El Gremio Empresarial de Ascensores de Catalunya celebra una Jornada Técnica de la Elevación sobre la nueva ITC AEM 1

La Jornada técnica de la elevación organizada por Gedac contó con una notable asistencia de profesionales.

El presidente del Gremio, Pere Piñero, fue el encargado de presentar la jornada, dando la bienvenida a los más de 180 asistentes y agradeciendo a los patrocinadores del evento. En su intervención aseguró que, “a vista de pájaro, la ITC se puede resumir en tres puntos: una mayor exigencia a las empresas de mantenimiento –en cuanto a documentación y obligaciones–, una notable elevación del listón de la seguridad aceptable para cualquier ascensor y una mayor responsabilidad a los propietarios, hacia los que es necesario realizar una labor de concienciación”. Y es que, tal y como añadió Piñero, “se están contestando muchas consultas a los medios y todo el mundo se está fijando en los costes, pero no en las responsabilidades”.

El presidente de Gedac continuó asegurando que “una lectura atenta de la nueva ITC da lugar muchos matices que hay que resolver”. Prueba de ello es que el Gremio trasladó a Industria un resumen con 41 consultas, que incluía comentarios y propuestas en temas concretos como, por ejemplo, ascensores con inspección caducada,  etc. Y, aunque dejó claro que “solo se pararán ascensores a petición de los titulares hasta el 1 de octubre, según la respuesta que dio el Ministerio en este sentido, es muy importante que las inspecciones previas estén contratadas con tiempo, así como las reparaciones que surjan de estas”.

El tema de los ascensores patrimoniales e históricos centró también parte de la intervención del presidente de Gedac, quien afirmó que “no se ha resuelto el tema de las guías y hay un parque de unos 15.000 ascensores con guías redondas huecas o de madera. El ayuntamiento ha hecho un catálogo de 1.200 con valor patrimonial, en los que se puede no cambiar las guías, mediante un documento que hará el ayuntamiento, para evitar el cambio de guías, aunque reduciendo la carga al 50%”, algo que desde Gedac se considera “injusto” y que no da solución real a la situación existente.

Pere Piñero, presidente del Gremio Empresarial de Ascensores de Catalunya, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y abrir la jornada.

A continuación, Cristina González, secretaria de Junta del Gremio y miembro del grupo de trabajo de normativa de Feeda, que actuó como moderadora durante toda la jornada, dio paso a Joan Carles Fernández, asesor y colaborador de Gedac, encargado de llevar a cabo un resumen de los puntos más relevantes de la ITC, ya sobre datos reales que, no obstante, no difieren demasiado de los analizados sobre los borradores. “En su inacabable tramitación se presentaron múltiples alegaciones y, aunque a la mayoría no se les hizo caso, pese a tratar de temas que afectarán al día a día de las empresas conservadoras, ahora han vuelto a surgir esas cuestiones y se espera que se tengan en cuenta”, comenzó afirmando el experto, para continuar asegurando que “el Gremio ya había trasladado a industria determinadas inquietudes y dudas, para algunas de las cuales ya se ha recibido respuesta, como es el caso de la resolución sobre las obligaciones de las empresas conservadoras en el tema las inspecciones caducadas el 1 de julio”, anteriormente mencionada, según la cual, “no deben pararse a menos que lo pida la propiedad, pero, a partir del 1 de octubre, cualquier ascensor con defectos graves y sin inspección contratada o realizada, se debe parar”.

“Las preguntas son muchas y las respuestas son muy importantes, sobre todo las que tengan impacto inmediato”, afirmó el asesor del Gremio, quien indicó también que, pese a que la ‘Guía de interpretación’ ya ha sido presentada en el Ministerio, no faltan “algunos casos de conflicto de la ITC con otras normativas aplicables en términos de comercio en Catalunya”.

Tras realizar una introducción sobre la evolución de la normativa y listar los objetivos de la nueva ITC, que se resume en el “aumento de la seguridad de los ascensores existentes con el intento de acercar sus características técnicas de seguridad a la de los actuales”, Joan Carles Fernández llevó a cabo un extracto de los puntos más relevantes y los cambios con respecto al R.D. 88/2013.

