DNV apuesta por la formación para garantizar el futuro de la industria de yates

La industria de superyates se encuentra en una trayectoria de crecimiento en medio del desarrollo de tendencias de descarbonización y digitalización, en paralelo con una creciente priorización de la sostenibilidad, la seguridad y el bienestar de sus huéspedes. Todo esto requiere de tripulaciones motivadas y bien capacitadas, en un momento en que la escasez y las necesidades de formación de la tripulación en la industria marítima, especialmente en el sector de yates, están en aumento.

Un área donde se necesita el desarrollo de competencias se relaciona con las nuevas soluciones energéticas y los combustibles alternativos introducidos en la industria. Un estudio titulado ‘Perspectivas sobre la formación y habilidades necesarias para apoyar una industria naviera descarbonizada’, preparado por DNV, examina el número de profesionales que requieren formación adicional en relación con la introducción de combustibles alternativos, proporcionando una visión general de las habilidades necesarias para la descarbonización del transporte marítimo y abordando los desafíos que conllevará la formación.

Se estudiaron tres escenarios. El escenario ‘Cero Carbono para 2050’ estima que un gran número de marineros requerirá formación especial, con casi dos millones trabajando a bordo de barcos equipados con tecnologías de combustibles alternativos. Se predice que habrá una competencia global por personas capacitadas en el manejo de tecnologías alternativas, y que los profesionales experimentados y certificados serán escasos. Esto refleja lo que también se puede esperar en la industria de superyates.

A medida que la escasez de tripulación aumenta, muchas empresas están intensificando su enfoque en retener su fuerza laboral actual fomentando carreras a largo plazo para los miembros de la tripulación, promoviendo la formación técnica avanzada y reconociendo la importancia de la salud mental.

Para conocer los desafíos y necesidades de esta industria en concreto, DNV entrevistó a James Allen, director de Gestión de Yates en Arrow; Shelley Dowie, jefa de Operaciones de Yates en Edmiston; Paul Cook, director de Operaciones de Hill Robinson; Laura Henighen, jefa de la Academia en Hill Robinson; y Celine Robins, directora Global de Gestión de Yates en IYC. Estos compartieron sus experiencias y pensamientos sobre los desafíos actuales y futuros de la tripulación y la seguridad, discutiendo las habilidades y la formación que creen que serán necesarias para garantizar el futuro de la industria de yates.

James Allen, director de Gestión de Yates en Arrow, destaca un desafío apremiante en relación con el número suficiente de tripulantes, tanto para la flota global actual como para el futuro. “Exclusivamente para los proyectos de nuevos yates de Arrow, hay una necesidad inmediata de incorporar hasta 500 miembros de la tripulación en los próximos tres o cuatro años”, señala. “Se vuelve más importante contar con profesionales comprometidos, no impulsados únicamente por ganancias a corto plazo o por el deseo de viajar, sino dedicados a una carrera a largo plazo dentro de la industria”.

“Tomando como referencia el sector naviero comercial, un modelo en el que la tripulación comienza en posiciones de nivel de entrada similares a cadetes, avanzando gradualmente a través de los rangos para eventualmente asumir roles como capitanes, oficiales jefes e ingenieros, podría ayudar al segmento de yates a retener a las personas”, considera Allen. “La rotación de la tripulación puede ayudar a mantener un equilibrio entre los compromisos laborales y familiares”.

Shelley Dowie, jefa de Operaciones de Yates de Edmiston, encuentra los mayores desafíos en las brechas de habilidades y la flexibilidad. “La industria hoy es muy diferente a lo que era hace 20 años; está fuertemente regulada, el tamaño promedio de los yates se ha más que duplicado y tenemos una nueva generación de armadores, lo que está dando forma a la industria y creando escasez de habilidades en la tripulación. El proceso de formación y certificación debe adaptarse para mantenerse al día con estos cambios”.

“A medida que cambian las regulaciones en la industria, deberemos encontrar soluciones para garantizar el futuro durante la vida del yate y, lo que es más importante, asegurar que la infraestructura esté construida para admitir nuevas tecnologías y combustibles de bajo/cero carbono”, dice Dowie.

Por su parte, Allen ve la necesidad de más formación personalizada y adaptada a la tecnología.

"Hay una visión compartida de desarrollar competencias de tripulación, pero se encuentra con importantes limitaciones de tiempo y organizativas. Complicando las cosas está la abundancia de información y las tecnologías que cambian constantemente, cambios que suceden más rápido de lo que se puede organizar la formación”, señala el director de Operaciones de Hill Robinson, Paul Cook.

