Más de 60 entidades del sector de la construcción se reúnen para definir el marco de acción de la regeneración urbana en España
El 31% de la población de Madrid vive en un área susceptible de regeneración urbana y solo es un ejemplo de las necesidades reales que tienen nuestras ciudades. Pero ¿qué es la regeneración urbana? ¿Cómo se aborda? ¿A quiénes afecta y quiénes están implicados? Todas estas preguntas constituyen el núcleo de trabajo del Task Force que el Observatorio 2030 del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) ha creado dentro del Grupo de Trabajo ‘Ciudad y Territorio en Transición’ para definir el concepto de ‘regeneración urbana’.
El objetivo es establecer un marco normativo de actuación en España que, articulando la colaboración público-privada, impulse la mejora de los entornos urbanos y su adecuación a los nuevos retos del siglo XXI, poniendo en el centro a sus principales beneficiarios: la población y la protección del medio ambiente.
El desafío es de tal envergadura que más de 60 agentes del sector de la construcción se han sumado a la llamada del Observatorio 2030 del CSCAE, para formar parte de este Task Force sobre regeneración urbana. Entre ellos, se encuentran instituciones como los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, el Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona; asociaciones empresariales y sectoriales, como el Colegio de Registradores de España; universidades y empresas como Acciona, Asemas, el estudio de arquitectura Chapman Taylor, Madrid Nuevo Norte, la CNC, la Fundación Laboral de la Construcción, CECU o Agrega, entre otras.
Imagen de la construcción del Task Force de regeneraci´ón urbana, que impulsa el Observatorio 2030 del CSCAE.
Durante la primera reunión del grupo, celebrada en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), la presidenta del CSCAE, Marta Vall-llossera, destacó que “la regeneración urbana constituye una vía para la recuperación económica, que garantiza un modelo basado en la sostenibilidad y en la integración de los aspectos sociales, económicos y ambientales de cada comunidad. Gracias a este grupo de trabajo, podremos analizar las barreras y oportunidades existentes y establecer la metodología necesaria, para poner en marcha proyectos piloto, que sirvan como ejemplo de buenas prácticas en materia de regeneración urbana”.
En este sentido, la directora del Observatorio 2030 del CSCAE, Ángela Baldellou, puso el foco sobre las alianzas que ha generado este grupo de trabajo específico sobre regeneración urbana: “Un reto de esta envergadura requiere una aproximación conjunta a nivel sectorial para implicar en el proceso a todos los actores de la cadena de valor, incluidas las administraciones, y así impulsar las medidas que hagan posible la correcta regeneración de nuestros entornos urbanos”.
Por su parte, el coordinador del Task Force, Felipe Iglesias, consultor urbanístico del bufete de abogados Uría y Menéndez y profesor de Derecho Administrativo en la Universidad Autónoma de Madrid, señaló que “para lograr nuestros objetivos tendremos que ser capaces de establecer parámetros claros de actuación, que nos permitan monitorizar los resultados, compararlos y poner en valor los beneficios de las acciones de regeneración urbana de cara a la ciudadanía”.
El primer paso, definir la cadena de valor de la regeneración urbana
El primer objetivo del Task Force es definir e identificar, con rigor, toda la cadena de valor implicada en la regeneración urbana -desde la ciudadanía a las Administraciones Públicas, las comunidades locales, promotoras inmobiliarias, entidades financieras, constructoras, organizaciones no gubernamentales, tercer sector y otras partes interesadas-, sin olvidar las fases del proceso y en qué momento interviene cada agente, así como las funciones que deben desarrollar y también sus interacciones con el resto.
Este es solo un primer paso para sentar las bases para el desarrollo de una compleja e intensa hoja de ruta que se extenderá durante los próximos meses. En este periodo, el grupo de trabajo celebrará otras dos dinámicas de grupo, tres jornadas y tres workshops o talleres. En ellos se identificarán barreras que puedan afectar a la regeneración de las ciudades, se definirán indicadores claros que permitan comparar y evaluar datos desde una perspectiva analítica y se establecerá la metodología que permita el estudio y la valoración completa de los proyectos piloto seleccionados, para ser puestos en marcha como ejemplos de buenas prácticas escalables.
Finalmente, todos estos esfuerzos conjuntos fructificarán en un informe global del Task Force, que recogerá todo el conocimiento adquirido y establecerá el marco de las buenas prácticas en materia de regeneración urbana en España.
Propuestas iniciales para superar barreras
En esta primera reunión, se detectaron una serie de barreras (tangenciales y transversales) relacionadas con la regeneración urbana, que harían necesaria la figura de un agente regenerador y de oficinas de regeneración, la importancia de incorporar la digitalización y una evolución tecnológica, la agilización de los procesos, una mayor transparencia e impulso público, que se incentiven las iniciativas vecinales de base, la colaboración público-privada, una visión integral de regeneración estratégica para integrar los ámbitos y áreas de actuación en la idea de ciudad, la mejora de mecanismos para lograr consensos, la necesidad de facilitar información y acompañamiento a la ciudadanía y la urgencia de establecer pautas que definan las reglas del juego, entre otras. Todas las propuestas iniciales se completarán con las de quienes no pudieron asistir al encuentro mediante una dinámica online.