Freixenet presenta un ERTE que afectará a 615 personas por la crisis causada por la sequía
El Grupo Freixenet ha solicitado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor que afectaría a 615 personas de Freixenet y de Segura Viudas, y se activaría a partir de mayo, por la crisis en el sector del cava derivada de la sequía.
Según ha informado el grupo, el ERTE por fuerza mayor es una medida excepcional que se enmarca en el actual contexto de crisis provocada por la falta de materia prima derivada de la fuerte sequía que viene afectando al sector desde 2021, con especial afectación en 2023 en la zona de El Penedés (Barcelona).
"La medida, implementada como un ejercicio de responsabilidad, tiene como objeto garantizar la operatividad del negocio y preservar la empleabilidad para poder hacer frente a causas externas y de fuerza mayor provocadas por la grave sequía”, dicen desde Freixenet.
El gigante del cava ha solicitado la autorización de este ERTE al Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya y ha informado también del mismo a la representación social de los trabajadores.
Fuentes de Freixenet han explicado a EFE que el ERTE no afectará a los trabajadores del área comercial y que en función del área de actividad tendrá una afectación de entre un 20 y un 50%. La intensidad de esta medida variará en función del período del año y de la evolución de las causas que la motivan.
La sequía persistente que afecta a Cataluña, que ha obligado a la Generalitat a activar la fase de emergencia en buena parte de las provincias de Barcelona y Girona, ha causado una drástica producción de uva por la falta de agua.
Codorníu descarta el ERTE y tiene la producción de cava asegurada para los próximos años
En respuesta a la situación de Freixenet, Raventós Codorníu ha asegurado que no tomará medidas laborales como el ERTE por los problemas ocasionados por la sequía, ya que la elaboración del cava y su distribución está asegurada para los próximos años.
Fuentes de Raventós Cordorníu han explicado a EFE que la afectación de la sequía es, sobre todo, para la bodega de Codorníu en el Penedés, donde no se permite el regadío, y las viñas sufren un estrés hídrico muy importante después de tres años de sequía, lo que ha provocado que algunas mueran y el rendimiento a la hora de vendimiar sea mucho menor.
Sin embargo, las mismas fuentes han asegurado que la sequía afecta a Codorníu en el Penedés "como a todo el mundo", pero que la elaboración del cava y su distribución, tanto en España como fuera, están asegurados para los próximos años.
Ello se debe, según Codorníu, a muchos factores, como la "buena gestión del negocio, una buena planificación en lo que es la compra de uva, a los estocks dentro de la bodega, a que tienen contratos estables con más de 300 familias de viticultores del Penedés y a que la compañía tiene una buena situación financiera”.
Según la empresa, durante años Codorníu ha hecho "previsiones de aprovisionamiento muy bien hechas" y la compañía está creciendo a doble dígito, tanto en ventas como en ebitda, por lo que se descartan este tipo de medidas, "a pesar de que el entorno es volátil y complicado”.