La rehabilitación de fachadas de Durmi, tan elegante como funcional
“Pienso en la arquitectura como una posibilidad técnica de filtrar la luz, de atenuarla”. Estas palabras de Gae Aulenti (1927-2012), arquitecta y diseñadora italiana, inspiran al equipo de Industrias Durmi para aplicar una rehabilitación de fachadas tan estética como útil. Sus sistemas de protección solar ofrecen altas prestaciones de eficiencia energética y maximizan la vida útil del edificio. Con la sostenibilidad como pauta, su producto ofrece una maravillosa versatilidad en acabados y colores: estos son los casos de éxito que lo demuestran.
El sector de la construcción vira hacia la renovación de aquellos edificios ineficientes energéticamente. El problema se agrava al poner la lupa sobre España: el 80% del parque inmobiliario del país cuentan con las etiquetas de menor eficiencia energética (E, F y G). La vivienda de obra nueva ha pasado a un segundo plano para centrarse en una reforma tan necesaria. En este contexto, las lamas y celosías de Industrias Durmi tiene un peso cada vez mayor en la rehabilitación de fachadas.
Para reducir la huella de carbono del sector, una de las claves es confiar en la protección solar en fachadas. Este tipo de sistemas alargan la vida útil del edificio y presentan los siguientes seis beneficios:
- Ahorro energético. Las lamas bioclimáticas de Durmi permiten regular la entrada de iluminación natural a las estancias interiores de la vivienda, según las preferencias del propietario y las necesidades del día. El grado de eficiencia energética es cada día más imprescindible para los proyectos de arquitectos y prescriptores. Una necesidad que Durmi está cubriendo en centros educativos, edificios administrativos, bloques de pisos…
- Ventilación natural gradual sin sufrir un choque térmico. Las lamas y celosías de Durmi son productos con un óptimo rendimiento: aportan el confort térmico necesario y mantienen ventilados en todo momento los espacios interiores. Sin las lamas bioclimáticas, la ventilación suele venir acompañada de un contraste térmico excesivo.
- Protección solar de la fachada, un aspecto clave que determinará si pasados unos años el edificio necesita o no una reforma. Tanto sus lamas de aluminio como de madera son una garantía de resistencia a la exposición solar.
- Estanqueidad total a cualquier inclemencia meteorológica, desde la lluvia y la nieve hasta las fuertes ráfagas de viento.
- Ahorro económico. El hecho de poder gestionar la entrada de luz solar y la ventilación natural del espacio interior contribuye al ahorro en términos económicos. Los edificios que cuentan con su producto en su fachada prescinden, la mayoría de los días, de los costosos sistemas de climatización.
La salud de las personas, sexto beneficio de la rehabilitación de fachadas
Se elogia mucho la arquitectura moderna por cuestiones de estética, creatividad y eficiencia energética. No obstante, no hay que olvidar el elemento más importante de la ecuación: la influencia del edificio en la salud de las personas. Andimat, la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes, alerta que la envolvente térmica del edificio “incide directamente en el bienestar y en la calidad de vida de las personas”.
Desde Industrias Durmi suscriben este mensaje y tratan de involucrar este dato en su proceso de producción. En el contexto de la rehabilitación de fachadas, trabajan duro para que sus lamas bioclimáticas contribuyan a la correcta ventilación natural y a la calidad del ambiente en los espacios interiores.