La Armada celebra el 30 aniversario del convenio de cooperación para la Defensa entre España y los Estados Unidos de América
El pasado 29 de noviembre tuvo lugar en las instalaciones de la Base Naval de Rota el acto de conmemoración del 30 aniversario del convenio de cooperación para la Defensa entre el Reino de España y los Estados Unidos de América.
El acto fue copresidido por el Almirante Jefe del Arsenal de Cádiz, vicealmirante Enrique Torres Piñeyro y el Comandante de las Actividades Navales de Estados Unidos en España, el Captain USN Michael McNicholl, además contó con la presencia de diversas autoridades civiles y militares de ambos países. Asimismo, durante la ceremonia han estado presentes las enseñas nacionales de España y EEUU y han tomado parte una escuadra de gastadores, una sección de Infantería de Marina, una sección de Marinería, una sección del Ejército del Aire de la Base Aérea de Morón así como tres secciones de los EEUU (Navy, Air Force y Marine Corps).
Antecedentes
El 26 de septiembre de 1953 se firmaron los llamados Pactos de Madrid, por los que se daba comienzo a las estrechas relaciones hispano-estadounidenses en materia de defensa. Relaciones estas que han evolucionado de manera fundamental a lo largo de estas décadas, en consonancia con los cambios experimentados por las sociedades española y estadounidense, así como por la sociedad internacional en su conjunto.
Los sucesivos convenios de 1963, 1970, 1976 y 1982 no fueron sino las etapas propias de una relación en el ámbito de la defensa tan estrecha como cambiante, condicionada por los imperativos geoestratégicos de EEUU y la búsqueda por parte de España de una relación más equilibrada y acorde con su creciente peso político, económico y social a nivel internacional.
El Convenio de Cooperación para la Defensa de 1 de diciembre de 1988, tras el ingreso de España en la OTAN y la Comunidad Económica Europea, tuvo la virtud de desligar las relaciones defensivas de la ayuda militar y de la cooperación en materia educativa, cultural, científica y tecnológica, que serían reguladas por otros instrumentos.
Se establecía así un nuevo acuerdo basado únicamente en los intereses de seguridad mutua. En 1988 se instauró además el Comité Permanente Hispano-Norteamericano, encargado de velar por el normal cumplimiento del Convenio, y artífice de esta publicación. El equilibrio alcanzado en el acuerdo de 1988 justifica su longevidad. Ante el nuevo impulso que recibieron las relaciones bilaterales, plasmado en la declaración conjunta hispano-estadounidense de 2001, no se procedió a la redacción de uno nuevo, en la medida en que el anterior seguía siendo adecuado para los objetivos de cooperación defensiva. Se optó por una actualización, que tomó la forma del Protocolo de Enmienda de 10 de abril de 2002.
A fin de garantizar una mejor respuesta a las amenazas que se plantean a nivel internacional, en el mes de mayo de 2013 entró en vigor el Segundo Protocolo de Enmienda al Convenio de Cooperación para la Defensa. A través del mismo, se articuló la participación de España en el programa de defensa contra misiles balísticos de la Alianza Atlántica, permitiendo el estacionamiento en la Base Naval de Rota de cuatro destructores estadounidenses dotados del sistema de radar AEGIS.