El Consejo Marino Europeo elige a un investigador del IEO para liderar el documento europeo sobre Ciencia Ciudadana
El Consejo Marino Europeo, que agrupa a 35 Instituciones de investigación marina de 19 países europeos, nombró en su última reunión plenaria en Split (Croacia) a un científico español, el Dr. Carlos García Soto, como máximo responsable de su documento estratégico "Avanzando la Ciencia Ciudadana en la Investigación de Mares y Océanos".
La Ciencia Ciudadana consiste principalmente en aportar a los ciudadanos una manera estructurada de registrar sus observaciones y compartirlas con los científicos usando en muchas ocasiones las nuevas tecnologías de las que disponen como smartphones y tablets. Estas aportan, además de los registros fotográficos, ubicuidad, inmediatez, interconexión y capacidad de posicionamiento de las observaciones. El desarrollo de estos nuevos observatorios ciudadanos tiene el potencial de generar aplicaciones nuevas, reducir el coste de las observaciones científicas y crear partenariados entre los centros de investigación, el sector privado, las ONGs y los propios ciudadanos que son ahora los protagonistas de la ciencia, según explica el Dr. Garcia Soto.
Un ejemplo en Europa es el programa italiano "Occhio Alla Medusa" que analiza la ocurrencia de medusas a lo largo de la costa de Italia. A través de la participación ciudadana se han descubierto en este programa nuevas especies, se han incrementado los registros de distribuciones costeras y se ha incrementado el conocimiento público sobre esta temática y sus diversas implicaciones, comenta el científico. El programa ha sido tan exitoso que se ha expandido hacia los 10 países europeos del Mediterráneo. Un programa parecido tiene lugar en el Mar del Norte en Alemania donde personas jubiladas contribuyen activamente a la monitorización de las mareas rojas.
El estudio que comienza ahora pretende obtener cinco resultados principales. Primeramente identificar los factores comunes de los programas de ciencia ciudadana que tienen éxito examinando los proyectos y casos existentes en diferentes disciplinas. En segundo lugar recomendar los tipos de datos marinos que son más susceptibles para la toma y análisis por parte de los ciudadanos no especialistas sin comprometer la precisión de los datos. En tercer lugar, hacer recomendaciones sobre las mejores prácticas de cara a incorporar la Ciencia Ciudadana a los proyectos de investigación marina. Esto incluye por ejemplo analizar cómo implicar a los ciudadanos, y cuál es la mejor manera de satisfacer sus expectativas y las de los científicos. Y finalmente, en base a estos hallazgos, proveer recomendaciones a los centros oceanográficos europeos sobre la investigación marina, qué es más adecuado para la Ciencia Ciudadana y sobre lo que será necesario de cara a apoyar en estos centros la Ciencia Ciudadana en el contexto futuro.