desarrollado en distintos momentos cada uno de nosotros, el último ha sido Pau Bajet que ha conseguido el doctorado en Londres hace unas semanas.

Hay sensibilidades o aproximaciones distintas. Y aquí sí que se podría adjetivar un poquito a cada uno de nosotros, desde cómo vemos la arquitectura, a qué campos nos interesan dentro de la construcción de conocimiento arquitectónico. Por ejemplo, me atrevería a decir que José Zabala está muy introducido en el mundo editorial, tiene un conocimiento profundo, muy centroeuropeo. O Pau Bajet, que estaría muy vinculado a las prácticas vinculadas al mundo anglosajón, porque se ha doctorado en Londres. Y tanto Mariona como yo tendríamos aproximaciones distintas, con más experiencia en eventos efímeros, según las prácticas que hemos tenido. Pero la experiencia de cada uno de nosotros hace que podamos aportar visiones complementarias desde experiencias y sensibilidades distintas.

MAJH- ¿La UIA marca directrices de cara a hacer la programación y cómo influye, si es así, en vuestro comisariado?

TR- Esto se está gestando ahora mismo. Hay un pliego de concurso, donde había unas directrices bastante abiertas y genéricas, que podíamos interpretar libremente, que es lo que hicimos porque no había ninguna consigna sobre otros condicionantes. Es cierto que la UIA ahora ha entrado en interlocución con nosotros y hemos tenido ya algunas reuniones.

MAJH- Es la primera vez que se ha organizado un concurso para designar el comisariado, pero también es disruptivo tener una identidad visual previa a tener una idea o un lema que defina el congreso. En este caso se ha hecho al revés, es decir, hay una identidad visual que nos está acompañando y que habéis heredado. ¿Os ha marcado en algo esta identidad visual previa?

MB- No. Pero es verdad que no estamos solos en esto, por lo que no podemos decidir solos. Hay una serie de interlocutores que tienen cosas que decir y a los que todavía no conocemos. Estamos empezando a vislumbrar que quizás tendremos que ceder en algunos planteamientos o cambiar un poco el guion. Pero no hemos tenido condicionantes previos, hemos sido totalmente libres a la hora de plantear nuestra propuesta.

Imagen gráfica del Congreso UIA 2026, a celebrar en Barcelona
Imagen gráfica del Congreso UIA 2026, a celebrar en Barcelona.

MAJH- Pero, por ejemplo, si ahora si mirásemos el congreso de Copenhague, se centró en las ODS, los objetivos y metas del desarrollo sostenible, y la identidad visual estuvo muy apoyada en ello. Aquí, de repente hay una idea visual en que la B y Barcelona son muy potentes, con lo cual, puede parecer que Barcelona será muy importante. En el caso de Copenhague lo importante eran las ODS, no la ciudad donde se producía, con lo cual no sé si os ha marcado el hecho de Barcelona, en positivo, en negativo o como premisa.

TR- Nos ha marcado sí, pero no quizá de la manera en que a lo mejor alguien podría pensar. Volviendo al tema del concurso, la UIA, desde que se constituye en 1948, cada dos o tres años ha nombrado una sede y designado unos comisarios, a los que ha sugerido una serie de condicionantes. Los comisarios han ejercido su labor para ese congreso en función de sus retos o preocupaciones, pero también incorporando los condicionantes que da la UIA. En nuestro caso, eso no ha existido. A partir de las bases del concurso, nosotros construimos nuestra propuesta.

En cuanto al tema del diseño, creo que ni lo hablamos en ningún momento. De hecho, solo dos de nosotros asistieron a las reuniones iniciales donde se presentó, el resto nos incorporamos después. Hicimos nuestra propuesta con una distancia, no sé si voluntaria, pero sí necesaria y fresca, para abordar la temática, sin la preocupación de intentar interpretar lo que parecía que nos venía dado.

MAJH- Utilizáis Barcelona como ‘laboratorio.

