Entrevista a Francesc Hernández Sancho, doctor en Economía Ambiental y catedrático de Economía Aplicadade la Universidad de Valencia
Un país como España —que a nivel europeo es una potencia agrícola y ganadera y a nivel mundial es líder en la recepción de turistas— no puede dejar de actuar para asegurarse un suministro de agua de calidad suficiente para atender la demanda de sectores económicos estratégicos. Además de intentar apaciguar en la medida de lo posible la demanda, la oferta debe reducir las pérdidas que se siguen produciendo en la red de abastecimiento y recurrir a nuevas formas de obtención de agua. Francesc Hernández Sancho, catedrático de Economía del Agua (Universidad de Valencia) y director Cátedra Economía Circular (GVA-UV), aboga, en primer lugar, por la promoción de la reutilización de aguas regeneradas.
“Sin embargo, la evidente complejidad administrativa, competencial y regulatoria que caracteriza la gestión del agua en España retrasa o impide en muchos casos la toma de decisiones necesarias para afrontar el reto de la sequía y el cambio climático”, lamenta Hernández Sancho, quien acumula un amplio currículum académico y una larga experiencia investigadora.
Asumiendo que las dificultades para asegurar suficiente agua de calidad se acentuarán en los próximos años debido a los efectos del cambio climático, ¿qué medidas considera que es necesario poner en marcha en zonas de la geografía española en las que en mayor medida y frecuencia se sufre la sequía?
Primera y fundamental, promover la reutilización de las aguas regeneradas. Convertir las plantas depuradoras en verdaderas fuentes de agua. Existe tecnología disponible para garantizar la máxima calidad del agua regenerada que podría satisfacer todas aquellas demandas permitidas por la legislación vigente.
Además de la desalación y la regeneración de aguas residuales, ¿qué otras iniciativas considera que deben implementarse para asegurar un suministro suficiente de agua en las zonas que sufren un mayo déficit hídrico?
Serian medidas destinadas a mejorar la eficiencia en la gestión y distribución del agua. Cualquier mejora en las infraestructuras hídricas supone aumentar la disponibilidad del agua para los distintos usos. La reducción de las pérdidas en los canales y redes de distribución permitirá una mejora en el suministro de agua, especialmente en las zonas con mayores carencias. Una apuesta decidida hacia nuevos sistemas de riego más eficientes disminuirá la gran demanda de agua en la agricultura asegurando una mayor productividad y sostenibilidad de los cultivos.
Desde su punto de vista, ¿es necesario ajustar la producción agrícola y ganadera en aquellas zonas en las que se acumula una mayor producción y en las que hay escasa e irregular disponibilidad de agua?
Resulta fundamental asegurar un adecuado equilibrio entre la oferta y la demanda de agua a nivel territorial. Para lograrlo debemos actuar sobre ambas. Por la parte de la demanda, se requiere constatar que se trata de necesidades reales basadas en el uso eficiente del recurso. En lo que se refiere a la oferta, deben ser considerados tanto los recursos convencionales como los no convencionales, es decir, no sólo las aguas superficiales y subterráneas sino también los recursos procedentes de la reutilización y la desalación. Las distintas fuentes de agua disponibles deben ser priorizadas en función de su sostenibilidad.
Usted participa en el proyecto LIFE Renaturwat, con el que se quiere demostrar que el agua residual puede ser tratada mediante métodos naturales para obtener agua de calidad que podría ser reutilizada. Este tipo de iniciativas, ¿pueden escalarse? ¿Pueden ser un complemento a la depuración y reutilización de aguas residuales logradas mediante las tecnologías habituales?
