Las inyectoras de Sandretto se adaptan a las estrechas tolerancias de la inyección de dispositivos médicos
Después de los primeros años de actividad como proveedor de los principales grupos alemanes, la compañía amplió su experiencia creando departamentos de producción capaces de realizar por sí mismos la fabricación de todos los componentes para dispositivos médicos.
Hace tres años, la primera sala blanca, que inicialmente tenía 1.300 metros cuadrados, fue ampliada a 3.500. Todas las etapas de producción, desde la extrusión al ensamblado y empaquetado se lleva a cabo aquí.
El orgullo de la empresa es el proceso de extrusión, donde se moldean con estrechas tolerancias los tubos para bombas de infusión (para transfusiones sanguíneas). Los tubos se fabrican a partir de mezclas de PVC desarrolladas por la propia empresa.
En 1986, cuando la compañía se estableció en Zola Pedrosa (Bolonia), se construyó una nueva sala blanca de 400 metros cuadrados para producir el 60 por ciento de los componentes para las líneas de infusión de Plasti Medical.
El otro 40 por ciento procede de P.M. Engineering, establecida en 1991 en Villamarzana, donde, además de la sala blanca, posee un departamento especial para el diseño y la construcción de máquinas para el ensamblado automático.
"Para dar respuesta a todas las necesidades de producción de las diversas piezas moldeadas", explica Fiorenzo Casarotto, fundador, socio y responsable técnico de Plasti Medical, "la empresa inmediatamente se acercó al fabricante italiano de inyectoras con una experiencia consolidada en el proceso de moldeado para aplicaciones médicas. Sandretto fue seleccionado como el único proveedor de maquinaria de inyección para las dos salas blancas. Con ellos hemos discutido y hecho estudios específicos para decidir sobre la compra de máquinas".
Las instalaciones de Zola Predosa (Bolonia) están equipadas con diez máquinas, seis de la serie Otto de 100 toneladas de fuerza de cierre, dos de la serie Nove T de 65 y 125 toneladas y otras dos Nove S de 100 toneladas. Por su parte, la planta de Villamarzana posee siete máquinas (tres Micro en la gama de 65, 40 y 30 toneladas de fuerza de cierre y cuatro de 95 toneladas de la serie Otto). Las dos plantas trabajan durante todo el año en tres turnos de 250 o 300 inyectadas por hora. Producen piezas hechas en ABS (mecanismos de punción, rodillos y accesorios), de PP (tapones y cubetas), de PE (tapones) y PS (rodillos) para los 160.000 mecanismos de infusión que moldean diariamente.
La reciente instalación de dos máquinas Sandretto Serie Nove S equipadas con husillos de construcción bimetálica para piezas de ABS reforzadas con vidrio permitirá a Plasti Medical un crecimiento considerable en su capacidad de moldeo y una mejora del proceso de automatización.
Los modelos de la serie Micro se emplean para producir piezas pequeñas, como el cuerpo hecho en PC y el difusor hecho de POM que forman el regulador del flujo sanguíneo (una patente de la empresa). Debido a la estrecha tolerancia (de milésimas de milímetro) requerida para garantizar el flujo correcto de la solución fisiológica, el diseño de la pieza es bastante crítico (estos mecanismos pueden emplearse en lugar de las bombas de infusión) y requiere máquinas de confianza capaces de trabajar siempre con la misma precisión.