Una jornada profesional revela a los profesionales de la construcción todas las posibilidades del SATE
¿Qué grado de eficiencia energética se consigue en un edificio instalando un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE)? ¿Cuál es su coste? ¿Y su resistencia y mantenimiento? ¿Es compatible la instalación de un SATE con la preservación de la identidad de nuestros barrios y la diversidad del paisaje urbano? Estas y otras preguntas han tenido respuesta en la jornada profesional ‘SATE, una solución versátil para mejorar la eficiencia energética de los edificios’, organizada por el Observatorio 2030 del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y la Asociación Nacional de Fabricantes de Morteros y SATE (Anfapa) y celebrada en las instalaciones de Cosentino City.
Dirigida a arquitectos y a profesionales del sector de la construcción, en esta sesión se han abordado las posibilidades que ofrece este sistema de aislamiento de cara a la ‘ola de rehabilitación’ de viviendas y edificios impulsada con los fondos europeos Next Generation, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
El parque residencial en España está formado por 25,7 millones de viviendas de las cuales más de 10 millones necesitan ser rehabilitadas. Pero, además, más del 80% de los edificios existentes se sitúan en las letras E, F o G en términos de emisiones. Un porcentaje que se eleva al 84,5% de los edificios en el caso del consumo energético, mientras que los que tienen una calificación A no llegan al 0,2%. Estos porcentajes dan cuenta del reto que tiene que afrontar nuestro país para alcanzar la neutralidad climática en el año 2050, siguiendo los compromisos asumidos con la UE.
Marta Vall-llossera, presidentas del CSCAE, durante su intervención en la jornada profesional en torno a los beneficios del SATE en la construcción y rehabilitación actual.
Tras una breve bienvenida por parte del vicepresidente de Comunicación y Reputación Institucional del Grupo Cosentino, Santiago Alfonso, la presidenta del CSCAE, Marta Vall-llossera, ha valorado la necesidad de esta jornada de asesoramiento a los profesionales sobre la versatilidad del SATE. En concreto, ha destacado su “eficacia”, ya que con su instalación se consigue reducir el consumo de energía del edificio, entre un 30% y un 70%, y ha subrayado que “es importante que los profesionales de la Arquitectura estudien, con rigurosidad y caso a caso, cada edificio para conseguir un diagnóstico previo, que permita explorar la versatilidad de estos sistemas, optando por aquellos que respeten la esencia y características propias de cada proyecto, y evitar que se unifique y estereotipe la imagen de nuestros edificios y ciudades, optando siempre por intervenciones que apuesten por la calidad arquitectónica y el respeto por el entorno”.
Acto seguido, el gerente de Anfapa, Robert Benedé, ha remarcado, en su presentación, la necesidad de abordar la rehabilitación energética empezando por la reducción de la demanda. “Esto se consigue dotando a los edificios de una envolvente muy bien aislada que evite perdidas de energía. En definitiva, que se comporte como un termo y pueda mantener su temperatura de confort sin ‘enchufarse’ a ninguna fuente de energía, o lo mínimo posible”.
Una vez limitada la demanda, se podrán conocer las necesidades de calor y frío para el edificio y se le podrá dotar de instalaciones de alta eficiencia que, en la medida de lo posible, se abastecerán de fuentes de energía renovable y que estarán ajustadas a esas necesidades ya identificadas.
En cuanto la compatibilidad del SATE con la preservación del patrimonio arquitectónico y de la identidad de pueblos y ciudades, Benedé ha asegurado que “la obtención de un excelente nivel de aislamiento del edificio con la instalación de un SATE, no está reñida con los distintos tipos de arquitectura existentes en nuestras ciudades y, mucho menos, con sus núcleos históricos”. En este sentido, ha expuesto la amplia variedad de elementos que permiten reproducir, con todo detalle y fidelidad, las fachadas de tipo histórico, con sus impostas, recercados, aleros y demás elementos decorativos habituales en ese tipo de arquitectura.
De hecho, ha señalado la posibilidad que la capa de acabado de un SATE esté formada por un aplacado de ladrillo cara vista o cerámica, piedra o, incluso, un vidriado, manteniendo así todas las fachadas que, originalmente, tengan estos acabados.
Por último, ha detallado la variedad de colores y texturas de los acabados continuos de un SATE, que permite realizar diferentes combinaciones y dotar a las fachadas del dinamismo que el proyectista haya ideado. “En definitiva -ha resaltado-, el SATE está preparado para acompañar al arquitecto en su labor de diseño”.
