El proyecto europeo SHAR-Q optimiza el almacenamiento de energía
Atos ha presentado los resultados del proyecto europeo SHAR-Q, que ha liderado y coordinado durante 3 años, cuyo objetivo es optimizar los sistemas de almacenamiento de energía e integrarlos en las redes eléctricas.
SHAR-Q mejora el aprovechamiento de fuentes de energía renovables y maximiza la eficiencia de los modelos de negocio asociados, al asegurar la reducción de costes en cada fase de la cadena de valor de la energía: generación, almacenamiento, distribución y consumo.
Tres pilotos
Para su validación, la plataforma se desplegó en tres escenarios piloto: un laboratorio solar en Portugal, orientado a la producción renovable distribuida con capacidades compartidas de almacenamiento; una Comunidad de productores-consumidores en Austria con foco en la colaboración y compartición de recursos energéticos; y una instalación en Grecia centrada en servicios relacionados con movilidad eléctrica.
El análisis de los procesos de negocio energético permitió la definición y desarrollo de los requerimientos funcionales en modelos basados en la integración e interoperabilidad como la gestión distribuida de la flexibilidad, la colaboración entre sistemas de almacenamiento y el gestor de la red de distribución y la colaboración de vehículos eléctricos y gestores de fuentes renovables y los mercados de energía ‘peer-to-peer’.
Desde la perspectiva de sostenibilidad de la plataforma, los resultados de validación analizados permiten establecer requerimientos mínimos de interoperabilidad e integración en mercados locales de energía basados en colaboración. Estos mercados se lideran y promueven en el ‘Green Energy Package’ de la Unión Europea y están alineados con la gestión eficiente de operaciones de activos energéticos.
Según Andrea Rossi, Head del Mercado de Energía, Movilidad y AI del grupo de I+D de Atos, “el objetivo del proyecto se ha centrado en mejorar la capacidad de transformación digital de grandes comunidades (ecosistemas locales). Los resultados se aplicarán a otros proyectos de I+D para mejorar el alcance y las capacidades de las funcionalidades, y flexibilizar y balancear todos los aspectos relacionados a la cadena de valor del sector energético”.
Además del desarrollo técnico, el proyecto SHAR-Q ha contado con el apoyo y representación de importantes agentes europeos del sector energético, cuyo soporte ha sido clave para garantizar la coherencia de los resultados del proyecto de acuerdo con las expectativas y necesidades del mercado. Por su parte, el comité asesor aportó su valoración en momentos críticos del desarrollo del proyecto, lo que ha permitido orientar los resultados finales a un entorno real y así mismo, analizar nuevos procesos de colaboración entre los diferentes actores de la cadena de valor de la energía.