La AEA presenta la estrategia del sector para una menor dependencia de mercados energéticos
La situación energética actual y de futuro está obligando a marchas forzadas a tomar medidas a favor del ahorro energético, la búsqueda de nuevas fuentes de energía y la creación de infraestructuras dirigidas a obtener energías verdes. Un proceso en el que las industrias del aluminio llevan años inmersas, plateando distintos proyectos dirigidos a crear un sector que funcione con el mayor volumen posible de energías verdes, haciéndolo menos dependiente de energías fósiles y de los mercados energéticos, como exponen desde AEA, la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie, que representa a más de 600 empresas del sector.
Jon de Olabarria, secretario general de AEA, explica que “el sector del aluminio español lleva tiempo invirtiendo en investigación y mejora tanto de sus procesos productivos, como en la búsqueda de nuevas fórmulas para obtener las energías necesarias para su funcionamiento. Todo ello dirigido a hacer que la del aluminio sea una industria cada vez más descarbonizada y menos emisiva. Algo que, además, nos hará fuertes frente a la volatilidad de los precios de la energía y al incremento de sus costes, como a los que estamos asistiendo en los últimos tiempos”.
Dentro de AEA, explica de Olabarria, hay asociados que están desarrollando infraestructuras de gran envergadura que harán que el mayor aporte energético provenga de energías verdes. Por ejemplo, con energía hidroeléctrica -a través de saltos de agua-, y eólica. “Dónde y cómo se produce el aluminio y de dónde se obtiene la energía para ello, importa. Y esta ha sido y seguirá siendo nuestra línea de trabajo hasta lograr un sector descarbonizado”.
Además, el ‘Plan Tractor’ presentado por AEA también contempla el aprovechamiento de la energía solar para el funcionamiento del sector, para lo que espera instalar un elevado número de placas solares. Solo los recintos pertenecientes al sector de la transformación del aluminio cuentan con una superficie total aproximada de 160 hectáreas de tejados en todo el territorio nacional, superficie equivalente a la del polígono industrial de Cobo Calleja -el más grande de Europa-. “Se trata de una gran superficie sobre la que están instalando cada vez más placas solares cuya energía se consume directamente en el funcionamiento de las industrias”.
Y es que ‘aluminio sostenible’ para AEA y sus empresas asociadas ya no solo significa abanderar un producto 100% reciclable infinitas veces, sin perder ni sufrir una merma en sus propiedades. “El del aluminio es un sector que ya está inmerso en la circularidad, lo que nos permite dar un paso adelante y subir un escalón para mejorar las prestaciones de nuestro sector, logrando ser todavía menos emisivos, descarbonizándonos, y haciéndonos menos dependientes energéticamente”, señala Armando Mateos, presidente de AEA. Solo desde 1990 el sector del aluminio en Europa ya ha logrado una reducción del 55% de las emisiones directas de CO2.
“El mundo cada vez demanda más materiales y productos. Pero esta demanda no se puede cubrir a cualquier precio. Se necesita más cantidad, pero más sostenible: materiales y productos producidos con bajas emisiones, que duren más tiempo, y que sean reciclables al final de su vida útil. En definitiva, suministros más verdes, producción más verde, y productos más verdes”, concluye Mateos. Así, es esta la hoja de ruta del sector para los próximos años.