Las nuevas tendencias en construcción sostenible y sus retos futuros
El Instituto Eduardo Torroja de Ciencias de la Construcción, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IETCC-CSIC), acogió el pasado mes de junio la jornada abierta para pymes ‘Nuevos requerimientos que afectan a las empresas del sector de la fachada y ventanas’, donde diferentes expertos analizaron las tendencias de las nuevas exigencias reglamentarias, los retos de las empresas del sector de la fachada y la ventana así como la preparación que deben tener los trabajadores para responder a dichas exigencias. El evento, que respondía al objetivo de Construye 2020+ de involucrar a las pymes en un mercado de la construcción más sostenible -ya que suponen casi el 99% de las empresas del sector, según recoge el Informe sobre el sector del 2018 del Observatorio Industrial de la Construcción-, fue organizado por el Instituto Eduardo Torroja, con la colaboración de la Fundación Laboral de la Construcción y la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas ligeras y Ventanas (Asefave).
“Se impone la eficiencia energética en los edificios. Evitar los peligros del cambio climático es el principal objetivo: tenemos que conseguir cero emisiones y dirigirnos hacia los Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN) para poder cumplir así con las nuevas exigencias europeas”. Con estas palabras dio la bienvenida el director del IETCC.CSIC, Ángel Castillo, a los asistentes a la jornada en la que se analizaron y debatieron puntos tan relevantes como las nuevas tendencias en la construcción sostenible; el avance hacia la industrialización del sector y la digitalización de la gestión de la obra a través de sistemas como BIM (Building Information Modelling); los retos que plantea para los profesionales y las empresas el cumplimiento de las nuevas exigencias reglamentarias en materia de eficiencia energética, la normativa vigente y el Código Técnico de la Edificación (CTE); las necesidades de formación para los profesionales y la importancia de la misma para el reconocimiento de los trabajadores del sector de la construcción.
Sobre el primero de los puntos (Nuevas tendencias en construcción. Industrialización y BIM) se encargó de hablar José Antonio Tenorio, ingeniero de Caminos y científico titular del Grupo de Investigación de Construcción Avanzada y Sostenible del IETCC. CSIC.
Hacia la industrialización de productos y procesos
Tenorio comenzó su discurso incidiendo en que “se está produciendo un cambio en el mundo de la construcción y debemos adaptarnos” y recordó que, realmente, ya estamos inmersos en el mundo de la industrialización. “Todo se está informatizando, digitalizando, robotizando… Antes era raro ver robots y ahora es raro no verlos. En concreto, en el mundo de la construcción, los productos sí están industrializándose, pero falta por industrializar los procesos y eso es precisamente lo que vamos a ver hoy”, afirmó Tenorio explicando, a continuación, por qué se industrializa.
Según el experto, existen varias razones para ello como las indefiniciones entre el proyecto y la obra, la descoordinación, los defectos de calidad en el control de procesos, pasar de la ejecución artesanal a la tecnificación (aunque Tenorio recordó que no hay porqué acabar con la ejecución artesanal “ya que habrá ciertos módulos que tendrán que desarrollarse así, pero todo lo demás tiene que estar industrializado”) y, sobre todo, el ahorro de tiempo que se consigue con ello.
¿Y dónde está el valor? Tal y como señaló el científico titular del Grupo de Investigación de Construcción Avanzada y Sostenible del IETCC. CSIC, industrializar los procesos se traduce en un aumento de la productividad, en la disminución de riesgos tanto laborales como los posibles defectos de edificación y en potenciar la innovación en el sector, lo que repercute en un descenso de los precios y en un aumento del rendimiento y de mano de obra cualificada. “Nos encontramos en un entorno de recuperación de la crisis, de un incremento de las prestaciones de los edificios y de escasez de mano de obra cualificada. Por ello, para esta construcción del futuro existen dos herramientas clave: la industrialización y el BIM”, reivindicó.
En esta línea, Tenorio recordó que para esta construcción del futuro hay que pensar distinto y responder a los retos de la sociedad con las herramientas actuales y mediante la innovación. “Industrializar no es lo mismo que prefabricar. BIM es un entorno en el que la información fluye entre todos los agentes gracias a la incorporación de la tecnología permitiendo así que todos los proyectistas puedan tener toda la información desde el inicio. BIM permite precisión, calidad, control y también innovación, ya que mediante estas herramientas se pueden conseguir entornos que no se han logrado nunca. En definitiva, tenemos que dirigirnos hacia la industrialización de productos y procesos”, sentenció.