TR- Barcelona nos interesaba para dar respuesta a todas esas experiencias que estaban ocurriendo. Como en otros muchos lugares donde se había celebrado el Congreso de la UIA, Barcelona se convertía en una plataforma donde depositar otras arquitecturas, una excusa geográfica o de infraestructura para ubicar otras cosas. Si bien Barcelona también podría haber sido el lugar donde explicar sus bondades y sus virtudes, que tiene muchas, creíamos que no podíamos hacer eso. Teníamos que aprovechar el hecho de estar vinculados a la ciudad, de conocerla bien porque es donde trabajamos y proyectamos, porque llevamos muchos años aquí, para reconocer las carencias y los retos que tiene la ciudad, activarlas desde ese punto de vista. Y aquí es cuando aparece la palabra ‘laboratorio’.

MAJH- Dicho de otro modo, Barcelona es la excusa y el contexto que como equipo plural utilizáis, pero si fueseis de São Paulo haríais exactamente lo mismo, pero con esa referencia. Interpreto que aprovecháis la oportunidad de hacer una propuesta ‘local’, desde Barcelona, para pensar problemas globales que atañen a todo el planeta. Lo importante no es el lugar, sino lo que se hace como ‘laboratorio’.

MB- Sí, pero tampoco buscamos una receta de una medicina perfecta que se podría prescribir a São Paulo, Barcelona o cualquier otro sitio, pero sí la pregunta apropiada para detectar cuáles son esos retos y cómo se podría actuar.

Queremos aprovechar para invitar a profesionales, a pensadores, a gente de gran peso intelectual, aprovechar la UIA para utilizar Barcelona como este laboratorio en un lugar al que le duelen cosas y probar cuáles serían unas posibles respuestas a estas dolencias, que son las mismas que en São Paulo, pero quizá allí se aplicarían de otra manera.

TR- Esta era una premisa interesante para nosotros, porque, como equipo plural, queríamos evitar, como prioridad, sentar cátedra desde una ciudad que no podíamos asegurar que estuviera cerrada, terminada y perfecta. Por tanto, íbamos a trabajar desde la imperfección y la necesidad de conocer los retos, y hacerlo desde un equipo plural. Este trabajo plural también lo reflejamos en la comunicación, en la construcción de nuestro discurso en las comparecencias o entrevistas que estamos dando. No hay un solo interlocutor, queremos hablar varias personas del equipo. Queremos que este sea un trabajo plural y eso es un reflejo de un momento concreto no solo para nosotros, sino que en nuestro alrededor se está funcionando así.

MAJH- Probablemente sea consecuencia del mundo docente en el que os movéis, da la sensación que buscáis la misma respuesta que cuando se hace un doctorado, es decir, es un trabajo que no tiene un final, no está acabado. Dejas una herramienta para que alguien coja el relevo después y pueda continuar. Cuando todo el mundo pide las conclusiones, la gracia es que no hay conclusiones, sino que has aprendido más y tienes un camino más abierto para llegar a algún lugar. Defendéis esa posición de no dar nada por terminado, sino que es un punto de partida de algo.

TR- Eso es muy importante, porque, además, el laboratorio, que llamamos imperfecto, abierto, no concluyente, tiene vocación de ser un lugar en estado permanente de ebullición, con la asunción de preguntas acertadas o equivocadas y con respuestas acertadas o equivocadas, que va a tener un lapso de tiempo para ver cuál ha sido la labor de una serie de pensadores arquitectos comisariados por nosotros.

Pero también será muy importante entender que el laboratorio, que es otro equívoco de algunas preguntas que nos hacen, no se centra en Barcelona y su área metropolitana. Los límites de investigación, obviamente, van mucho más allá de Barcelona, porque si alguien habla del agua, no nos vamos a centrar en el Besós o el Llobregat, y si alguien habla de movimientos migratorios, llegaremos hasta Senegal o seguiremos hasta donde decidan los investigadores. La visión es planetaria, nos interesa mucho esa transversalidad que hay entre lo ultralocal y lo global.

