El IIE identifica las 7 tendencias de la ingeniería naval y oceánica para 2025
La ingeniería naval y oceánica abarca el diseño y la construcción de buques y artefactos oceánicos, así como las técnicas y tecnologías que permiten el aprovechamiento integral de todos los recursos que mares y océanos ofrecen.
Además, focaliza espacios de desarrollo e innovación. El Instituto de la Ingeniería de España (IIE) ha identificado 7 tendencias que marcarán el devenir de esta ingeniería en este nuevo año.
La utilización creciente de la digitalización y la inteligencia artificial en el diseño de buques y artefactos es la primera de ellas. Hay que tener presente en este campo que el prototipo coincide con el producto final, también en los procesos de mantenimiento o transformación de los mismos (gemelo digital), apunta vicepresidente del Comité de I+D+i del IIE, Luis Ramón Núñez.
Para el experto, el diseño y desarrollo de nuevos tipos de buques para usos específicos, junto con vehículos navales autónomos, tanto de superficie como submarinos, para uso civil o militar, son otras tendencias reseñables.
El vicepresidente del Comité de I+D+i del IIE, Luis Ramón Núñez, también destaca el desarrollo de nuevos combustibles y nuevos sistemas propulsivos, como es el caso de la pila de combustible que, junto con la optimación de motores, permitirán avanzar en 2025 en el grado de descarbonización de la flota.
El avance en automatización de procesos constructivos de construcción naval, y también en tecnologías de reparación naval, más eficientes y sostenibles desde el punto de vista medioambiental, es la cuarta tendencia que marca el IIE.
La quinta se refiere al avance en la especialización de puerto y sistemas de atraque, dotados de técnicas que los hagan más eficaces y más medioambientalmente sostenibles.
El desarrollo creciente de la eólica offshore, diseñándose nuevos artefactos para su instalación y utilización, cada vez en localizaciones más profundas, es otro avance a destacar desde el IIE.
Por último, señala el experto, los avances en el grado de aprovechamiento de la energía de las olas y la de las corrientes marinas, que al día de hoy están ambas en fase de diseño experimental, son las dos últimas tendencias que marcarán este 2025, según el Instituto de la Ingeniería de España (IIE).