“A medida que aumenta el uso de combustibles de cero carbono, habrá una mayor necesidad de formación, especialmente para los ingenieros, a la cual la industria debe responder”, agrega. “Esta área en sí misma está evolucionando rápidamente, y la investigación se dirige en muchas direcciones, como los combustibles alternativos, soluciones de almacenamiento de energía, nuevos sistemas de propulsión y equipos relacionados. Esto también significa que la formación de la tripulación debe adaptarse para asegurar que estos desarrollos puedan ser operados, ya que una tecnología que se utiliza hoy puede no ser utilizada dentro de 10 años”.

Arrow anticipa una creciente demanda de ingenieros expertos en electricidad y alto voltaje, enfatizando el valor de una tripulación proactiva que busque mejorar sus conocimientos en estas áreas. Michaela Svecova, de Arrow, también destaca la importancia del cuidado de la salud mental para la tripulación, especialmente en entornos aislados en los yates. “Debería ser obligatorio que los jefes de departamento reciban entrenamiento en salud mental y sepan cómo manejar situaciones, para que puedan detectar comportamientos diferentes y prevenir problemas”.

Ha habido un gran cambio en la necesidad de conectividad continua y transmisión, a través de sistemas de entretenimiento integrados, así como sistemas de control y monitoreo inteligentes en toda la industria de yates. La tecnología satelital ha avanzado recientemente para satisfacer estas demandas. “Con una infraestructura digital aumentada, debemos ser conscientes del riesgo que este nuevo software y tecnología tienen en la ciberseguridad”, dice Downie.

Laura Henighen, jefa de Academia en Hill Robinson, observa que la tripulación actual tiene un mayor nivel de inteligencia digital que las generaciones anteriores. “La tecnología ha sido parte integral de sus vidas desde su nacimiento y, por lo tanto, pueden adaptarse más rápidamente a las nuevas tecnologías a bordo”, dice. La industria de los yates es pionera en la adopción de tecnologías innovadoras.

“Los propietarios de yates pueden ser una parte influyente en esto, ya que muchos de ellos han estado involucrados en la industria tecnológica”, indica Henighen. “Pero, en un mundo donde todos enfrentan riesgos físicos y cibernéticos crecientes, comprender la exposición y las formas de mejorar las medidas de seguridad es esencial para proteger activos, personas y reputación. Es la espada de doble filo del cóctel causado por avances tecnológicos y un mayor nivel de comodidad sentido por la joven tripulación inmersa en la tecnología. Nuevamente, todo vuelve al requisito perenne de entrenamiento y educación constante para garantizar que, en todos los niveles, nuestra tripulación y yates se operen de manera segura y positiva”.

Celine Robins, directora Global de Gestión de Yates en IYC, destaca la lucha de la industria para adaptarse a las nuevas tecnologías. Robins señala las complejas demandas de mantenimiento de un yate de 60 metros, que comporta unas 200 piezas de equipo, cada una con mantenimiento específico en intervalos de 25, 100, 6.000 y 10.000 horas.

Si se multiplican estos horarios por 200, queda claro que el software de mantenimiento planificado (PMS) es esencial.

“Con de uno a cuatro ingenieros a bordo, algunos creen que pueden depender de la memoria para las necesidades de mantenimiento. Sin embargo, implementar un PMS en un barco revela con frecuencia un importante retraso en el mantenimiento vencido. Muchos ingenieros de yates aún dependen de registros en papel para los registros de mantenimiento, lo que presenta un obstáculo para aceptar y usar soluciones de software”, apunta Robins.

“Abordar estos desafíos implica superar la resistencia de la tripulación a la tecnología, adoptar y promover una educación integral sobre seguridad, así como alentar la transición a procesos digitales”, explica Robins.

“Se requiere capacitación de la tripulación en tecnología y debería tener un lugar más destacado en los planes de estudios. Así como los estudiantes asisten a cursos universitarios con sus ordenadores portátiles, los miembros de la tripulación deberían tener estas tecnologías integradas en su formación básica”.

En resumen, los gerentes de yates ven un enorme potencial para los profesionales de los megayates, especialmente aquellos que aprovechan las oportunidades para mejorar sus conocimientos tanto en el lado técnico, convirtiéndose en expertos en combustible y gestión de proyectos, como en habilidades interpersonales.

“DNV apoya el desarrollo del conocimiento en la industria de yates de diversas maneras”, puntualiza Jon Rysst, vicepresidente Senior y líder de Desarrollo Comercial en DNV. La Academia Marítima, por ejemplo, ofrece cursos de formación personalizados para miembros de la tripulación de yates y desarrolla constantemente nuevos programas para abordar las demandas futuras, especialmente en digitalización y descarbonización, con un enfoque también en ciberseguridad. Además, seminarios web gratuitos regulares brindan información sobre desarrollos recientes en estos campos.