Gab System, 50 años elevando el análisis enológico al siguiente nivel
La empresa de material de laboratorio enológico Gab System está de celebración. En este 2025, esta pequeña empresa familiar cumple 50 años de historia y lo hace con la ilusión de quien sabe que está haciendo las cosas bien. Su actual cara visible, Lluís García –nieto e hijo de los fundadores–, trabaja con los valores que aprendió de su abuelo: tenacidad, disciplina y esfuerzo. Unos valores que les han posicionado como uno de los distribuidores y fabricantes de soluciones y sistemas analíticos más reconocidos de España.
Lluís Garcia, a la derecha, junto a su padre, Joan X. Garcia Batlle, cofundador de Gab en 1975.
La historia de Gab es una de aquellas que surgen por “un cúmulo de otras historias”, como nos dice Lluís Garcia, director técnico y comercial de la compañía. García es nieto de Juan Garcia Barceló (de sus apellidos se da nombre a la empresa: Gab), quien junto a su hijo Joan X. Garcia Batlle fundó en 1975 la compañía.
“Mi abuelo, como tanta gente de su generación, era un emprendedor por obligación. Estudió las carreras de Electrónica y Química –lo que más tarde le serviría como base para fundar la compañía– y durante años creó distintos proyectos empresariales, algunos con más suerte que otros. Trabajó en varias facetas de la investigación del vino, incluso fue director de laboratorio en la Estación Enológica de Vilafranca del Penedés (actual INCAVI), y también fue asesor para diferentes bodegas. Pero en 1975, con 57 años y acercándose a la edad de jubilación, apostó por un último negocio al lado de su hijo, mi padre, licenciado en Enología”, explica con emoción Lluís García, quien no se considera tercera generación de la empresa, sino segunda, precisamente porque Gab lo crearon su abuelo y su padre conjuntamente.
Juan Garcia Barceló y su hijo Joan X. Garcia Batlle, en el FIRAVI 1995.
Antes de fundar Gab, Juan Garcia Barceló ya había diseñado todo tipo de equipos propios con la marca METEOR.
Pioneros del desarrollo de métodos y reactivos específicos para la analítica del vino
Los dos socios, padre e hijo, crearon varios packs analíticos y equipos especializados para el análisis con el objetivo de dar apoyo al laboratorio enológico con una formulación compleja pero factible: técnicas robustas, económicas, fiables y fáciles de usar. Así, a principios de los ‘90 se lanzó el primer Volatímetro eléctrico GAB y el primer Toning GAB, así como el pack de SO2 Ripper, el pack de azúcares Rebelein GAB –otra de las grandes revoluciones por sus aplicaciones en el sector del cava– y el pack de cromatografía GAB.
Situada en Moja, a 50 km al sur de Barcelona, la empresa está en el corazón de la DO Cava y la DO Penedés. En la imagen, la tienda física ubicada en la sede de Gab.
Pero si hay algo que marcó un antes y un después fue el lanzamiento de la tienda online, especializada en la venta al detalle de material de laboratorio, alrededor de 2005: “Nos abrió las puertas del mundo porque fuimos de los primeros en tener presencia digital”, dice Lluís. Tanto es así que, actualmente, las soluciones de Gab están presente en más de 70 países y “en muchos de ellos estamos gracias a las ventas de la web, más allá de nuestra red de distribuidores”, especifica el actual director técnico y comercial.
Fue en 2008 cuando Lluís García se incorporó activamente a la compañía familiar. Licenciado en Ingeniería en Telecomunicaciones, con un MBA a sus espaldas y experiencia en el sector audiovisual, Lluís aterrizó en Gab tras ver que las experiencias laborales fuera de casa no encajaban con sus expectativas vitales y profesionales: “No me sentía cómodo en las diferentes empresas en las que había estado y decidí que lo que había aprendido fuera, podía aplicarlo dentro”, señala.
