Entrevista a Miguel Ángel Sanz Franco, técnico de Pequeños Rumiantes de Hipra
La prevención es uno de los aspectos sanitarios fundamentales en los que debe trabajar una explotación de ovino. ¿Cuáles son sus grandes ventajas?
¿Qué papel juega la inmunidad del animal en la prevención de enfermedades? ¿En qué aspectos debe incidir el ganadero para fomentar la inmunidad de sus animales?
¿Cuáles son las principales enfermedades sobre las que es importante aplicar un proceso de vacunación en una ganadería de ovino?
Los programas vacunales cada vez son más complejos, pues cada vez son más el número de enfermedades que queremos prevenir. Antes prácticamente los basábamos en las enterotoxemias, pero hoy en día cada vez es más importante el control de abortos causados por Chlamydia abortus, que es el patógeno más prevalente causante de abortos en ovino y caprino, y de los problemas respiratorios por pasterela. En las explotaciones de leche, no debemos olvidar el control de las mamitis subclínicas y de la agalaxia contagiosa. Cada vez se están reduciendo más el uso de antibióticos y parece que hay una serie de enfermedades emergentes que cada vez nos cuesta más prevenir y controlar.
¿Ante qué patologías hay vacunas efectivas?
Lo cierto es que hay vacunas efectivas frente a todas estas enfermedades, y como sabéis, Hipra lleva años apostando por los pequeños rumiantes. En la última década, Hipra ha lanzado al mercado las dos últimas vacunas que se han registrado en este sector. En 2014, Hipra lanzó al mercado VIMCO, la primera vacuna para prevenir y controlar las mamitis por estafilococos, y en 2019 lanzamos INMEVA, la primera vacuna inactivada frente a abortos por Chlamydia y Salmonella que tiene demostrada eficacia tanto en disminución de clínica como de excreción. Quiero recordar que las nuevas vacunas que se registran deben de demostrar a la Agencia del Medicamento tanto su seguridad, como su eficacia. Por eso es tan difícil y costoso registrar vacunas, y por eso salen tan pocas vacunas nuevas al mercado.
¿Cuáles son las consecuencias productivas y económicas de esas enfermedades en un rebaño?
¿Consiguen las vacunas frenar y/o eliminar esos efectos?
Las vacunas pueden tener una eficacia basada en la reducción de sintomatología, con lo que la enfermedad producirá menos clínica. Y hay vacunas que además disminuyen excreción, esto quiere decir que un animal infectado elimina menos microorganismos, con lo que disminuiremos contagios, con ello disminuimos los nuevos infectados, y es la única manera de controlar dichas enfermedades. Pero mucho cuidado, pues llegar a erradicar la enfermedad es muy complicado, y si quitamos las medidas de control, y dejamos de vacunar, la enfermedad seguirá su curso, y volverá a propagarse. Yo pongo el ejemplo de la brucelosis, ya que nos ha costado más de 30 años llegar a estar indemnes de esta enfermedad. Además, cuando hablamos de enfermedades contagiosas, llamamos R0 a la tasa de transmisión de la enfermedad. Esto quiere decir que un R0 igual a 1, es que un individuo infectado contagia a otro, con lo que la enfermedad está estable. Si R0 es mayor que 1, quiere decir que está descontrolada. Por ejemplo, un R0=3, indica que un individuo infectado contagia a 3, con lo que la enfermedad va a más. Por esto para controlar una enfermedad, debemos con medidas de manejo y vacunación, conseguir que el R0 sea menor que 1. Es la única manera de controlar una enfermedad.
¿Cuál debe ser un protocolo correcto de inmunización en una ganadería ovina? ¿Debe adaptarse a las circunstancias de cada granja?
En este último año se ha hablado mucho en la opinión pública de zoonosis… pero sobre todo, de vacunación y de inmunidad de rebaño. ¿Qué papel juega la inmunidad de rebaño en una explotación ovina?
Con la pandemia todos nos hemos hecho inmunólogos. Los veterinarios y ganaderos jugamos un papel muy importante en las zoonosis. Yo pongo el ejemplo de la hidatidosis. En los años noventa, en todas las familias del medio rural, conocíamos algún caso en el que se habían tenido que operar de los ‘quistes de los perros’. Hoy en día, la hidatidosis está muy controlada, y es raro ver un caso en humana, e incluso es raro ver en necropsia de animales un hígado afectado. Esto ha sido gracias a las campañas de desparasitación de perros, y a la recogida de cadáveres, que corta la infección de los perros. En cuanto a la inmunidad de rebaño, de la que tanto se habla ahora con el COVID-19, los veterinarios de ganadería trabajamos para conseguirla desde siempre. En ganadería, es muy importante para prevenir una enfermedad, pensar en el conjunto de los animales, no sólo en el individuo. Por poner un ejemplo, los abortos por Chlamydias, no tenemos que pensar en controlar los abortos en un grupo de animales, sino en el conjunto de toda la población. Por eso es muy importante, vacunar y revacunar los animales nuevos, pero luego mantener esa inmunidad en los animales a lo largo de su vida productiva, con recuerdos anuales. Con ello conseguiremos una buena ‘inmunidad de rebaño’. Si no, podemos crear como he dicho antes las ‘ventanas inmunológicas’, grupos de animales con diferente estatus inmunitario donde las Chlamydias pueden recircular.