Investigadores del IEO y AZTI analizan el estado de explotación de las pesquerías de artes menores en Mallorca
Investigadores del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO y AZTI, en colaboración con expertos de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores y la Dirección General de Pesca y Medio Marino del Govern de les Illes Balears han evaluado el estado de explotación de la pesquería de artes menores en las Islas Baleares, teniendo en cuenta por primera vez la mayoría de las modalidades y especies objetivo de esta pesquería.
En aguas europeas, aproximadamente el 75% de las embarcaciones de pesca profesional se dedican a la pesquería de artes menores. A pesar de ello, esta flota ha recibido poca atención en comparación con la pesca industrial de arrastre y de cerco. No obstante, en el Mediterráneo hay un gran interés y necesidad de alcanzar la viabilidad de la pesca de artes menores a través de una explotación sostenible de sus recursos, debido a la gran importancia social y económica que tradicionalmente ha tenido esta pesquería.
En el presente estudio se analiza la pesca de artes menores de Mallorca (Islas Baleares), utilizando estadísticas de desembarcos durante los últimos 25 años, entre 1990 y 2014. De los resultados se desprende que, aunque el tamaño de la flota se ha reducido en un 55%, los desembarcos se han mantenido relativamente constantes. Esto podría estar relacionado con diferentes motivos, tales como una disminución de las capturas no declaradas, el estancamiento del mercado y/o la mejora y aumento de la capacidad de pesca de esta flota debido a los avances tecnológicos y el aumento del número y dimensiones de los artes de pesca utilizados, lo que ha resultado en un incremento del esfuerzo pesquero.
El análisis revela que los artes menores se dedican a la captura de hasta ocho especies objetivo: langosta, llampuga, chanquete, calamar, salmonete, sepia, dentón y cabracho. En conjunto, estas ocho especies representan el 52% y el 71% de los desembarcos de esta flota, en términos de capturas e ingresos respectivamente. Las pesquerías de estas especies son marcadamente estacionales y los desembarcos de la mayoría de ellas muestran fluctuaciones importantes, pero sin una tendencia temporal clara.
A pesar de que se ha considerado tradicionalmente que la pesca de artes menores tenía un menor impacto sobre los recursos que otras modalidades de pesca, las evaluaciones realizadas en este trabajo revelan un patrón general de sobreexplotación, especialmente en el caso de las especies de mayor valor comercial. Los modelos bio-económicos muestran que una reducción del esfuerzo pesquero del 38% mejoraría el estado de explotación de los stocks, a la vez que incrementaría el actual beneficio económico en un 15%. Si todos los recursos pesqueros tuvieran que situarse por debajo de su nivel de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), y corregirse de esta forma la sobrepesca a la que están sometidos, la reducción del esfuerzo pesquero debería ser del 53%. Las simulaciones también muestran que para maximizar el rendimiento económico de la pesquería habría que reducir el esfuerzo pesquero un 28%.
Los expertos apuntan a que las medidas de gestión necesarias para corregir esta situación no deberían contemplar más reducciones de flota, para no poner en peligro la viabilidad del sector. Se plantea la necesidad de implementar otras medidas técnicas, como limitaciones del tiempo de pesca y de las dimensiones y características de los artes y aparejos, sin dejar de lado la mejora en la trazabilidad y la comercialización de las capturas, para incrementar su valor de primera venta y reducir la fracción de capturas no declaradas.
«Pese al patrón de sobre-pesca observado, hay que ser cautos con estas cifras. Debido a la importante cantidad de capturas no declaradas de las especies de mayor valor comercial, y al hecho de que la abundancia de algunas especies como el chanquete puede estar también influenciada por factores medioambientales, además de la pesca, los resultados de los modelos en cuanto a la situación de los stocks y las simulaciones bio-económicas deberían utilizarse únicamente como indicadores de tendencias generales en esta pesquería», señala Antoni Quetglas, primer autor del estudio.
La presente investigación ha recibido financiación del Séptimo Programa Marco de la Unión Europea (FP7 / 2007-2013), a través del proyecto «Maximising yield of fisheries while balancing ecosystem, economic and social concerns», de acrónimo MYFISH, integrado por 31 socios de 11 países europeos. El objetivo del proyecto MYFISH es integrar el concepto de Rendimiento Máximo Sostenible (MSY en sus siglas en inglés) con los principios globales de la nueva Política Pesquera Común (PPC): el principio de precaución y la aproximación ecosistémica.