Desde ese momento, Lluís se ha centrado en renovar, actualizar y modernizar los instrumentos creados por su abuelo y a abrir Gab a nivel internacional. Así, desde entonces, Gab ha lanzado decenas de soluciones, como la gama de equipos de valoración de sulfuroso Toning o el destilador de acidez volátil Volatimetro, con la automatización de éste, el Tenamatic; ha creado la marca de certificaciones Certivin (alta gama) y ofrece servicios de análisis; ha desarrollado la línea Micro de todos los equipos para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado; Lanzó las bombas de vacío Airvac 6 y 12, el pack de alcohol AAL, el pack de NFA (Nitrógeno Fácilmente Asimilable), el autoanalizador GAB G100 y sus kits enzimáticos asociados; ha diseñado íntegramente el Sulfiduo/Sulfiquattro, el SO2-MIX y línea Matic, los innovadores Uvapress y Mostomatic o el nuevo microdestilador de grado Microdest. Más recientemente, Gab ha lanzado, entre otros, los analizadores de SO2 Sulfimet/Sulfimet+ y el destilador de grado Macrodest, entre otros muchos reactivos, el Carbodoseur –para la determinación del contenido de CO2–, los Volatímetros GT y Cazenave-Ferré, afrómetros y los equipos Índices de Colmatación y su automatismo el IC-matic.
Todo ello significa que Gab ofrece una solución específica para cada requerimiento de análisis enológico: grado alcohólico, acidez volátil, acidez total, sulfuroso, presión y CO2, control durante la filtración, la estabilización y la maduración, reactivos químicos y productos enológicos, packs para el control de azúcares o de nitrógeno, equipos de medición e instrumentación (pH-metría, conductimetría, medidores de oxígeno, temperatura y pesaje) y servicios de análisis y verificación. Todo un sistema de soluciones para la indústria enológica.
El gran valor de Gab: diseño y fabricación propia
La gran ventaja con la que cuenta Gab es la fabricación propia de sus equipos y soluciones. Con una plantilla multidisciplinar de 6 personas, desde Gab apuestan por analizar, estudiar, conocer y generar experiencia para diseñar las técnicas que mejor funcionan y las metodologías que mejor se adaptan a sus clientes: “Ofrecemos un producto firme, confiable y, sobre todo, fácil de usar”.
En este sentido, la implicación de Gab es uno de sus valores más diferenciales. “Una empresa pequeña y familiar, donde lo que vendemos lo hemos fabricado con nuestras ideas y nuestras manos, nos convierte en especialistas en lo que hacemos porque conocemos cada máquina profundamente, sabemos qué estamos vendiendo y entendemos qué puede ayudar y qué realmente encaja cuando hablamos con un cliente”, expresa Lluís, convencido del potencial de su empresa y de la importancia de su I+D+i.
Evolución de los distintos modelos del Ebulliómetro eléctrico de Gab hasta la actualidad.
Y razón no le falta. Visitando las instalaciones de Gab en el pequeño municipio de Moja, a solo 50 kilómetros al sur de Barcelona y en el corazón del Penedès, se respira un ambiente de creatividad e innovación. La sede, que sigue siendo la casa que su abuelo adquirió en el siglo pasado y en la que Lluís ha crecido, desprende esa sensación de empresa familiar –no por ello poco moderna– que sigue teniendo unos valores muy claros: “Conocimiento, innovación y evolución constante”, como subraya Lluís.
“En Gab somos distribuidores y fabricantes, lo que nos permite ofrecer unas garantías muy ventajosas. Fabricamos los equipos en España –evitando la barrera idiomática, las tasas aduaneras y los largos tiempos de entrega–, lo que significa que siempre tenemos stock disponible y ante cualquier incidencia, con una llamada te solucionamos el problema porque conocemos el producto de principio a fin”, añade.
El futuro: innovación, creatividad y conocimiento
El conocimiento es otro de los desafíos a los que Gab quiere hacer frente. El análisis enológico es un ámbito de trabajo muy específico y técnico en el que Lluís considera que “es necesaria cierta inquietud para entender”. Es frecuente que sus clientes no estén seguros de qué necesitan y que las soluciones existentes en el mercado no se adapten exactamente a sus requerimientos, por lo que desde Gab se decantan por “hacer las cosas bien, escuchar al cliente y brindarle lo que necesita”.
En este sentido, Lluís apuesta por la profesionalidad y la honestidad y recuerda que eso es lo que busca Gab cuando inicia un proyecto, adaptar sus productos a lo que sus clientes verdaderamente necesitan.