¿Ejemplo para España? Irlanda comienza a demoler ciudades fantasma
Según los datos del Gobierno recogidos por la agencia Bloomberg, en Irlanda hay alrededor de 1.850 proyectos urbanísticos sin terminar, herencia del pinchazo de la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008.
"Hay algunos lugares donde la decisión más sensata que se puede tomar es demoler", explicó la ministra de Vivienda, Jan O´Sullivan, en una entrevista con la agencia. "Si nadie quiere vivir en ellos, entonces lo más práctico que se puede hacer es demoler lo que hay ahí".
Las denominadas ciudades fantasma son una de las cicatrices más visibles del crack inmobiliario que ha asolado buena parte de occidente. En el caso de Irlanda, ha dejado un dato escalofriante: alrededor del 15% de las viviendas del países están vacías.
Estas ciudades, además, tienen sus peligros. Un niño de 2 años que deambulada por un edificio sin terminar murió en febrero pasado al caer a una piscina de un complejo sin terminar. El derribo de la primera promoción, que se realizó el pasado miércoles, fue por razones de seguridad: una casa cercana sufrió una explosión causada por el alcantarillado a comienzos de año.
"La gente que compró un sueño heredó una pesadilla", explicó Peggy Nolan, una abogada de Longford, lugar del derribo. "Los contribuyentes han pagado suficiente; por lo que a mí respecta, los promotores deberían sentirse avergonzados".
En Irlanda, más de 550.000 viviendas fueron construidas entre 1996 y 2005 en un país de 4,5 millones, mientras la construcción duplicaba el ritmo del resto de Europa. Ahora mismo, unas 294.000 viviendas permanecen vacías, los precios se han reducido a la mitad, aunque en Dublín la caída desde máximos es del 64%, según la agencia inmobiliaria Lisney.
"No hubo una planificación apropiado, no hubo un control apropiado y no hubo una regulación apropiada de las instituciones financieras", explicó la ministra O´Sullivan. "Hemos aprendido una lección muy saludable y muy dura".
El NAMA, la agencia pública de gestión de activos creada en 2009 para que la banca purgara sus activos más tóxicos, controla o está ligada a aproximadamente el 10% de las propiedades. O´Sullivan está tratando de reunir a promotores, autoridades locales, bancos, residentes y a la NAMA para formular planes para cada urbanización y desarrollo urbanístico.
El Gobierno espera que los proyectos que estén "sustancialmente completados" se terminen para salir al mercado o sean utilizados para viviendas sociales. Otros serán demolidos y volverán a ser para otros usos, como granjas. El plan es "deshacerse de este borrón en nuestro paisaje y este borrón en nuestras comunidades", dijo la ministra.
Fuente: El Economista