Entre ellos, destacó, por ejemplo, la obligación de que las empresas conservadoras dispongan, en el plazo de 1 año a partir de la entrada en vigor de este Real Decreto y para cada tipo de ascensor objeto de sus tareas de mantenimiento, de un plan de mantenimiento conforme a lo previsto en el Artículo 5.3 de la presente ITC, así como de un Manual de funcionamiento del ascensor, conforme con el Anexo VIII, para el uso seguro de cada ascensor objeto de su actividad de mantenimiento, del cual entregará copia a quien ostente la titularidad de la instalación; en el caso de no disponer de este, deberá elaborarlo en el plazo máximo de 2 años desde la entrada en vigor de esta ITC.

Por lo que se refiere a la puesta en servicio, se deberá presentar el certificado de inspección inicial favorable realizada como máximo con tres meses de antelación, respecto a la comunicación, salvo en los casos excepcionales que se contemplan (edificios histórico-artísticos o por conseguir mejor accesibilidad).

Las obligaciones de los titulares centraron buena parte de la intervención de experto, que remarcó la importancia de que “tomen la responsabilidad y empiecen a actuar como titular”.

El plan de mantenimiento, los plazos de realización y las obligaciones de las empresas conservadoras, incluidos los registros de mantenimiento, fueron otros de los temas abordados, realizando una comparativa entre la normativa vigente autonómica y lo que dice la ITC.

Joan Carles Fernández, asesor y colaborador de Gedac, fue el encargado de llevar a cabo un resumen de los puntos más relevantes de la ITC.

A continuación, fue el turno de Félix de las Heras, director de calidad, seguridad y medio ambiente de Imem Ascensores, quien analizó el tema de las modificaciones importante y legalizaciones.

Entre los principales cambios que introduce la ITC AEM 1 Ascensores, el experto mencionó los relacionados con las modificaciones importantes, entre las que se añade el número de paradas y las instalaciones auxiliares –como, por ejemplo, equipos de purificación o ventilación de aire; desaparecen los dos asteriscos –por los cuales, para realizar determinados tipos de modificación no se exige la intervención del organismo de control–, de modo que todas ellas exigen la intervención de organismo de control; y desaparecen las referencias a las normas armonizadas.

Un tema que generó cierta polémica es la interpretación del concepto ‘tipo distinto’, cuando se trata de cambios o sustituciones de componentes, que desde Feeda se interpreta como “el que difiere del original en alguna característica esencial: tamaño, material, resistencia, características nominales o modos de actuación; por ejemplo, sustitución de una puerta tipo batiente por una tipo deslizante”, si bien “el fabricante no se considera una característica esencial”.

Otro tema que despierta dudas es qué normas se aplican cuando se diseña una modificación, así como, qué pasa con las que están contratadas y aún no se han hecho. Cuestiones a las que, en la fecha de la jornada, no se había dado respuesta ni desde el Ministerio ni desde las CCAA.

Igualmente, la conformidad de una modificación “queda complicada por las opciones que deja la ITC”, ya que solamente se puede optar por el procedimiento de control final si existe un examen de tipo de la modificación, la verificación por unidad, según Anexo III, solo es hábil para ascensores que vayan por Directiva de ascensores, en estos momentos, y el sistema de gestión de calidad certificado por una entidad acreditada, según Anexo IV, debe tener un alcance que cubra el diseño, la fabricación, el montaje, la instalación, el control final de los ascensores y los ensayos…

José María Obis, MDC Codes & Standards Team Leader de Schindler, durante un momento de su intervención.

José María Obis, MDC Codes & Standards Team Leader de Schindler, aseguró durante su ponencia sobre Medidas de seguridad en ascensores existentes. RD355/2024 Anexo VII que, si bien el objetivo de la norma era “uniformizar las medidas en todo el territorio, no ha salido una norma ‘redonda’, porque no responde a todos los casos”.

Así, por ejemplo, por lo que se refiere al punto que trata la nivelación deficiente de los ascensores, la principal causa de accidentes en Europa (144 en 2022 por precisión de parada, según la ELA), el objetivo era una precisión de parada de al menos +-10mm y nivelación +-20 mm. La solución propuesta es la instalación de control de velocidad por variación de frecuencia para una correcta nivelación, con un plazo de implantación de 1 año desde la inspección periódica con defecto, 6 meses desde accidente o cuando se cambie el grupo tractor. No obstante, estas medidas solo se aplican para equipos de 1 velocidad o tras accidentes, lo que deja la duda de qué aplicará con los ascensores hidráulicos.