Retos de la eficiencia energética, normativa y Código Técnico
A continuación, el arquitecto perteneciente a la Unidad de Calidad en la Construcción del IETCC. CSIC, Enrique Larrumbide, abordó el tema energético y de la ventana como elemento principal de confort. Para ello habló de los objetivos nacionales e internacionales como la Estrategia Europea 2020 (20% de reducción de emisiones GEI; 20% cuota de energías renovables; 20% mejora de eficiencia energética); el Marco sobre Clima y Energía para 2030 (40% reducción de emisiones GEI; 27% cuota de energías renovables; 27% mejora de eficiencia energética) y la Hoja de Ruta hacia una economía hipercarbónica competitiva en 2050 (hay que conseguir un 60% de reducción de emisiones GEI en 2040 y un 80% para 2050 mientras que los edificios tienen que tener una reducción en torno al 90%).
A continuación, Larrumbide habló de la envolvente y la ventana en la nueva normativa y repasó el esquema regulatorio abordando las principales diferencias entre el DB HE 2013 y el DB HE 2017/2018. En esta línea, habló de la calidad mínima de la envolvente asegurando que un factor muy importante es la Transmitancia Térmica (U). “Hay un nuevo indicador que podría establecer que la envolvente está cuidada (coeficiente K) y factores que están basados en la compacidad: V (m3)/ S (m2). En la nueva normativa se establecen unos valores para la transmitancia térmica de las carpinterías” pero, según afirmó Larrumbide, “el gran elemento nuevo que aparece en la nueva normativa es el control solar del mes de julio”, ya que hay que evitar que los edificios tengan sobrecarga térmica en el periodo de verano, fundamentalmente en el mes de julio.
Resumiendo, lo más básico que dice la nueva normativa desde el punto de vista de la envolvente, es que hay que disminuir la permeabilidad del aire, conseguir un buen aislamiento y controlar el factor solar.
A continuación, el experto habló de la ventana como elemento de acondicionamiento. “La ventana, además de ser un elemento de diseño importantísimo -recordemos algunas ‘ventanas ilustres’ como la ventana de ‘El Capricho’ de Gaudí- controla el sol como elemento de acondicionamiento muy importante”, recordó el arquitecto perteneciente a la Unidad de Calidad en la Construcción del IETCC. CSIC, señalando otros elementos muy importantes para cuidar como la unión entre la ventana y el muro.
“Realmente le sacamos poco partido a toda la carga solar que tenemos cuando es un factor importantísimo tanto para refrigerar como para calentar. Hay que apostar por la tecnología en la construcción, por soluciones técnicas que nos hagan tener un mayor confort interior. En definitiva, densibilidad, tecnología, construcción y diseño son los elementos importantes a tener en cuenta en la Arquitectura y, sobre todo, en elementos tan importantes como la ventana”.
Necesidades de formación para los profesionales. Oferta disponible.
Sobre esta materia se encargó de hablar el director de Asefave, Pablo Martín, quien manifestó que “cada vez más, nos dirigimos hacia puestos más específicos, por lo que la formación de amplio espectro debe ser complementada con un aprendizaje más focalizado”. También recordó el acuerdo firmado por dicha entidad con la Fundación Laboral de la Construcción, en 2018, con el objetivo de actualizar las competencias profesionales de los instaladores de carpintería exterior a través de un curso práctico, de 8 horas, para impulsar la cualificación de dichos profesionales conforme a los requisitos normativos exigidos en términos de calidad, confort y prevención de riesgos laborales.
La importancia de la formación y su reconocimiento en los trabajadores del sector de la construcción
Por su parte, Javier González, responsable de Proyectos Internacionales de la Fundación Laboral, defendió la importancia de mejorar la formación desde un punto de vista tecnológico y del reconocimiento de ésta en los trabajadores. Para ello, el consorcio del proyecto -compuesto por entidades nacionales- trabaja en la creación de un sistema de acreditación, a través del cual se ponga en valor y se reconozca a los profesionales que trabajen de acuerdo a una construcción sostenible, lo que repercutirá en una mayor confianza de los usuarios de viviendas a la hora de realizar trabajos de rehabilitación.
Para finalizar la jornada, se celebró un coloquio en forma de mesa redonda en la que se destacó, entre las principales conclusiones, la funcionalidad de las ventanas como elementos integrados en las fachadas con el objetivo de que ambos componentes actúen como un todo al servicio de la mejora de la ventilación, la luminosidad, la prevención de ruidos y del aislamiento de los edificios. Además, se trató el uso insuficiente que se le está dando por parte del sector a la carga solar -que beneficiaría las condiciones térmicas y energéticas de las viviendas-, y la demanda de los empresarios de trabajadores cualificados.