AEPA prueba el nuevo calculador energético de puertas automáticas
En la hoja de ruta hacia la descarbonización, el sector de las puertas automáticas tiene mucho que decir. Muchísimo. La puerta juega un papel clave en la envolvente térmica del edificio y, como tal, conviene analizar las prestaciones que indica su correspondiente etiquetado energético de la European Door and Shutter Federation (EDSF). ¿Cómo se debe comparar los parámetros de diferentes productos? AEPA, Asociación Empresarial de Puertas Manuales y Automáticas, ofrece la siguiente pauta para ello.
La mayoría de las pérdidas energéticas de un edificio se producen a través de las puertas, que tienen un impacto decisivo en el mayor o menor consumo energético. En este contexto, existen diferentes parámetros de eficiencia energética que se deben observar con lupa:
- Transmisión térmica (U): se mide el flujo del calor a través de los materiales de la puerta. El coeficiente U se calcula según la norma EN 12428 e indica el aislamiento térmico de la puerta.
- Fugas de aire (L): conviene prestar atención a la permeabilidad al aire. El coeficiente L mide el intercambio de masas de aire entre el exterior y el interior cuando la puerta está cerrada. El viento, la diferencia de temperatura y el área de la puerta son algunos de los factores que influyen en este parámetro.
- Infiltración del aire (v): cuando la puerta está abierta, se produce un choque térmico que será más o menos considerable según el tiempo que esté abierta la puerta y el área que ocupa. La velocidad de los ciclos de apertura y cierre de la puerta es el factor clave para calcular el contraste térmico y la consecuente pérdida energética.
- Radiación solar (g-value): con una superficie transparente, la luz solar contribuye al aumento de la temperatura en el interior del edificio. No obstante, considerando que las puertas automáticas de acceso se sitúan al nivel del suelo, el impacto de la radiación solar es menor que a través de las ventanas.
- Consumo eléctrico (P): las puertas automáticas consumen electricidad tanto en stand-by (puerta cerrada) como en operación (movimiento de apertura o cierre). Este es un parámetro que también tiene un cierto peso en el cálculo de la eficiencia energética de la puerta.
- Radiación de onda larga (ε): es la radiación térmica electromagnética emitida por la puerta en forma de luz infrarroja. Es un parámetro de menor importancia.
Todos estos parámetros pueden compararse únicamente cuando los tres valores en el apartado ‘Door Classification’ son los mismos. Obviamente, no se pueden comparar puertas industriales correderas con puertas residenciales enrollables, dos productos con necesidades muy distintas.
El calculador energético online de EDSF, una revolución para el sector de las puertas automáticas
En la anterior imagen se puede apreciar la enorme utilidad de esta herramienta online: se han comparado tres casos de puertas residenciales en Madrid, Barcelona y Valencia. Tal como muestra el gráfico azul, el caso 3 muestra una menor evolución de pérdidas energéticas y, por lo tanto, es el más eficiente energéticamente.
Una vez se observan con detalle estas simulaciones de número de ciclos y pérdidas energéticas, queda patente la vital contribución de las puertas automáticas de acceso a la eficiencia energética del edificio. Fachadas y ventanas con un alto aislamiento térmico no tienen sentido sin una puerta en consonancia, de forma que se trata de un elemento primordial para reducir la huella de carbono del sector de la construcción.