MAJH- Voy a preguntaros por dos conceptos: 'reset by design' y 'learning by doing'. El primero surgió en la presentación del comisario, pero el otro no y, sin embargo, en el mundo docente se utiliza mucho ¿Es lo mismo o son dos cosas diferentes para vosotros?

MB- Yo creo que 'learning by doing' define algo más físico, poner cosas o conceptos en práctica. 'Reset by design' tiene un componente proyectual y el de la investigación que lo soporta, pero no tiene el de aprendizaje de las herramientas, como sí ocurre en el 'learning by doing', que estaría más basado en la prueba-error. No hay propuesta sin investigación, y viceversa.

TR- El ‘reset by design’ es una investigación propositiva, el formato final podría ser un texto o un dibujo. No significa que tenga que acabar dibujando 1:100 o 1:200 de un proyecto en una parcela, sino que, simplemente, esa investigación no suele ser descriptiva, sino propositiva. Esa investigación propone. El formato vinculado a la propuesta será lo que cada uno de los equipos de investigación va a proponer.

MB- Yo tengo más interiorizado el concepto ‘learning by doing’ a una experiencia primaria, donde cada uno es protagonista de su propio aprendizaje. En arquitectura, sería enfrentarse a los problemas de la construcción de un pabellón y aprender mientras lo haces, la acción se pone por delante. En cambio, en ‘reset by design’, la investigación y el proyecto tienen el mismo peso, porque ambas cosas se imbrincan, no existen la una sin la otra.

TR- Yo diría que en el ‘reset by design’ no hay un orden estricto, se van entrelazando, mientras que en el ‘learning by doing’ sí hay un orden donde la acción precede a la reflexión.

Tomeu Ramis y Mariona Benedito, dos de los miembros del equipo de comisarios de Barcelona UIA 2026
Tomeu Ramis y Mariona Benedito, dos de los miembros del equipo de comisarios de Barcelona UIA 2026.

MAJH- El resultado final no tiene por qué ser algo físico, puede ser un intangible. La arquitectura escrita o la dibujada también es arquitectura. Alguien que nunca haya construido puede sentirse perfectamente arquitecto y por ahí va vuestro enfoque.

TR- Desde nuestro punto de vista, sí, y además es un tema sensible sobre quién construye. Nosotros queremos tener una visión amplia sobre las cosas que están ocurriendo ahora. Construir conocimiento arquitectónico desde otros formatos que no sean solo construcción, se incluye; construir conocimiento arquitectónico desde formatos que son oposición, también.

MAJH- Lo habéis dicho antes: construir pensamiento arquitectónico, dando importancia al concepto construcción. ¿Qué pensáis de la palabra construcción? Se le han dado muchas connotaciones negativas, cuando debería ser algo positivo. Creo que hacemos un muy mal uso de determinadas palabras como sostenibilidad, innovación... Las gastamos tanto que probablemente cuando habláis de construcción no es lo que otros están pensando, en el sentido de que es lo que hundió en su momento la economía ¿Que es para vosotros construir?

MB- No queremos tener esa herencia ni ese peso. A mí me encanta construir. No queremos llevar esa losa de que somos los causantes de todas las crisis.

TR- Lo que interesa es el cómo se construye. Es verdad que construir está demonizado, porque arrastramos una herencia de una relación extractiva y no de simbiosis con el planeta.

MAJH- En vuestro discurso me vino a la mente una asignatura optativa de la ETSAB, que seguramente ya no existe, que era construir en lo construido. Ese mensaje lo incluís en vuestra propuesta.

MB- Es que construir no implica hacer edificios de nueva planta

MAJH- Pero hay mucha gente que cuando habla de construcción piensa en obra nueva, y es lo que, sin ser culpa nuestra, se relaciona con la crisis económica y climática.

TR- Es que como la construcción implica el vector tiempo, es lo que nos vincula al título de nuestra propuesta, Becoming.

