El sector vitícola catalán contra el reparto de fondos europeos propuesto por el Ministerio de Agricultura

La Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC), la Unió de Pagesos de Catalunya, Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) y la Associació Agrària de Joves Agricultors (ASAJA) suscribieron ayer, día 9 de julio por la mañana, un posicionamiento conjunto contra la propuesta de reparto de los fondos de la medida de reestructuración y reconversión de la viña, en Barcelona. Las organizaciones catalanas alertan que se siguen priorizando unos criterios obsoletos donde no prima la producción de vino de calidad.

El sector vitícola catalán insiste en pedir la regionalización del sobre estatal para que Cataluña pueda disponer de los recursos económicos en función de sus necesidades propias, y que en ningún caso deba competir con otras Comunidades Autónomas. Especialmente, exigen que la Comunidad catalana no salga perjudicada como así sucedería de aplicarse el reparto actual.

Aun así, y dada la negativa del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) de repartir el presupuesto global del Plan de Soporte Nacional Vitivinícola para Comunidades Autónomas, se propone que para el reparto de los fondos europeos destinados a la reestructuración de la viña se priorice la producción de vinos de calidad producidos dentro de una Denominación de Origen, frente a la producción descontrolada para destilación. En opinión de estas organizaciones, desde hace más de 10 años perdura una discriminación en el reparto de estos fondos, y que ahora aún puede ir a más por parte del ministerio (se quiere reducir casi un 0,5% de los fondos que percibe Cataluña) al priorizar la superficie vitícola y la producción masiva frente a la calidad del producto que aporta más valor añadido.

Además, desde hace tres años los viticultores catalanes deben producir en condiciones de competencia desleal, como consecuencia del pago único que reciben los productores de otras zonas procedentes de la producción de vino que se destina a destilación de uso en boca.

En consecuencia, las organizaciones agrarias instan al ministerio a que tenga en cuenta criterios positivos que premien el esfuerzo del trabajo para producir vino de calidad, en lugar de hacerlo en función de criterios históricos caducados y obsoletos, contrarios a la adaptación de la oferta a la demanda, objetivo principal de los planes definidos, en un principio, por la Unión Europea.

El sector productor en pleno insta a los partidos políticos con representación y capacidad de influencia sobre el gobierno a que intercedan en favor de la viticultura catalana, y reclamen un trato justo y equitativo de los viticultores catalanes.