Del mismo modo, la protección contra el cierre de puertas, mediante la implantación de cortinas ópticas –en un plazo de 6 meses en caso de accidente o 1 años desde IP–, aplicará a todos los equipos excepto a los de directiva 2014/33/UE según EN81-1/2+A3.

Algo similar sucede con la protección contra movimientos ascendentes incontrolados, mediante módulo de seguridad UC tras cambio simultáneo de grupo tractor, eléctrico o hidráulico, y su maniobra: en ascensores sin nivelación, renivelación y preapertura de puertas no es necesario disponer de medios de detección de los movimientos no intencionados, según la UNE-EN81-20:2020 – 5.6.7.1.

Por lo que respecta a la comunicación bidireccional en cabina –en el plazo de 1 año desde la inspección periódica– este sistema tiene que ser accesible a personas con discapacidad física según UNE-EN81-70+A1:2004, aunque el bucle inductivo no es de aplicación.

En referencia a la sustitución de guías, con respecto a lo cual el experto afirmó que “garantizar la frenada de un freno de emergencia, paracaídas, en una guía de madera es peligroso y casi milagroso”, la medida se refiere solo a aquellas guías sobre las que se produce la actuación de paracaídas, al tiempo que en ascensores catalogados como patrimonio histórico artístico, donde no sea posible sustituir guías, deberán reducir su carga al 50%.

Algo similar sucede con el contrapeso, en el que la incorporación de guías rígidas de acero y accesibles en todo el recorrido tiene una situación de excepción en los ascensores catalogados como patrimonio histórico artístico y los que tengan marcado CE.

La intervención de José María Obis finalizó con una revisión de 8 cuestiones planteadas al Ministerio los consiguientes puntos aclaratorios que se añadirán a la Guía de Interpretación y que están disponibles para su consulta en la web de Feeda, en este enlace.

El evento sirvió también como punto de encuentro entre los profesionales del sector.

Diego Bernal y Juan Antonio Castro, del departamento de aparatos elevadores de Bureau Veritas Barcelona fueron los encargados de abordar las inspecciones en la nueva ITC de ascensores, RD 355/2024.

Si bien puntualizaron que “por ahora, se trata de una interpretación libre”, a la espera de las aclaraciones pertinentes a las consultas y la Guía de interpretación oficial, hicieron hincapié en algunos puntos dudosos como, por ejemplo, quién puede solicitar las inspecciones iniciales antes de la primera puesta en servicio de un ascensor que, a su entender, puede ser solicitada por la empresa instaladora –a diferencia de otras como las periódicas, que pasan a ser obligación de los titulares–.

Con respecto a las inspecciones iniciales también se puntualizó que, a partir del 1 de julio, no hay norma para hacer inspección inicial de las plataformas elevadoras, ya que ese paso no está definido en el nuevo Real Decreto, por lo que, según los expertos, “se echa el freno a esas regularizaciones hasta que la nueva normativa de elevadores de velocidad reducida (Norma 192008-2), que se espera que salga en unos 20-30 días”.

Tras listar las inspecciones periódicas, cada 2, 4 o 6 años, según los plazos estipulados y que incluyen las inspecciones previas al cambio de conservador; las previas a la regularización de ascensores existentes no inscritos; las previas a la rehabilitación de ascensores con defectos muy graves o no corregidos en plazo; o las previas a la rehabilitación de un aparato de baja temporal con la caducidad vencida, entre otras, los expertos de Bureau Veritas hicieron especial hincapié en que la inspección periódica no podrá ser contratada, en ningún caso, por la empresa conservadora.

Diego Bernal y Juan Antonio Castro, del departamento de aparatos elevadores de Bureau Veritas Barcelona abordaron las inspecciones en la nueva ITC.

Una vez abordadas las obligaciones de los titulares por lo que respecta a la documentación que deben conservar, así como las del conservador de ascensores que, según la nueva norma debe “estar presente y prestar asistencia activa a los organismos de control en sus actuaciones, para el exacto cumplimiento de las mismas y garantizar la seguridad en las maniobras que deban realizarse”, se hizo hincapié en los aspectos previos a la inspección y en la necesidad de colaboración por parte de los profesionales, para poder abordar con garantías la multiplicación de las inspecciones motivada por los nuevos requisitos de la ITC en este ámbito.

