La industria de alimentación y bebidas, un sector responsable y comprometido
Por todos estos motivos, la industria de alimentación y bebidas es el primer sector industrial del país, una posición que año tras año ha consolidado gracias al esfuerzo y la implicación de las empresas y del medio millón de trabajadores que componen esta gran familia.
“Somos un sector consolidado, estable y estratégico para España y tenemos el papel fundamental de proporcionar productos seguros y de calidad. Innovación, sostenibilidad y talento están presentes en el día a día de las empresas y componen su mejor carta de presentación”, señala Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB.
La industria de alimentación y bebidas y su peso económico y social en España
Hablar de la industria de alimentación y bebidas en España es hacerlo de un sector que contribuye cada día al desarrollo económico y social, que representa el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) español y el 16% del total de la industria. Su producción se situó en 2018 por encima de los 116.000 M€, siendo imprescindible en la aportación de valor al conjunto de la economía.
El sector mejora su capacidad empleadora. Con 506.000 trabajadores en el primer semestre de 2019, según la EPA, sigue generando puestos de trabajo y las cifras reflejan un mercado laboral caracterizado por una tendencia clara hacia la contratación indefinida y a jornada completa. Debemos destacar el avance del empleo juvenil, que supone cerca de un tercio de la ocupación total del sector al cierre del primer semestre del año. Además, uno de cada tres ocupados en nuestra industria es mujer, cifra superior a la ocupación en el conjunto de la industria manufacturera.
En total, el sector suma más de 31.300 empresas activas, una estructura que mejora su dimensión con un significativo avance del 8% y el mejor registro obtenido en los últimos diez años. Este importante avance en el número de operadores también se ha reflejado en el progreso de la dinamización del sector, que en 2018 mejoró con respecto al año anterior al verse incrementado hasta en un 14% las grandes empresas que cuentan con más de 500 trabajadores.
Si pensamos que nuestra actividad no está sujeta a una zona geográfica en particular, sino que está presente en todo el territorio, podemos imaginar la capacidad de la industria para generar riqueza, especialmente en el entorno rural donde se asientan la mayoría de ellas. De hecho, España cuenta con más de 340 registros de calidad diferencia de DOP, IGP y ETG.
España ante el mundo: sus alimentos y bebidas como mejor embajador
Las ventas internacionales volvieron a superar los 30.000 M€ en exportaciones (30.470 M€) en 2018. La actividad de la industria en el mercado internacional sigue manteniéndose como pilar de desarrollo para el sector y la economía nacional y permite seguir hablando de saldo comercial positivo por valor de 8.025 M€, acumulando así once años de superávit en la balanza comercial.
Como muestra de la competitividad de España en el mercado internacional, nuestro país escala un nuevo puesto en el ranking exportador y se sitúa como la 4ª economía de la Unión Europea tras superar a Italia.
Dos tercios del total de las exportaciones se destinan a la UE que se mantiene como nuestro primer socio comercial, encabezado por Francia (4.783 M€) y seguido de Italia (3.642 M€), Portugal (3.413 M€), Reino Unido (2.037 M€) y Alemania (1.857 M€). Fuera de la UE, Estados Unidos se destaca como primer destino extracomunitario, alcanzando un valor de 1.728 M€. Le sigue China con más de 1.067 M€, Países Bajos (905 M€), Japón (848 M€), y Bélgica (654 M€). Hay que subrayar el significativo avance de Filipinas, quien ha aumentado 8 puestos en el ranking y se sitúa dentro de los 20 primeros países de destino.
Cultura, tradición y reconocimiento
Hablar de alimentación es hablar de identidad. Nuestros productos son el reflejo de la calidad y variedad de la dieta y la gastronomía españolas, valores que les han merecido el reconocimiento internacional. Una oferta que actúa como el mejor embajador de España y que se complementa con el reconocimiento de nuestros chefs por todos los rincones del mundo. Nuestra gastronomía seduce a los más de 80 millones de turistas que cada año visitan nuestro país y por ello también es un importante reclamo en los lineales de muchos países del mundo.
Tenemos como objetivo convertirnos en la despensa del mundo, y en este sentido valoramos la implicación y competitividad de las empresas de la industria alimentaria que han hecho posible este escenario. Ellos han sido los responsables de situar al sector en una posición vanguardista a la hora de cambiar la mentalidad e interiorizar estratégicas la exportación y la internacionalización.
Pero además es un elemento intrínseco a nuestra cultura, a nuestras celebraciones y a nuestro modo de ser. La alimentación está siempre presente en todos los momentos y celebraciones relevantes de nuestra vida. Por todo ello, no queremos ni podemos dejar de reivindicar el potencial de la alimentación y las bebidas y recordar y hacer valer ese placer que, sin duda, es uno de los mayores logros de este sector.
Sector comprometido y responsable
Pero alimentación también es hablar de compromiso, principalmente hacia el consumidor. El sector está volcado en su bienestar y salud, por ello, las empresas se han comprometido a innovar y en la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y ha adquirido la responsabilidad de reducir el contenido de sal, azúcares añadidos y grasas saturadas en más de 3.500 productos, que en el promedio de la cesta de la compra aportan el 44,5% de la energía total diaria. Es un ejemplo de la colaboración público-privada para impulsar una oferta alimentaria más saludable y que responda a las demandas de los consumidores.
El sector de alimentación y bebidas tiene entre sus objetivos liderar la transformación de una industria sostenible e incorporar el factor medioambiental como central en sus modelos de negocio, apoyándose en las oportunidades que ofrecen para ellas los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se ha demostrado que la industria es capaz de formular soluciones eficientes, planteando un equilibrio entre eficiencia, expectativas sociales y medio ambiente. Hacer estos avances accesibles para el resto de empresas es evidenciar que en el futuro, competitividad y sostenibilidad caminan de la mano.
Un pilar fundamental en el desarrollo de estos productos es la innovación. En los últimos años se han puesto en marcha diferentes iniciativas para lograr nuevos formatos, nuevos productos, más posibilidad de elección, sistemas de producción sostenibles y que sigan garantizando la calidad y la seguridad de nuestros productos.
Por todo esto, nuestro país no puede entenderse sin la actividad industrial de la alimentación y bebidas. Desde el sector, continuamos trabajando en las líneas definidas en nuestro Marco Estratégico: dinamización, internacionalización, eficiencia, creación de valor y el impulso a la reputación y la comunicación de una industria transformadora y segura.