Entrevista a Jesús Gallego, CEO y fundador de Adoras Atelier
Adoras Atelier es un taller de arquitectura multidisciplinar donde el diseño juega un papel importante, para la crear de espacios habitables, vivibles y, sobre todo, saludables. En definitiva, recuperar el sentimiento de pertenencia en las propias ciudades, mediante la naturalización de los espacios, donde el concepto sostenible deja de ser una idea holística, para materializarse en proyectos de nueva creación. Para Jesús Gallego, CEO y fundador de Adoras atelier, materializar ideas e ilusiones es clave para el éxito en cualquier propuesta arquitectónica.
¿Qué es Adoras atelier arquitectura?
En esencia somos un taller de arquitectura, un laboratorio de ideas, un equipo multidisciplinar que disfruta de su trabajo y comparte una serie de ilusiones, valores e intereses. Un lugar de encuentro que fomenta nuestra creatividad, donde nos enriquecemos con otras visiones y superamos desafíos que, de otra manera, serían difíciles de alcanzar.
Una de nuestras máximas en Adoras, es que las ideas están por encima de los procesos, lo que significa que damos prioridad a la libertad creativa y la innovación sobre las formalidades y las limitaciones convencionales.
¿Cuál es vuestra visión de la arquitectura?
Desde el inicio, nuestra arquitectura ha girado en torno a tres conceptos: mixticidad, emoción y futuro. La mixticidad es la diversidad, la propia como taller multidisciplinar y la de la sociedad en la que participamos. Abrazamos el intercambio y la diferencia, porque los puntos en común son más fuertes que cualquier idea individual. En segundo lugar, la emoción la relacionamos con ese valor que no cabe en los números ni en el significado de las palabras. Para nosotros es el arte que encierra la arquitectura, pero para los que habitan nuestros proyectos es el modo en que el espacio influye en su percepción del mundo. Y, por último, el futuro. Uno nunca construye para el presente. La arquitectura debe hacerse a futuro en todos los sentidos. Debe ser adaptable, para evolucionar y amoldarse a las necesidades de varias generaciones; debe ser un elemento de identidad para la comunidad. Incluso debe propiciar la existencia del futuro, a través de la sostenibilidad y las nuevas tecnologías y técnicas de construcción.
Adoras Atelier destaca por ser un estudio integral, donde no solo se vela por la construcción, sino que el interiorismo forma parte de vuestra seña de identidad.
Para conseguir profundizar en las emociones hay que trabajar mucho y definir hasta el último detalle. Por ejemplo, en nuestro proyecto de Nature invertimos mucho tiempo y esfuerzo en realizar múltiples pruebas de materiales, colores y disposición de las baguettes cerámicas, para lograr el efecto deseado de la luz en el interior de la vivienda y evocar la sensación de estar tumbado en la arena de la Playa de San Juan (Alicante).
Nuestra dedicación al detalle es lo que marca la diferencia entre un edificio anodino y un proyecto que logre emocionar a los vecinos y crear una experiencia de vida única.
Personalmente, no concibo el éxito de ninguna idea sin la perseveración de su autor detrás de ella para llevarla a su mejor expresión. Como arquitecto, es fundamental que luches por tus ideas y asumas la responsabilidad de llevarlas a cabo de la manera más fiel posible. Tu compromiso con el territorio y tu responsabilidad como arquitecto son aspectos clave para lograr el éxito y crear un impacto significativo en cada proyecto.
Hablas de las ideas como si fuesen una especie de entidad propia.
Creo profundamente en el mundo de las grandes ideas. Estamos donde estamos, gracias a esos pensadores que inventaron algo que antes no se concebía. Así que sí, se podría decir que la idea tiene mucho peso en nuestros proyectos y que tiene una fuerza propia que le da coherencia al todo. Recuerdo unas palabras de Peter Einsman en una conferencia que dio en Alicante donde dijo que: “los arquitectos no somos fácilmente absorbidos por el poder, que somos gente resistente”.
Hoy se habla mucho de la escucha activa, de la participación ciudadana, del debate abierto y, por supuesto, creo que es muy importante escuchar, pero igual de importante es la profundidad de una idea y de perseverar en lo que crees. La idea le da coherencia a todo. Detrás de todo proyecto siempre hay una buena idea.
¿Qué importancia se le da desde el estudio a la incorporación de la naturaleza en los hogares actuales?
Se le da mucha importancia. En mi opinión, la cuestión más importante de nuestra época es generar un sentimiento y una voluntad de ciudadanía, es decir, conseguir que las personas quieran vivir en las ciudades. Para ello, es fundamental desarrollar una adecuada infraestructura verde que conecte los núcleos urbanos con su territorio. Solo así, naturalizando los edificios y abriendo corredores ecológicos, lograremos que la vida en los suburbios deje de tener sentido y atraeremos a la población de la periferia al centro. Porque es aquí donde puede generarse un verdadero sentimiento de comunidad, donde el tejido urbano es también un tejido social y donde la optimización de los recursos minimiza la huella de carbono.
