El sector de la alimentación y bebidas prevé facturar 82.886 millones de euros en 2012
3 de diciembre de 2012
Horacio González Alemán, director general de FIAB, señala que “2012 ha sido un año difícil para el sector de la alimentación, que ha visto como se sigue erosionando la confianza de los consumidores debido al agravamiento de la situación económica y a las medidas de ajuste que han reducido la renta disponible. Afortunadamente, hemos encontrado refugio en las exportaciones para compensar la caída de la demanda interna. No obstante, es importante señalar que este fenómeno no es elástico y que si no se toman las medidas oportunas para impulsar la economía doméstica podríamos ver importantes caídas en la producción y el empleo en el sector. Además, no hay que olvidar que no todas las empresas del sector tienen focalizada su facturación hacia la exportación, lo que hace más necesario tomar este tipo de medidas”.
Tras un fuerte incremento en mayo y una paulatina disminución hasta septiembre en el IPI de alimentos, las previsiones de FIAB indican ligeros incrementos en los meses de octubre a diciembre. Estos resultados permitirían suavizar la caída en la producción, donde la estimación más probable sitúa el descenso interanual entre 2011 y 2012 en el -5,78% ya que el 2011 acabó con una media de 102,73 puntos básicos frente a los 96,79 con la que acabaría el 2012.
En relación a las exportaciones del sector, han crecido un +11,03% interanual entre enero y septiembre. De esta forma se estima que el valor de las exportaciones de la industria de alimentación y bebidas ascendería en 2012 a 21.848 millones de euros, un +12,50% más respecto al total anual en 2011. Estos resultados apoyan una vez más el dinamismo exterior del sector y su notable papel como factor compensador de la posición externa española.
Por último, Horacio González Alemán, anunció que la Federación “propondrá en breve al Gobierno nuevas medidas para reactivar el consumo doméstico centradas en impulsar la excelente alianza que supone para nuestro país la relación entre la alimentación, la gastronomía y el turismo, lo que junto con las medidas estructurales que se están impulsando en este momento relacionadas con en el sector –ley de la cadena agroalimentaria– permitirá contribuir a una expansión del sector de alimentación y bebidas y a la creación de empleo”.