¿La gestión de datos nos ayuda a optimizar las granjas?
Francisco Crespo
Técnico veterinario del Consorcio de Promoción del Ovino
24/11/2023El Consorcio de Promoción del Ovino comenzó a realizar gestión técnico-económica en el año 2000. El objetivo inicial de ese grupo era medir las producciones de los animales con un control lechero. No había esquemas de selección y era una manera de buscar las mejores reproductoras para dejarlas de reposición. A medida que fuimos recogiendo datos, entendimos que era la mejor forma para el manejo de los rebaños. Posteriormente, llegó la fusión del Consorcio y agrupamos los grupos de gestión que tenían las cooperativas integrantes, por lo que pasamos a tener un grupo de 40 explotaciones en gestión.
Se da la circunstancia de que las cuatro explotaciones que comenzaron al principio han conseguido ser eficientes con el manejo de los datos y han ido superando con solvencia todas las crisis cíclicas que ha sufrido el sector. En la actualidad, se está reduciendo de forma progresiva el número de explotaciones de ovino de leche, algo que se ha acentuado en la última primavera con una reducción anual del 10%. Esa desaparición de explotaciones no influía en la producción de leche de oveja, pero en el primer trimestre de 2023 se tiene un 10% menos de leche entregada respecto al primer trimestre de 2022. Esta realidad es reflejo de lo que ocurrió en el segundo semestre del pasado año. Tradicionalmente, cuando un ganadero abandonaba, vendía sus ovejas a otro ganadero y provocaba que las producciones se fueran manteniendo. En el pasado año, esas ovejas no se vendían, sino que iban a sacrificio, porque además tenían un precio interesante.
La crisis de rentabilidad ha condicionado que la mano de obra en las explotaciones haya tenido unas malas condiciones laborales, lo que ha dificultado el relevo generacional y la llegada de mano de obra poco cualificada. De esta forma, se envejece el sector y los ganaderos no tienen ganas de emprender a una cierta edad y llega el abandono y la desaparición de las granjas. Por lo tanto, se deben mejorar las condiciones de trabajo que se ofrecen en las explotaciones, tanto para los ganaderos como para los trabajadores. Para lograrlo, se deben dimensionar y tecnificar las explotaciones, lo que permitirá hacer turnos de trabajo, ofrecer días de descanso y vacaciones y unas condiciones de trabajo más adecuadas.
Los ganaderos deben ser conscientes de que no pueden mover el precio que reciben por la leche de oveja, pero deben trabajar para ser más eficientes en los pilares de una explotación: sanidad, reproducción, alimentación, mejora genética… La eficiencia individual influye de forma decisiva en la eficiencia global de los rebaños.
Sanidad
Conseguir un buen estatus sanitario es fundamental para conseguir eficiencia. Quizás no tenga tanta importancia la toma de datos, aunque cada vez tiene más importancia registrar datos de tratamientos para todas las justificaciones normativas que deben realizarse. De todos modos, es muy importante tener un plan un plan sanitario que nos dote al rebaño de un buen estatus sanitario Dentro de este plan, se debe tener un programa vacunal adaptado a la epidemiología del rebaño. También se debe cuidar el bienestar animal, con incidencia en las instalaciones para evitar estrés al animal.
Un tema preocupante es la bioseguridad en las granjas, sobre todo en el control de las personas y de los vehículos que entran en las granjas. La bioseguridad debe estar incluida de forma obligatoria en los futuros planes sanitarios integrales. Un ejemplo de su importancia es lo ocurrido en el último año con la viruela ovina y caprina.