MAJH- Este es el punto que quería tratar. Becoming puede tener el significado de devenir, que es una palabra preciosa. El devenir es algo que ha ocurrido, pero que también se puede provocar, es una transición, que es otra palabra clave. Estas dos palabras explican mucho de vuestra propuesta.

TR- Sí, Becoming es devenir, pero para nosotros implica la transformación cuidadosa de la realidad existente y cuando hablamos de transformación cuidadosa no significa solo la transformación del patrimonio construido o de las topografías o de aquello que es puramente visual. Por eso, la palabra construcción no tiene para nosotros esa acepción negativa, porque depende de cómo se utiliza.

Cuando construimos, cuando transformamos, cuando se produce esa transición cuidadosa, en realidad, nosotros estamos construyendo también la biosfera, transformamos esa biosfera. Eso es algo que ahora se sabe, pero hace 30 años no se percibía de la misma manera. No transformamos el patrimonio construido, las topografías, las topologías que uno puede ver en el entorno, sino que estamos transformándolo todo, nosotros somos constructores de la biosfera, y como tales, y hoy lo sabemos por la que nos está cayendo encima, entendemos las ramificaciones en políticas económicas y psicológicas que tiene el hecho de construir y transformar. Por tanto, construir sí, pero lo importante es el cómo se construye.

MAJH- Para la propuesta, ¿os ha influenciado algo de la Nueva Bauhaus, la habéis tenido en cuenta? ¿Habéis echado una mirada a nuestro pasado, el Congreso UIA 96, también en Barcelona?

MB- La Nueva Bauhaus, específicamente, no, aunque la conocemos, pero no ha sido un tema de discusión en ningún momento. El congreso de la UIA del 96 en Barcelona sí lo hemos estado revisando. Hubo cosas muy potentes entonces y un catálogo estupendo que estuvimos revisando para darnos cuenta de la cantidad de cosas que sucedían a la vez. De hecho, desbordó la ciudad. También hubo un concurso de estudiantes. Lo revisamos para tener en cuenta que debíamos hacer algo que estuviera, como mínimo, a la altura.

TR- De hecho, en el 96 yo fui voluntario. Entonces se abordaron una serie de temas que entonces eran contemporáneos y ahora también se van a abarcar temáticas contemporáneas, pero abordándolas de una manera distinta. En esta ocasión abrimos un proceso de investigación, no cerrada. En el 96 no fue tanto así, sino que se convocaron en Barcelona temas contemporáneos en ese momento que se abordaban a través de debates y exposiciones.

MAJH- En vuestra propuesta hay una ubicación muy precisa, el frente marítimo del Mediterráneo. Tenemos una visión muy bucólica del mar, pero hemos volcado todo lo ‘malo’ en él, pero que necesitamos como ciudad y sociedad. Ya lo habíamos hecho antes del 92, pero no lo hemos dejado de hacer. Todavía estamos discutiendo, por ejemplo, sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat.

MB- Nos gusta la imperfección de la línea de costa. Nos parecía que ilustraba muy bien esa idea de laboratorio imperfecto. Tenemos una ciudad que se conoce por su frente marítimo, pero esa línea de costa empieza en el Garraf y termina en Montgat, incluso más lejos.

Tenemos unos niveles de densidad urbana que nos han llevado a colonizar el territorio y que requieren de una serie de infraestructuras de mucho calibre. En esa franja marítima, justamente, hemos ido escondiendo la depuradora, plantas de energía, la desalinizadora, el aeropuerto, la zona Franca…

MAJH- Y también a nivel global, porque, por ejemplo, cuando hablamos de la 'nube', nos referimos a una cantidad de cableados que en realidad discurren bajo el océano. Estamos utilizando el océano como vertedero, pero más de lo que nos pueda preocupar lo que vemos, como los plásticos que flotan, por debajo también hay muchas cosas.