Somos conscientes de que conseguirlo no es tarea sencilla, porque implica un cambio de paradigma; desde el sueño americano de la casita con jardín, a un sueño compartido de una ciudad densa y verde. De la individualidad a la colectividad, pero sin negar la identidad de cada persona. Proponemos que las viviendas en altura tengan su jardín individual, pero también un jardín colectivo, que sería imposible en la casita del suburbio. En este sentido, estamos actualmente desarrollando un experimento habitacional en Calpe de ‘barrio vertical’ consistente en dos torres de dieciocho alturas con ciento tres viviendas. A la inmensa mayoría de las viviendas (¿o por qué no ‘chalets en altura’?) se accede desde una terraza o jardín privado al que se accede a su vez desde un jardín comunitario. ¡Esperamos poder verlo terminado muy pronto!
¿La industrialización ha venido para quedarse? ¿Cuáles son los sistemas que habéis empleado?
La industrialización viene existiendo en nuestros hogares desde la época del fordismo. En consecuencia, muchos elementos en nuestras casas como cocinas, lavabos, retretes y chimeneas, ya están altamente industrializados. La industrialización es un slogan que promueven muchas marcas, pero siempre ha estado muy presente en la construcción. Las partes de las viviendas que aún son artesanales y dependen de oficios tradicionales existen porque la humanidad rechazó ya en el siglo XX el estereotipo de vivienda y la reproducción en serie y los experimentos en este sentido de vivienda modular no progresaron.
En mi opinión, el desafío más importante radica en el hecho de que la industrialización no implique estandarización. Como seres humanos sensibles e individuales aspiramos a vivir en hogares que se adapten a nuestras necesidades y a los diferentes modelos de familia.
En Adoras atelier contamos con un departamento de I+D, que trabaja con nuevas tecnologías como la impresión 3D. Creemos que estamos muy cerca de romper esos límites y conseguir superar esos obstáculos históricos que tenemos, poniendo el foco en las personas. Estamos comprometidos en encontrar soluciones que combinen la eficiencia y la calidad industrial, con la personalización y la adaptabilidad a las necesidades individuales. Para nosotros, la solución pasa por industrializar los procesos, no las ideas. Que la tecnología trabaje al servicio de la creatividad y no al revés.
¿Hacia dónde se dirige el sector? Hay retos como la reducción de la huella de carbono y la falta de relevo generacional en la profesión. ¿Qué opinión le merece?
Creo que el tiempo se está acelerando demasiado en todas las profesiones. Lo veo como una vorágine que está llevándonos a una gran incomodidad y haciendo que se vuelva ‘raro’ encontrar a personas que, además de vivir de su trabajo, también disfruten mientras lo ejercen. Hoy en día, por desgracia, el trabajo ha dejado de ser un fin para volverse un medio.
La intensidad laboral actual, marcada por plazos cada vez más cortos y exigentes y unida al individualismo y la ‘alienación’ de la construcción, provoca que las nuevas generaciones no se sientan atraídas por el trabajo en general. Vemos que el trabajo ha perdido su carácter humano. Normalmente, los propietarios no conocen ni muestran interés por las personas que están detrás de la construcción de su vivienda, ya sea el arquitecto, el aparejador, el fontanero, etc.
Considero que el reto actual de la sociedad es recuperar la cercanía en las empresas y proporcionar los tiempos necesarios para garantizar, además de la calidad, unas condiciones laborales que favorezcan la calidad de vida de nuestra sociedad. Si queremos promover el relevo generacional y el compromiso de los profesionales, es necesario fomentar la creación de empresas más flexibles y cercanas basadas en principios ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno).
Hasta la fecha, ¿cuál es el proyecto de Adoras Atelier del que se siente más orgulloso?
Tengo la suerte de poder decir que me siento orgulloso de cada proyecto en el que hemos participado, ya que he aprendido mucho de cada uno de ellos. Durante estos 8 años, no hemos realizado un solo proyecto que no me haya entusiasmado. Además, hemos tenido la suerte de trabajar con promotores comprometidos con el legado que vamos construyendo con nuestro trabajo.
Nuestra motivación no se limita únicamente al aspecto económico, sino que también nos impulsa el deseo de dejar algo de lo que estemos realmente orgullosos y transmitir el concepto del atelier. No se trata solo de construir, sino más bien de transmitir nuestra visión del mundo a través de lo que construimos.
¿Qué proyectos de futuro puede adelantarnos?
Puedo adelantarles el inicio de una transformación emocionante del barrio de Mas de Can Clos en Barcelona. De la mano de Kronos Homes hemos desarrollado un proyecto que se compone de tres edificios situados estratégicamente en la ladera suroeste de Montjuic, que suman 122 viviendas y que revitalizará esta zona de la ciudad que tiene un enorme potencial urbano.
De la misma forma, estamos impacientes por anunciar la llegada del primer Eco-Village a El Verger, de la mano de Quadratia y Harbert. Un masterplan del que estamos muy orgullosos por su enfoque en la eficiencia energética y el concepto de coliving, a través de su amplia oferta de zonas comunes. En definitiva, estamos muy entusiasmados por ver el impacto positivo que estos proyectos generarán en sus comunidades.
Imagen del proyecto de transformación del barrio de Mas de Can Clos en Barcelona.