Fragatas F-110 y submarinos S-80: el futuro de la Armada española con sello de Navantia
Navantia, empresa pública 100%, tiene un potencial y unas capacidades únicas en nuestro país, que van desde el diseño y construcción de los buques a la integración de los sistemas navales y apoyo al ciclo de vida, incluyendo servicios como el mantenimiento.
Su efecto tractor en las zonas donde desarrolla su actividad es de gran importancia, pues cuenta con un tejido industrial auxiliar de primer nivel y contribuye a la economía a través de la creación de empleos y el desarrollo de tecnología. Se estima que contribuye al PIB nacional con más de 1.500 millones al año, y que genera unos 24.000 empleos, de los cuales casi la mitad corresponden a empleos de la plantilla de Navantia y su industria colaboradora.
Además, en su conjunto, Navantia contribuye a la creación de un sector de defensa robusto que garantiza el fortalecimiento de la autonomía estratégica y la soberanía tecnológica de España y de nuestro ámbito natural, la Unión Europea.
Aunque tiene contratos para otras Marinas internacionales, su principal cliente es la Armada y en la actualidad Navantia tiene una importante cartera de pedidos para ella, con dos programas estrella, como son las fragatas F-110 y los submarinos S-80.
Ambos programas suponen un salto cualitativo desde el punto de vista de las capacidades de la Armada y del potencial industrial y tecnológico de Navantia y de toda su industria colaboradora, contribuyendo así a la autonomía estratégica de España y a contar con una base industrial y tecnológica puntera, al tiempo que abre nuevas oportunidades de exportación.
Fragatas F-110
Las fragatas F-110 de la Armada son buques de escolta polivalentes, con capacidades antiaéreas, antisuperficie y antisubmarinas para desempeñar sus funciones de protección de fuerzas y proyección del poder naval. Operarán en combinación con otras unidades, y son plataformas versátiles que también pueden realizar funciones relacionadas con la seguridad marítima y el apoyo a las autoridades civiles.
El programa es la palanca de transformación digital de Navantia, con conceptos innovadores como nueva fábrica digitalizada y Centro de Excelencia Digital Twin.
Además, la división de Sistemas de Navantia es proveedor de numerosos sistemas, como el Sistema Integrado de Control de Plataforma, Sistema de Ciberseguridad y Sistema de combate SCOMBA, entre otros. Las fábricas de propulsión de Navantia también participan en el programa fabricando, ensamblando, probando y proporcionando soporte al ciclo de vida de los principales equipos de propulsión, incluidos los motores diésel de propulsión, turbinas de gas, cajas de cambios, líneas de ejes y generadores diésel.

Submarino S-80
El S81, ya en servicio con la Armada desde finales de 2023, es uno de los submarinos convencionales más avanzados del mundo y un gran avance en la industria de submarinos, no sólo por las capacidades implementadas en esta plataforma oceánica, sino también por contar con el AIP BEST (Bio Ethanol Stealth Technology) propiedad de Navantia, que ya ha superado exitosamente sus pruebas de navegación. Este éxito habilita el embarque del AIP a bordo de los submarinos S-83 y S-84, y en los submarinos S-81 y S-82 en el momento de su primera gran carena.
Esta perspectiva, unido a la amplia experiencia de Navantia, han despertado el interés internacional, que ha resultado en una intensa actividad comercial, en países como Canadá, Polonia o Filipinas.
Navantia tiene otros importantes programas en marcha para la Armada. Está construyendo dos Buques Hidrográficos Costeros (BHC), un Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) y ha sido ya aprobado por el Consejo de Ministros la fabricación de un Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC), aunque su construcción no ha sido iniciada.
Para otras Marinas, tiene ahora en cartera tres corbetas Avante 2200 para Arabia Saudí, un patrullero para Marruecos y tres buques logísticos para la Royal Navy (UK).
Dentro de su proceso de internacionalización, la reciente compra de los astilleros británicos de Harland and Wolff tiene como objetivo la ampliación del mercado, al igual que sucedió en su día con la creación de Navantia Australia o Navantia Arabia.