TR- Siempre hay esta doble acepción. Cuando hablamos de línea de costa, hay una aproximación pragmática sobre dónde colocar esas infraestructuras. Como arquitectos sabemos que hay que respetar las variables con todas sus complejidades. Pero siempre procuramos que haya una aproximación que tenga que ver con algo que construya contenido dentro de unas propuestas. Es un lugar donde caben miles de personas a lo largo de la costa, que queremos polarizar para que uno esté en contacto con esa acumulación de la historia de la ciudad. Es una aproximación conceptual a nuestra propuesta y que queremos cumplir, porque, entre otras cosas, nos acercamos a lugares como el Besós, que es un nuevo centro del área metropolitana, donde ahora mismo la pulsión no está solo en las turbinas y las chimeneas, sino por la industria que está alrededor. Es un lugar que está en permanente pulsión y seguramente es un lugar de los más ‘becomings’ que hay en Barcelona, de los que están más por devenir.

MAJH- Hemos hablado de la palabra tiempo, como transición, entender la arquitectura, no como photo finish, sino algo imperfecto, inacabado y construido a lo largo del tiempo.

TR- El tiempo es una palabra muy peligrosa porque cuando hablamos de ello desde la filosofía, cada filósofo puede tener una acepción o interpretación diferente. Por eso aparece en nuestra propuesta ese subtítulo donde decimos que ‘becoming’ es devenir, es decir, tiempo aplicado a la transformación cuidadosa -en cuanto a ‘cuidado’, con todo lo que implica hoy el concepto ‘care’- de la realidad existente, no como un lugar extractivo, sino donde se construye sobre lo ya construido y que al construir transformas no solo lo que se ve aquí, sino que lo que se ve más allá. Cuando hablamos de biosfera, nos referimos a ese entorno planetario, es esa transformación del tiempo. Las velocidades del tiempo son relativas, porque las velocidades geológicas son unas; es decir, qué significan dos años respecto a 5000 millones de años. En realidad, cuando hablamos de tiempo lo hacemos de una transformación cuidadosa, pero eso no implica que sea un proceso lento, eso es relativo.

MB- Por ejemplo, respecto a la línea de la costa nos parecía que el tiempo también se vinculaba a los retos más inminentes, como la subida del nivel del mar o las migraciones. Hay toda una serie de temas en esta línea de la costa que son retos inminentes por los que tenemos que estar preocupados.

MAJH- Algunos arquitectos han pensando edificios para una funcionalidad y un tiempo como si fuese eterno. A lo mejor tenemos que empezar a diseñar edificios que desde el momento cero puedan tener una transición futura.

MB- Quizás hay que tener estrategias para revitalizar edificios que no estaban pensados para tener otras vidas.

Acto de presentación del Comisariado del Congreso UIA 2026, celebrado en la sede del COAC el pasado mes de enero
Acto de presentación del Comisariado del Congreso UIA 2026, celebrado en la sede del COAC el pasado mes de enero.

MAJH- Pero para los nuevos edificios, ¿no deberíamos pensar también en ello?

TR- Sí que podría haber un cambio de paradigma donde más que definir programas pudiéramos definir condiciones que puedan ser reprogramadas según las circunstancias que puedan darse, como las condiciones bioclimáticas.

MAJH- En vuestra propuesta aparece el concepto del ‘Call to action’. Explicasteis que habrá mesas redondas, conferencias, workshops.

TR- Sí, de hecho, más allá de una proclama abierta y genérica, estamos diseñando distintos formatos que permiten vincularse a distintas llamadas, ‘open calls’ o acciones que inviten a participar. A través de esas llamadas pretendemos invitar a otros profesionales o a la ciudadanía para que haya una representación transgeneracional y transnacional. Por eso aparece la propuesta del workshop, algo que no viene dado por la UIA, y que queremos vincular a estudiantes de arquitectura y profesionales jóvenes para saber lo que piensan.

Los workshops los abrimos a estudiantes y a gente más joven. El concurso internacional lo vinculamos directamente al sector técnico y ahí invitamos a las universidades de todo el mundo a que exploren los seis ‘becoming’ en su contexto y entornos inmediatos. Lo que nos interesa es que haya pluralidad en la consumación de los ‘becoming’, desde el punto de vista geográfico y generacional, para evitar una respuesta única dada desde Europa y desde una franja de edad determinada.

