DNV GL desarrolla un nuevo concepto de Gas Natural Licuado Flotante
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DNV GL ha desarrollado un nuevo concepto de GNL flotante no tripulado que supera algunos de los desafíos a los que actualmente enfrentan los profesionales del sector que buscan liberar el potencial de los yacimientos de gas offshore en zonas remotas.
Llamado Solitude, el concepto muestra avances tecnológicos que se pueden combinar en una solución que ofrece una reducción del 20% en los gastos operativos anuales. Sólo se registra el aumento de un pequeño tanto por ciento en gastos de capital y, al mismo tiempo, se aumenta la seguridad general.
Tecnología de Gas Natural Licuado Flotante (GNLF) se está desarrollando rápidamente como parte de la búsqueda de la industria de los recursos en aguas más alejados. Se han barajado una serie de conceptos, pero sólo unos pocos están actualmente en desarrollo, ya que muchas empresas de petróleo y gas han experimentado un crecimiento en el capital y en los gastos operativos durante la última década.
Previendo la necesidad de contar con proyectos más remotos para poder superar las barreras de costos, a la vez que se cumplen las normas de seguridad y ambientales, DNV GL se embarcó en un proyecto para explorar el futuro de la tecnología del GNL.
"Solitude se ha desarrollado teniendo en cuenta, ante todo, el mantenimiento", señala Elisabeth Torstad, CEO de petróleo y gas de DNV GL.
"Al cambiar el foco de la máxima eficacia hacia la máxima fiabilidad y la selección de opciones de procesamiento de sólidos con una función de redundancia, hemos sido capaces de desarrollar una solución que garantiza los niveles de producción y aumenta la viabilidad económica de los proyectos de GNLF”.
Solitude hace uso de la tecnología avanzada, pudiendo generar energía a través de células de combustible, lo que reduce la huella ambiental de la unidad.
Este equipo es modularizado y monitoreado desde la costa con gran parte del mantenimiento y corrección de fallos de rutina realizado por inspección y mantenimiento de unidades autónomas de auto-programación (robots).
Redes de sensores inalámbricos actúan como alimentación de información a un sistema de monitoreo para la detección de fallos, mantenimiento y reparación.
Como no habrá nadie que se encuentre trabajando en la parte superior durante el funcionamiento normal, se eliminan los riesgos para la seguridad del personal. Cuando los trabajadores entran para realizar tareas de mantenimiento, la parte superior estaría preparada para un ambiente de trabajo seguro.
"Los proyectos de petróleo y gas existentes han dado como resultado grandes avances tecnológicos, en particular en el ámbito submarino, y Solitude se basa en esto", indica Torstad. "Los operadores ya están controlando instalaciones submarinas e instalaciones marítimas simples. Dados los avances en curso en sistemas autónomos y operaciones remotas, las instalaciones en alta mar no tripuladas son un desarrollo natural en las próximas décadas".
"Si bien Solitude es un concepto holístico, muchas de sus soluciones se pueden implementar de forma independiente, estando algunas ya disponibles. Estos proyectos reflejan nuestra forma de pensar. Nuestro objetivo es dar a conocer conceptos que pueden formar una base para el desarrollo, y se seguirá trabajando en colaboración con la industria. Vemos Solitude como una nueva oportunidad para el futuro", concluye Elisabeth Torstad.