En este proyecto se demuestra no sólo la eficacia de los métodos naturales en los procesos de regeneración del agua residual, sino que representa un paso más hacia la economía circular en el ámbito del agua. Ello se consigue utilizando el residuo de las plantas potabilizadoras como elemento básico en el proceso de regeneración, es decir, el residuo de un proceso se convierte en un recurso que nos permite la reutilización del agua. El sistema propuesto —más que complementar las tecnologías habituales basadas en membranas— se convierte en una opción muchas veces única en aquellos municipios pequeños o áreas rurales en las que resulta muy difícil la implementación de las tecnologías tradicionales para la regeneración. El sistema es escalable siempre teniendo en cuenta las limitaciones, sobre todo de espacio, de los métodos naturales.
“La desalación es una fuente de agua ya muy consolidada en España. Su aportación está siendo clave en muchas zonas costeras con gran déficit hídrico”, apunta Hernández Sancho. Foto: M.H.
La desalación está viviendo un momento de popularidad inédito hasta la fecha. ¿Qué recorrido augura a esta tecnología de obtención alternativa de agua? Siempre se ha llamado la atención sobre las consecuencias de concentrar en zonas muy concretas el vertido de la salmuera generada en la desalación, ¿se ha logrado solucionar o atenuar este problema mediante técnicas de disolución previa al vertido de la salmuera?
Los recursos hídricos no convencionales son y serán determinantes ante las situaciones de sequía y los crecientes efectos del cambio climático. La desalación es una fuente de agua ya muy consolidada en España. Su aportación está siendo clave en muchas zonas costeras con gran déficit hídrico. Existe tecnología muy desarrollada basada en la dilución de la salmuera a determinadas profundidades que permite evitar cualquier impacto ambiental de estos vertidos.
¿No deberían afrontarse con mayor impulso —inversor y legislativo— las pérdidas que se producen en las redes de abastecimiento de agua? Ligada a esta cuestión, ¿cuáles son las razones que impiden que los consumidores de agua paguen un precio ajustado al verdadero coste que tiene disponer de agua potable? ¿Es responsable, desde un punto de vista medioambiental, que no se ajuste ese precio al verdadero coste real del agua de calidad?
Las infraestructuras hídricas y especialmente las redes de abastecimiento urbano son las grandes olvidadas dentro de la gestión del agua. Tienen en su contra que no suelen estar visibles y requieren costosas actuaciones para su mejora o reemplazo. Son de titularidad pública aunque con una gestión mayoritariamente privada y muestran notables carencias en cuanto a estrategias de mantenimiento (preventivo y predictivo) y planes de sustitución o mejora. La necesidad de estas actuaciones y su cobertura financiera es uno de los aspectos que no se han abordado suficientemente a pesar de su innegable importancia. Esta situación implica que la tarifa que se paga por el agua no representa el coste real del servicio.
¿Qué coste tiene no afrontar con la suficiente energía —a nivel educativo, inversor, legislativo…— las ya palpables consecuencias del cambio climático que sufre España?
El coste de no actuar ante la creciente sequía y los ya evidentes efectos derivados del cambio climático es, sin duda, muy elevado. Su cuantificación a través de diversas metodologías debería contribuir precisamente a tomar decisiones y actuar. Las medidas a adoptar suelen ser bien conocidas, tanto en lo que se refiere a los recursos disponibles como en los distintos usos. Sin embargo, la evidente complejidad administrativa, competencial y regulatoria que caracteriza la gestión del agua en España retrasa o impide en muchos casos la toma de decisiones necesarias para afrontar el reto de la sequía y el cambio climático. Ciertamente, el verdadero riesgo que nos debería preocupar a todos es que las actuaciones lleguen demasiado tarde, cuando la situación ya sea irreversible.
La Comisión Europea ha sancionado a España por la contaminación de nitratos que sufren varias zonas de diversas comunidades autónomas. ¿Qué medidas habría que implementarse para evitar, o al menos reducir, esa contaminación?