También se mencionó el procedimiento indicado en el caso de ‘otras inspecciones’, más allá de las periódicas, apuntando que, según la norma, “de haber discrepancias en el dictamen de la empresa conservadora, el/la titular podrá contratar la realización de una inspección de los elementos motivo de la discrepancia por parte de un organismo de control”, por ejemplo. O que en el caso de las inspecciones tras un accidente con daños a personas, animales de compañía o bienes, “esta inspección se centrará en los elementos implicados en el accidente antes de su reparación, siendo esta actuación diferente a la que correspondería a una inspección periódica obligatoria”.

Por último, se indicó que no se requiere una inspección inicial tras una modificación de importancia, y se repasó la calificación de los defectos encontrados en las inspecciones periódicas a partir de las medidas de seguridad en ascensores existentes que indica el Anexo VII.

Pere Piñero fue, de nuevo, el responsable de concluir la jornada, asegurando que “se han resuelto algunas dudas y se han generado algunas más”, por lo que garantizó que desde Gedac se continuará “trabajando con el legislador para resolver las dudas lo más pronto posible y poder trabajar con tranquilidad”.

Y es que, tal y como nos explicó el presidente de Gedac, “aunque el impacto de la ITC desde el punto de vista económico es innegable, hay que tener en cuenta que este estará repartido en el tiempo y, frente a las noticias ‘alarmistas’ que han ido apareciendo en los medios de comunicación, lo más habitual serán partidas pequeñas, con solo una cifra mínima de equipos que requerirán intervenciones más costosas”. No obstante, el impacto operativo para los profesionales del sector será otra cosa: “el tema de la documentación, así como la multiplicación de las inspecciones periódicas y algunas de las obligaciones que plantea la nueva normativa a los conservadores, como parar ascensores seguros en 24 horas son cuestiones que deberán ir abordándose en el día a día”, concluye Piñero.

Los organizadores y ponentes de la Jornada técnica de elevación de Barcelona.

La Jornada técnica de la elevación organizada por Gedac en Barcelona combinó el programa de conferencias con un espacio de colaboradores que, además de actuar como patrocinadores del evento, contaron con un espacio para mostrar a los asistentes sus propuestas para hacer frente a los nuevos requisitos que plantea la nueva ITC a los profesionales del mantenimiento de ascensores.

Stands de Edel, Sumasa y  Fullspace /Turboiber en el espacio de colaboradores.

“La nueva ITC nos obliga a tomar decisiones que, en un futuro, pueden ser decisivas para nuestros proyectos. Ponemos al servicio del cliente el producto que ayudará a normalizar y solucionar la configuración y requisitos que en la actualidad necesita, con la posibilidad de ampliarlos y solucionarlos, sin necesidad de adaptaciones complicadas o cambios de maniobra”, aseguran en este sentido desde Edel, uno de los colaboradores del evento.

“El ascensorista mediano y pequeño va a necesitar mucha ayuda, porque toca hacer muchas cosas para las que es posible que no estén preparados, como pueden ser los planes y registros de mantenimiento o las certificaciones de modificaciones importantes; prácticamente, se ha triplicado el trabajo”, explica Antonio Llaguno de Fullspace / Turboiber, desde donde se ofrece “un paquete de soluciones que incluye material, realización y, si lo necesita, incluso montaje”, como nos explica. E incluso apunta que desde la firma están creando “una asesoría jurídico-técnica para afrontar todos los problemas que se puedan plantear con las OCA”.

Además de como colaboradores de la jornada, donde presentaros soluciones “que cubren todos los puntos de la ITC, incluida la parte de ingeniería y conocimiento en el caso de grandes reformas”, como nos explica Ismael García, Sumasa colabora también en las iniciativas de formación impulsadas por el Gremio de Ascensores de Catalunya. El director comercial de Sumasa añade que quieren aportar soluciones frente a la “cierta alarma social existente, que da lugar a mantenedores agobiados por las consultas de las comunidades de vecinos”, aunque reconoce que esta es “una muy buena oportunidad para actualizar muchos ascensores que, de otro modo, no mejorarían sus condiciones de seguridad”.

“La nueva ITC trae notables cambios en cuanto a la documentación que deben gestionar las empresas conservadoras, para lo que desde Binsa ofrecemos un software especializado para llevar a cabo todos los cambios necesarios y aplicables en plazos de 6, 12 y 18 meses desde la entrada en vigor”, explica Francesc Barceló, CEO de Binsa.