Mesa de debate sobre las aplicaciones del SATE y su versatilidad.
Casos ejemplares
Durante la jornada profesional, se han compartido diferentes aplicaciones de SATE en edificios tanto en nuestro país como en el extranjero para visualizar la versatilidad de esta solución. En concreto, Benedé ha expuesto dos casos reales de ahorro energético que han sido monitorizados: uno en el barrio de Balsas de Ebro Viejo (Zaragoza), con el que se ha conseguido una reducción del consumo total en calefacción y aire acondicionado del 83%, en el caso de una vivienda intermedia y del 58%, para una vivienda situada en la última planta y cuya cubierta no se ha rehabilitado; y otro en Piedras Blancas (Asturias), cuya envolvente se ha rehabilitado por completo, fachada, cubierta y huecos, y donde se ha conseguido un ahorro del 64% en kw.h/m2.
Junto a estos ejemplos, el arquitecto Gorka Álvarez, socio y director de Diseño de Ruiz-Larrea Arquitectura, ha mostrado a los asistentes varios casos de obra nueva (Carabanchel, 34, Innova Torrejón y Easy Living Adelfas) y rehabilitación (Castellana, 19, y el hotel The Madrid Edition), ejecutados por el estudio en los que se ha instalado SATE y ha asegurado: “Dentro de toda la versatilidad en el uso de los acabados del SATE, es un sistema muy fácilmente combinable con otras posibilidades de diseño y muy plástico”.
Tras esta exposición se ha mantenido un diálogo con expertos, moderado por la directora del Observatorio 2030 del CSCAE, Ángela Baldellou, en el que han intervenido Laureano Matas, secretario general del CSCAE; José Almagro, presidente de la sección de SATE de Anfapa; Elvira López, coordinadora de la Red de Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación (Red OAR) del CSCAE; y Gorka Álvarez, de Ruiz-Larrea Arquitectura.
En el marco de la ‘ola de renovación’ de edificios, el secretario general del CSCAE ha recordado la acción y las distintas herramientas que el Consejo ha puesto a disposición de los Colegios de Arquitectos y de los profesionales colegiados, para posicionarse como gestores integrales de la rehabilitación y afrontar la descarbonización de las viviendas con garantías. Entre ellas, la formación y ha remarcado la utilidad de esta jornada para “conocer las posibilidades técnicas de los SATE, que va a permitir a los profesionales que puedan ofrecer soluciones adaptadas a cada edificio y a su entorno, junto a otras de carácter activo y pasivo, en función de los requerimientos normativos e identitarios de los inmuebles”.
El presidente de la sección de SATE en Anfapa ha hecho hincapié en la importancia de exigir siempre la instalación de un sistema completo con su correspondiente ETE (Evaluación Técnica Europea): “Es la garantía de la idoneidad del SATE y abre la posibilidad de obtener las pertinentes garantías por parte del fabricante. Lo contrario de lo que pasará si el mortero adhesivo es de un sitio, la placa aislante de otro y, así sucesivamente, instalando un sistema ‘Frankenstein’ que no nos ofrecerá ninguna garantía de prestaciones ni de funcionamiento”.
En cuanto a las características técnicas del SATE, la coordinadora de la Red de Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación (RedOAR) del CSCAE ha incidido en la importancia de que un profesional competente, como un arquitecto o arquitecta, estudie el caso concreto y proponga una solución específica, que puede ser un SATE, de espesores muy variables y que, además, puede tener muy distintos acabados.
“Lo que sí sabemos -ha advertido- es que, si queremos conseguir disminuciones de consumo que se acerquen al 30%, que es la exigencia actual para acceder a las ayudas de los fondos Next Generation para edificios, tendremos que superar los 10 centímetros de aislamiento casi con toda seguridad y acabar con puentes térmicos de toda la envolvente: no sólo fachada, también cubierta y cámara sanitaria, si la hubiera. La mejora de carpinterías combinada con la incorporación de aislamiento nos asegura el confort y el acceso a las ayudas”.
También el arquitecto Gorka Álvarez ha manifestado que, en materia de eficiencia energética, el mercado está evolucionando de una forma muy rápida para adaptar nuestras viviendas y edificios a los objetivos de descarbonización fijados por la UE. Sin embargo, ha dicho: “Estamos trabajando en un mercado, sobre todo, de rehabilitación, con muy pocos medios y comunidades de propietarios, con pocos recursos”.
Igualmente, durante el diálogo se ha dado respuesta a preguntas de los asistentes y de los profesionales, vehiculadas a través de la Red de Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación de los Colegios de Arquitectos.