Ante la contaminación por nitratos no existen soluciones rápidas o inmediatas. Sólo es posible tomar medidas para frenar o evitar que se incremente el nivel de contaminación a lo largo del tiempo. En aquellas áreas con agricultura intensiva se trataría de cambiar determinadas prácticas de abonado, siempre que ello no vaya en detrimento de la productividad de los cultivos. La adopción de estrategias y medidas concretas encaminadas a este fin podría evitar la aplicación del régimen sancionador de la Comisión Europea. Únicamente un acuerdo entre todas las partes implicadas permitirá lograr resultados favorables en un plazo no excesivamente largo.
Lugares como la provincia de Almería, por poner un ejemplo, sufren severos problemas de intrusión de agua marina en acuíferos sobreexplotados. ¿Cómo se podría solucionar este problema? ¿Cuentan las administraciones públicas con suficientes recursos para controlar los pozos de extracción de agua ilegales? Desde su punto de vista, ¿hay una verdadera intención política para evitar la comisión de este tipo de delitos medioambientales?
Una fórmula eficaz para hacer frente a los problemas de la intrusión marina consiste en la recarga de los acuíferos mediante agua regenerada procedente de las plantas depuradoras. Se trata de una práctica que se está aplicando en muchas áreas con buenos resultados. El control de las extracciones y la localización de pozos ilegales es fundamental para evitar situaciones de sobreexplotación. Existen técnicas como la teledetección que son altamente eficaces en la identificación de extracciones ilegales. Tratar de evitar la comisión de este tipo de delitos es un objetivo común para todas las Administraciones y la sociedad en general. Ahora bien, lo que debería ser objeto de debate —y no sólo para este caso— es si los recursos destinados a este fin son realmente suficientes.
“Existe tecnología disponible para garantizar la máxima calidad del agua regenerada que podría satisfacer todas aquellas demandas permitidas por la legislación vigente”
Una amplia formación académica y una larga experiencia investigadora
A continuación, ofrecemos un resumen de la formación académica y de la labor investigadora desarrollada por Francesc Hernández Sancho.
- Doctor en Economía Ambiental de la Universidad de Valencia.
- Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia.
- Director del Máster en Gestión de Recursos Hídricos de la Universidad de Valencia.
- Coordinador del Grupo de Economía del Agua de la Universidad de Valencia.
- Director de la Cátedra de Transformación del Modelo Económico: Economía Circular de la Generalitat Valenciana.
- Miembro del Comité de Dirección del Grupo de Especialistas en Economía del Agua de la International Water Association (IWA).
- Director del Grupo de Trabajo en Economía del Agua de la IWA.
- Miembro del Consejo Editorial de las revistas Water Science and Technology, Water Science and Technology: Water Supply y Water Economics and Policy.
- Consultor del Programa Ambiental de Naciones Unidas y FAO.
- Miembro invitado de los grupos de trabajo de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS).
Experiencia investigadora
Áreas de investigación: Economía ambiental, economía circular sostenible, economía del agua, gestión del agua para riego agrícola, análisis de eficiencia en la gestión del agua urbana, tarifas y calidad del servicio en el abastecimiento urbano de agua, valoración monetaria de los beneficios ambientales y sociales, viabilidad y sostenibilidad de proyectos de reutilización del agua, eficiencia de costes y criterios de financiación de las infraestructuras hídricas, criterios de tarificación para el agua regenerada, análisis de costes de la no acción ante el cambio climático.
• Investigador en más de 70 Proyectos I+D relacionados con la economía circular y la gestión del agua y financiados por el Gobierno de España, la Comisión Europea y otras instituciones internacionales.
• Más de 150 artículos en revistas científicas (principalmente de ciencias ambientales y economía del agua).
• Más de 60 libros (incluidos capítulos).
• Más de 300 contribuciones a congresos especialmente internacionales, participando en numerosos talleres y seminarios.
• Estancias como profesor e investigador visitante en diversas universidades de Estados Unidos (Oregon State University; University of California–Berkeley; University of California-Riverside), Italia (Università degli studi di Catania) y Australia (The University of Sydney) durante siete años.
