Por qué las complicaciones logísticas de la Golden Week serán más graves este año

Dos veces al año, la primera en octubre, conmemorando el Día Nacional, y la segunda en enero/febrero, coincidiendo con el Año Nuevo, la actividad exportadora de China se detiene: los empleados disfrutan de un merecido descanso y las fábricas paran la producción. Pero durante las semanas previas al cierre de las fábricas, se produce una auténtica avalancha logística.

Aumenta la demanda, suben las tarifas de transporte marítimo y escasean los espacios disponibles en los buques. Todo ello sucede como una consecuencia directa de la urgencia por exportar y, sobre todo, importar mercancías de China antes de que empiece la Golden Week. Y a pesar de que los problemas logísticos derivados de la semana dorada son bien conocidos por todos los expedidores, este año la situación se verá agravada por algunos factores adicionales

Las cadenas de suministro mundiales continúan sufriendo la escasez de transporte terrestre en EE UU y UE, evidenciada por continuos retrasos en terminales y puertos. Pero esta congestión se verá exacerbada por el inicio prematuro del Año Nuevo Chino 2020, momento para el que los expedidores más cautelosos podrían estar empezando a prepararse ya.

Dadas las potenciales complicaciones operacionales que podrían tener lugar en el último trimestre del año, la Golden Week del Día Nacional Chino 2019 podría tomarse implícitamente como una fecha de cut-off. De hecho, los expedidores que no consigan sacar sus cargas de China antes de este momento, podrían enfrentarse en los próximos meses a serias repercusiones en sus cadenas de suministro.

Las medidas de represalia tomadas por las dos mayores economías del mundo llevan causando problemas logísticos desde hace más de un año. Y desde que se implementó la primera tanda de aranceles en julio, la incertidumbre ha mantenido al mundo entero en vilo.

Pero los avances de la guerra comercial coinciden con un momento especialmente complicado. Se prevé que la siguiente ronda de aranceles, que Estados Unidos aplicará sobre importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dolares, entre en vigor el 1 de octubre, justo cuando comienza el parón de la Golden Week.

Esto ha desencadenado en un aumento en la demanda de las exportaciones chinas, dado que los expedidores intentan evitar no uno, sino dos problemas que tienen el potencial de elevar sus costes de transporte marítimo.

Por si esto no fuera suficiente, se ha planificado otra ronda de aranceles para el 15 de diciembre, y algunos expedidores podrían estar preparándose ya para este momento también.

La urgencia de los expedidores por sacar sus mercancías fuera de las costas del mayor exportador mundial se verá agravada este año también por la implementación de la IMO 2020. La fecha límite para cumplir con la normativa se acerca y las navieras que aún no han comenzado a prepararse, tendrán que empezar a hacerlo pronto.

Una de las estrategias más comunes usada por las navieras para adecuarse a los requerimientos de la IMO 2020 es la instalación de depuradores, lo que requiere dejar algunos buques fuera de circulación. Alphaliner estima que será equipada con depuradores hasta un 16% de la flota de contenedores, responsable de más de un tercio de la capacidad mundial en TEUs.

Muchas navieras no llegarán a tiempo para cumplir con la regulación el 1 de enero de 2020, pero, sin duda, se verá afectada una cantidad significativa de la capacidad. Los expedidores se adelantarán a esta situación para evitar retrasos y cancelaciones, asegurando así que sus envíos a o desde China salen a tiempo, lo que empeorará la congestión.

Los megabuques son una tendencia al alza, como evidencian las reservas recientes de buques de 23.000 TEU realizadas por algunas de las principales navieras como Evergreen, HMM y MSC. La anunciada entrega del MSC Gülsün, con capacidad para 23.756 TEU, es otro de los muchos signos que apuntan a la actual fortaleza con la que las navieras están apostando por los megabuques.

Capaces de transportar volúmenes más altos de contenedores, los beneficios en costes que ofrecen los megabuques parecen claros. Sin embargo, los problemas suelen aumentar durante la Golden Week. El parón operacional en China resulta en una intensa caída en la demanda de las importaciones que llegan al país. En respuesta, las navieras anuncian a menudo cancelaciones en sus salidas.

Cuando se trata de buques de 8.000 o 10.000 TEU, los problemas no son tan graves. Pero las cancelaciones y recortes de servicios que afectan a un buque con capacidad para 23.000 TEU tienen consecuencias más graves, dado que son muchos más los contenedores que se quedan en tierra y los puertos sufren una congestión aún mayor.

En medio de estas extenuantes circunstancias, se hace evidente que los expedidores necesitan mantenerse al día —ahora más que nunca— con los avisos de las navieras y el desarrollo de aquellos acontecimientos que tengan el potencial de provocar desequilibrios en la industria.

Así, mismo la comunicación clara y abierta con los transitarios también es un aspecto crucial que puede ayudar a los expedidores a mantenerse fuertes y estables ante lo inesperado, lo que puede convertirse en una clara ventaja competitiva en tiempos de incertidumbre.