ANTA alerta sobre el impacto del nuevo reglamento europeo de transporte de animales vivos
El nuevo Reglamento europeo sobre transporte de animales vivos amenaza con hacer inviable la actividad en España. La Asociación Nacional de Transportistas de Animales Vivos (ANTA), adscrita a FENADISMER y miembro español de la Asociación Europea de Transporte de Animales (ELT), ha manifestado su profunda preocupación ante la propuesta de modificación del Reglamento europeo 1/2005 sobre bienestar en el transporte de animales vivos, impulsada por la Dirección General de Sanidad de la Comisión Europea. Según ANTA, de aprobarse la nueva normativa, esta haría inviable el transporte de animales vivos en España debido a una serie de exigencias de difícil o imposible cumplimiento para los transportistas nacionales.
Requisitos restrictivos y difíciles de cumplir
Entre las principales medidas que se proponen, destacan los límites más estrictos en cuanto a los tiempos de viaje, la asignación de espacio, las densidades de carga, los límites de temperatura y la obligatoriedad de realizar el transporte en horario nocturno durante una gran parte del año, especialmente en los meses de verano.
Según ANTA, estas restricciones aumentarían significativamente los costos operativos y pondrían en peligro la seguridad de los transportistas. En particular, el requisito de realizar el transporte nocturno durante periodos prolongados, debido a las altas temperaturas que se registran en España, presenta un riesgo elevado de accidentes. Actualmente, el 42% de los accidentes mortales ocurren de noche, debido a factores como la fatiga, la menor visibilidad y el deslumbramiento por luces de otros vehículos.
Impacto económico y ambiental
Además de los riesgos asociados con la conducción nocturna, ANTA advierte que la reducción de las densidades de carga exigida por la normativa incrementaría el número de vehículos necesarios para transportar la misma cantidad de animales, lo que triplicaría las emisiones de CO2 y elevaría los costos de operación de manera insostenible. Las emisiones actuales de gases de efecto invernadero derivadas del transporte animal se estiman en 116.263 toneladas métricas de CO2, cifra que podría aumentar drásticamente a 406.920 toneladas métricas si se implementan los nuevos requisitos.
Asimismo, el sector del transporte se vería obligado a realizar una inversión significativa en la ampliación de su flota, con un aumento del 140% en el número de vehículos necesarios para cumplir con las nuevas restricciones de carga. Esto afectaría especialmente al transporte de ganado porcino y bovino, sectores que ya enfrentan altos costos operativos.
Negociaciones en marcha
ANTE, junto a FENADISMER y otras organizaciones europeas, continúa realizando intensas gestiones ante las instituciones comunitarias para frenar la tramitación de esta normativa. El sector advierte que, de no reconsiderarse estas exigencias, la actividad de transporte de animales vivos en España podría desaparecer, lo que tendría un impacto devastador en la cadena de suministro y en la economía ganadera del país.
La viabilidad del sector está en juego, y las asociaciones de transportistas subrayan la necesidad de encontrar un equilibrio entre el bienestar animal y la sostenibilidad económica del transporte, para evitar consecuencias irreversibles para miles de transportistas y ganaderos.
