Los EPI no son cacahuetes
Una de las funciones principales de la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Personal (Asepal) es y será siempre el formar e informar acerca de la normativa aplicable a los Equipos de Protección Individual (EPI) así como en orientar acerca de la correcta selección y uso de estos equipos. Esta labor se ha llevado a cabo no sólo entre las empresas que forman parte de la Asociación, las cuales están puntualmente informadas acerca de cualquier cambio o novedad del sector, sino también entre los usuarios finales de EPI, los cuales contactan con Asepal buscando información fiable acerca de la normativa aplicable a los equipos.
Somos conscientes de que conocer al detalle toda la normativa aplicable a los EPI, y dominar el arte de la correcta selección y uso de los equipos de protección individual no es fácil, pero las empresas miembro de Asepal son conscientes de que los EPI no son un artículo de consumo industrial más, los EPI constituyen la última barrera de defensa que se interpone entre la salud del usuario y el peligro que la amenaza, los EPI son como un escudo protector que nos protege de los peligros o de la muerte.
Este escudo protector es un elemento mucho más sofisticado de lo que pueda parecer a simple vista, ya que detrás de cada EPI certificado existe un proceso de pruebas y ensayos llevados a cabo por laboratorios independientes que verifican que el EPI se comportará como debe comportarse ante el peligro. Detrás de cada EPI hay una normativa y un proceso de selección que, de ser obviados, cuyo conocimiento es vital para que el equipo alcance los niveles óptimos de protección. Por ello, es absolutamente vital que todos los elementos de la cadena que va desde el fabricante hasta el usuario, tengan conocimientos precisos acerca de esta normativa y este proceso de selección. Los EPI no son cacahuetes, ni tuercas, ni tornillos: son elementos de seguridad de cuyo correcto comportamiento ante un peligro dependerá la vida o la salud de una persona.
Debido al papel crítico que juegan los EPI, el contar con fabricantes y distribuidores de equipos de protección individual que conozcan perfectamente la normativa y las características de los EPI supone una diferencia esencial a la hora de alcanzar los objetivos de salud y seguridad que deberían ser la principal prioridad de toda organización.
El que la inversión en salud y seguridad es fundamental para alcanzar los objetivos de cualquier empresa, es un secreto a voces que parece no haber calado suficientemente en nuestra sociedad. Pero es un hecho que aquellas empresas que integran el fomento de la salud y seguridad de los trabajadores en su estrategia empresarial consiguen unos niveles de productividad y eficiencia que les permiten estar más capacitados para competir en un mundo globalizado. Por ello, el fabricante y el distribuidor de EPI debe ir más allá de jugar simplemente el papel de ser un proveedor más, debe convertirse en un socio estratégico que permita a las organizaciones implementar prácticas de fomento de la seguridad y la salud en el trabajo como parte de una estrategia de éxito global.
Asepal, consciente de este papel crucial que juegan los fabricantes y distribuidores de EPI siempre trabajará para mantener informados a sus asociados acerca de las novedades que surjan en estos aspectos tan estratégicos en todo lo relativo a los EPI, y además, seguirá prestando su apoyo a todos los usuarios de equipos de protección individual.