La industria española como referente en la transformación digital
En el último encuentro internacional de referencia de Schneider Electric, líder en la transformación digital de la gestión de la energía y la automatización, el Innovation Summit, celebrado en Barcelona, se dieron cita miles de profesionales y expertos de todo el mundo. El objetivo es reflexionar y debatir sobre los nuevos retos y oportunidades de la economía digital, y acerca de cómo los nuevos avances en sostenibilidad va a redefinir el futuro de la industria energética.
La tecnología está teniendo un papel transformador en el mundo y el mercado español se encuentra en una posición de privilegio para ser uno de los países líderes en digitalización. La industria española tiene la tecnología y el talento para ser un referente a nivel mundial en transformación digital. El gran reto ahora es ser capaces de transformar el negocio y eso va de personas y de directivos.
Ahora bien, para liderar este contexto de cambio es necesario tener una serie de cualidades, y, entre ellas, quiero destacar la humildad. La humildad es la característica clave para ser un buen directivo, sin ella gestionar a personas multiculturales y diversas es inviable. Asimismo, saber generar confianza, aprender y gestionar el relevo generacional son otras de las habilidades principales a la hora de encabezar la transformación digital y la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio.
Tres aspectos críticos para abordar la transformación digital
Para afrontar la transformación digital desde una perspectiva tecnológica, se deben tener muy en cuenta tres aspectos críticos que tienen una repercusión directa sobre las empresas.
En primer lugar, no se debe ir a implantar soluciones puntuales, ya que no es conveniente adoptar un conjunto de tecnologías y soluciones para digitalizar procesos si no hay una visión detrás que sustente la estrategia. La combinación de digitalización con talento e ideas innovadoras es lo que da como resultado una transformación digital efectiva.
También es crítico adoptar arquitecturas abiertas, ya que el uso de estas herramientas integrales permite una puesta en marcha y cambios más rápidos. La cooperación en materia de innovación es la mejor forma de acelerar la transformación digital resolviendo los problemas específicos de los clientes.
Y la tercera pata del entramado es realizar una prueba de concepto. El hecho de simular una solución con un coste competitivo es un paso recomendable, especialmente para resolver dudas como el miedo a abordar grandes inversiones que no den mejoras o la falta de confianza frente a proveedores que prometen progresos sin conocer la realidad de su negocio.
Los datos son la nueva moneda
Un modo de definir la transformación digital es el proceso de convertir todo el entorno empresarial en datos susceptibles de ser analizados y explotados. Y es que, si actualmente no disponemos de datos, no podemos cambiar nuestra propuesta de valor.
Precisamente este auge del Big Data hace genera también una cierta confusión con respecto a las soluciones y desconcierto en el entorno en el que operan las organizaciones. Ello da como resultado a un contexto ambiguo, en el que hay una falta de claridad que da pie a interpretaciones diversas, haciendo que iguales condiciones provoquen consecuencias diferentes.
De hecho, si hace diez años éramos capaces de predecir lo que iba a pasar en los próximos tres años, ahora no lo podemos hacer. Actualmente, hemos de aventurarnos a hacer una propuesta de valor en un entorno de incertidumbre, algo que se ha visto provocado por la tecnología. La realidad es que existe mucha más tecnología de la que se puede absorber, produciendo cambios difíciles de prever.
Pese a ello, es importante adoptar las disrupciones tecnológicas que están impactando en el presente y futuro de las empresas, como son la Inteligencia Artificial (IA), el blockchain y el Internet de las Cosas (IoT). Lo cierto es que en tiempos de disrupción, es importante saber manejar la presión a la hora de definir estrategias y modelos de negocio sobre la marcha sin poner en riesgo la competitividad.
Talento, cooperación y democratización
Un aspecto importante a resaltar son las facilidades de acceso que la digitalización está proporcionando a empresas de todo tipo y tamaño. La digitalización ha democratizado la entrada de nuevos jugadores en el mercado y es más importante que nunca saber gestionar las nuevas relaciones que surgen entre empresas.
Hoy cualquier persona, desde cualquier lugar, puede acceder a nuevas tecnologías con un impacto brutal en el negocio. Por ello, las mentes innovadoras y el talento se han convertido en un activo cada vez más valioso fruto de la globalización y la democratización de la tecnología.
Para finalizar, me gustaría llamar la atención sobre algunos de los impactos que afectarán a la industria como parte de este proceso transformador, como son la des-conglomerización de las empresas; la incapacidad para absorber todas las disrupciones y desarrollo de los países emergentes o las fabricaciones locales. Además, nos encontramos con una interdependencia creciente entre la geopolítica y el entorno empresarial, como estamos viviendo actualmente con más proteccionismo y regulaciones, junto a amenazas cibernéticas mientras vemos disminuir el poder institucional.