El incremento de células somáticas es una asignatura pendiente del sector. Los ganaderos han dejado de usar cánulas de tratamiento de secado, porque eran el factor fundamental de los positivos en inhibidores de leche de tanque, y además está el aspecto normativo que prohíbe la metafilaxia. Hay animales con recuentos muy altos que quizás deban eliminarse, pero debe intentar reducirse con un plan higiénico-sanitario, ya que la eliminación de ovejas crónicas tiene un coste de reposición alto, que además está muy afectado por la alimentación de las corderas. Debemos tener en cuenta que el coste de llevar a una cordera a parto es de unos 300 euros. Si se tiene una reposición del 30%, cada hembra reproductora que está en producción está destinando entre 90 y 100 euros a esa renovación del rebaño. Si se observa ese dato en porcentaje de producción de leche, se trata de un 15% de ovejas de 500 litros, pero puede subir a un 20% o 25% en granjas de menos producción.
Además, sobre la tasa de reposición, se debe conocer cuál es la tasa de reposición voluntaria, porque no es lo mismo reponer un animal porque ha muerto o por una patología que porque ha acabado su vida productiva… o porque es una oveja poco productora y se renueva por una cordera con más potencial genético. Si se contrapone el coste de un buen plan vacunal que evite esa tasa de reposición involuntaria a lo que cuesta la reposición, la conclusión es que es muy rentable hacer un buen programa sanitario.
Alimentación
El coste de alimentación es el más alto de una explotación, entre el 60% y el 70%. Si se ponen en relación los ingresos por la venta de leche y el coste de alimentación, se puede obtener un margen diario por animal y el margen por litro producido. También podemos tener el dato de la materia seca que tiene que ingerir un animal para producir un litro de leche. Ese dato aumenta exponencialmente cuando las ovejas tienen menor producción diaria. Cuando se trabaja en alimentación, lo importante es conseguir que el animal exprese todo su potencial productivo con el menor coste posible.
La realidad es que se suele trabajar con lotes, no de forma individual. Debemos tener en cuenta que la curva de lactación de un rebaño suele tener una gran dispersión. Por lo tanto, cuando organizamos lotes por fecha de parto si alimentamos los animales por su producción media estaremos sobrealimentando un número importante de animales que no alcanzan esa producción media y subalimentando a los animales más productores que no expresaran todo su potencial productivo, lo que nos hará ser poco eficientes alimentando nuestro rebaño.
Manejo reproductivo
Los datos nuestro grupo de gestión nos indican que los rebaños de con más producción son los que tienen intervalos entre partos más altos al contrario de lo que podríamos esperar. Esto se debe a que cuando incrementamos el ritmo reproductivo en los animales más productores estamos penalizando su producción debido a que poner un animal en reproducción supone someter al animal a situaciones estresantes como son la cubrición y el periparto. Además, debemos considerar que reducir el intervalo entre partos supone incrementar los días improductivos de secado anuales.
El manejo reproductivo definirá los días en los que un animal está en producciones ren¬tables y los días que está por debajo de umbrales de rentabilidad. Al igual que decíamos en alimentación debemos manejar la reproducción de los animales organizándolos por producción en vez de por fecha de parto tratando de cubrirlos en el momento adecuado, cuando la producción se sitúe en un nivel que nos permita llegar al momento del secado en torno a producciones de 1,5 litros, nivel a partir del cual se desploma el margen por litro de leche.
Genética
Las asociaciones de criadores han desplegado un trabajo extraordinario en los últimos años, lo que no permite contar con valoraciones genéticas de los animales en producción y en otros aspectos relativos a la eficiencia, como son la calidad de leche, la morfología mamaria para reducir la carga de ordeño, resistencia a las mastitis…
Es fundamental la aplicación de técnicas reproductivas avanzadas en los rebaños para acelerar o incrementar el peso de estos de estos animales mejor valorados en los esquemas para la difusión de su mejora genética. La inseminación artificial cervical con semen refrigerado es una buena técnica que permite incorporar genética de los animales mejor valorados y permite conectar rebaños. Sin embargo, se infrautilizan otro tipo de técnicas. La inseminación intrauterina que multiplica por diez la eficiencia de un eyaculado o la transferencia de embriones que permitiría hacer toda la reposición con solo el 4% de las hembras de una granja son un ejemplo de cómo se puede acelerar la vía macho y hembra, por no hablar del sexaje seminal que multiplicaría estos efectos casi por dos.