Andalucía, Canarias y Castilla y León sostienen la caída en la producción de carne de caprino
Con ocho meses ya cerrados del presente ejercicio 2020, empieza a ser definitivo que la producción de carne de caprino caerá de una forma importante en el presente año, en un ejercicio 2020 fuertemente marcado por la pandemia de COVID-19 y con importantes restricciones en el canal Horeca, fundamental para el consumo de este tipo de carne. Todo ello a pesar del buen comportamiento que están teniendo tres de las cinco principales comunidades autónomas del caprino de carne (Andalucía, Canarias y Castilla y León), que están teniendo datos bastante buenos.
En términos globales, según la Encuesta de Sacrificio de Ganado que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en el periodo de enero a agosto se han producido un total de 6.322 toneladas de carne de caprino, lo que significa un descenso porcentual del 4,4% respecto a las 6.613 toneladas del mismo periodo del año anterior. En agosto, último mes contabilizado, se pasa de 691 a 643 toneladas en la evolución de 2019 a 2020, por lo que el descenso mensual es del 6,9%.
En términos de sacrificio de animales, los porcentajes de reducción son bastante más abultados. De enero a agosto de 2019 se sacrificaron en los mataderos españoles un total de 794.980 caprinos, cantidad que ha descendido a los 712.713 ejemplares en el año actual. Por lo tanto, la reducción en el número es del 10,3%, lo que indica que se han sacrificado animales de mayor peso en prácticamente todo el territorio nacional, lo que probablemente afectará a producciones futuras, tanto de carne como de leche.