MAJH- Queréis saltar a la acción ya.

MB- Sí. Este año ya queremos ver cómo empiezan las investigaciones, poniéndonos en contacto con determinadas personas en las que ya hemos pensado. Serán doce investigadores, dos por cada una de las áreas, no queremos una sola respuesta por cada becoming, y otros dos por cada workshop. Nos gustaría que esta investigación empezara en esas seis líneas estructurales que son los ‘becoming’ para poder encargar ‘Resets by design’ a esas dos personas por área.

TR- En total estamos invitando a 66 personas, once por ‘becoming’, pero si contamos los ‘open call’, seguramente podrán ser muchos más. De esos once, hay dos encargados del ‘reset by design; dos que lideran el workshop; dos que son agentes o antagonistas críticos, que debatirán en las mesas con los investigadores del workshop y del ‘reset by design’ y pueden ser de otras disciplinas, como filósofos, geógrafos…; tenemos también cinco invitados para conferencias al uso bajo el paraguas de cada “becoming”.

MB- Queremos también poder contactar con las escuelas de arquitectura para que ya a partir del próximo mes de septiembre incluyan en sus programas propuestas que se especializaran en algunas de las líneas, o transversalmente en todas, para apoyar el Premio UIA Unesco.

El tiempo pasa muy rápido y queremos inaugurar una expo y el catálogo previo al congreso. La intención es que aquellos que tengan interés puedan formarse en las investigaciones que se hayan hecho para sentarse en los debates plenarios y poder preguntar, aprender y participar activamente en ellos.

Los ‘becomings ¿Quién es quién?

  • Pau Bajet (Barcelona, 1988): Arquitecto (ETSAB-UPC). Doctor (2023) por la London Metropolitan University. Después de trabajar para David Chipperfield Architects en Londres, cofundó Bajet Giramé en 2017.
  • Maria Giramé (Vic, 1987): Arquitecta (ETSAB-UPC, Erasmus en la Aalto’s University School of Science and Technology, Helsinki). Profesora Asociada de Diseño Arquitectónico en la ETSALS-URL (2020 - actualidad). Co-directora de Quaderns d'arquitectura i urbanisme No. 274 (Primavera 2024). Cofundadora de Bajet Giramé en 2017, también tras trabajar con David Chipperfield Architects.
  • Mariona Benedito (Barcelona 1975): Arquitecta graduada por la ETSAB (Barcelona) en 2000. Profesora Asociada en el Departamento de Proyectos Arquitectonicos de la UPC desde 2003. Cofundadora del Estudio de Arquitectura MIM-A (2007-2020).
  • Tomeu Ramis (Palma Mallorca, 1974): Arquitecto (ETSAB-UPC con Erasmus en la TU-Delft). Cofundador de FLEXOarquitectura en 2002.
  • Pau Sarquella (Banyoles, 1986): Arquitecto (ETSAB-UPC, Erasmus en TU Delft). Profesor Asociado en EPS ARQ Girona (2020 - actualidad), y Professor Asociado en ETSALS Ramon Llull University (2020 - actualidad). Cofundador, junto a Carmen Torres, de Sarquella Torres, su estudio profesional.
  • Carmen Torres (Barcelona, 1986): Arquitecta (ETSAB-UPC, Erasmus en ENSA-Paris Malaquais). Profesora Asociada en el Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad Politécnica de Cataluña (ETSAV-UPC) desde 2019 a l’actualidad.
  • José Zabala Roji (Vitoria-Gasteiz, 1974): Arquitecto (ESARQ-UIC), editor de arquitectura y arquitecto técnico (EPSEB-UPC). Profesor Asociado del departamento de proyectos arquitectónicos en la ETSAV-UPC y de la Sam Fox School of Architecture, Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.

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