La Wine Innovation Week augura un futuro en el que la sostenibilidad y la innovación marcarán el camino

Del 3 al 5 de abril, el clúster INNOVI organizó la Wine Innovation Week (WIW), un evento diseñado para promover la competitividad y la sostenibilidad del sector del vino en Cataluña. Centrándose en la viticultura, la enología y la comunicación, cada una de las tres jornadas se celebró en una zona diferente del territorio catalán y mostró cómo la innovación es la base de una industria que afrenta retos enormes, pero también esperanzadoras oportunidades.

La primera jornada, el 3 de abril, se celebró entre las instalaciones de la bodega La Vinyeta y las de Castell de Perelada, ambas en el Empordà (Girona).

La mañana transcurrió como un evento demostrativo en el que Joan Godia, director general de Empresas Agroalimentarias, Calidad y Gastronomía del Departament d’Acció Cimàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, quiso destacar el “carácter innovador del sector vitivinícola catalán, que forma parte de una industria, la agroalimentaria, que ya representa el 14% de la economía catalana”. Tan importante es, que Godia subrayó que “la media de innovación en el sector agroalimentaria en Cataluña es más alta que la de España, pero sigue por debajo de zonas punteras como los Países Bajos”.

Josep Serra, propietario de La Vinyeta, explicó al centenar de asistentes su proyecto, destacando que empezaron de zero en 2002: “En casa éramos carniceros, no conocíamos el mundo del vino, pero mientras Marta –su pareja y copropietaria– y yo estudiábamos la carrera decidimos comprar 4 hectáreas de terreno. En 2004 empezamos a elaborar el vino y en 2006, a venderlo. Siempre con un enfoque abierto y con una explotación donde se aprovecha todo. No generamos residuos sino recursos”, dijo.

Y es que esta es la clave de La Vinyeta, una bodega sostenible que apuesta por un concepto totalmente cíclico. Además de trabajar en ecológico y con agricultura regenerativa, elaboran quesos y mieles con sus abejas y ovejas de proximidad: “Nuestros ejes siempre han sido 3: sostenibilidad, innovación y autenticidad, especialmente trabajando variedades como la Garnacha y la Cariñena y con materiales de envejecimiento como la cerámica o el hormigón”.

Entre las decenas de proyectos sostenibles y de innovación que gestionan, Serra destacó el de recuperación de levaduras salvajes de sus propias viñas junto al INCAVI, la creación de compost mediante los residuos de los municipios cercanos, la reutilización de botellas a través del proyecto REWINE, la aplicación de colas hidrosolubles para poder reutilizar etiquetas, la aplicación de placas fotovoltaicas –el 80% de energía que gastan ya proviene del sol–, la creación de una cooperativa de distribución de proximidad con negocios de la zona, la colaboración con entidades de formación o el proyecto Bodega Digital para mejorar la trazabilidad del vino y optimizar el control de los inventarios.

En la parte demostrativa, el Celler Llopart mostró su aserpiadora y cómo puede ayudar a los viticultores a combatir la sequía; desde la Universidad Politècnica de Catalunya enseñaron un vehículo multipropósito para aplicaciones agrícolas; Eurecat expuso un dispositivo para aplicar la realidad aumentada en la formación en poda; las empresas Jympa y Waatic mostraron un equipo que aplica Inteligencia Artifical en la monitorización del suelo mediante prácticas agrícolas profundas; desde la bodega Eduald Massana presentaron Rovinya, un robot autónomo y modular para la realización de trabajos agrícolas; y Terraview habló de sus fórmulas de monitorización inteligente de la humedad del suelo.

Ya en Castell de Perelada, la mesa redonda ‘Los retos de la viticultura actual’ captó la atención de todos los asistentes, que llenaron el auditorio de la bodega. Jaume Boixadera, exjefe del Servicio de Suelos y Gestión Medioambiental de la Generalitat, destacó la importancia de tener en cuenta el tipo de suelo y la durabilidad de las viñas para crear estrategias realmente sostenibles.

Xoán Elorduy, jefe del Servicio de Viticultura, Enología y Ampelografía del INCAVI, añadió que, más allá de tener en cuenta las tres vertientes de la sostenibilidad (económica, social y medioambiental), es necesario crear estrategias personalizadas en cada bodega: “Las soluciones genéricas o importadas ya no sirven, las aplicaciones deben ser concretas y específicas para cada territorio”.

Xavier Blasco, director de Waatic, dio una visión más empresarial y habló de dos aspectos claves para sobrevivir: “Dar valor de venta a nuestro producto y reducir costes”. A ello se sumó el gerente de Saf Sampling Water, David Tous, quien apostó por conseguir rentabilidad a través de la tecnología: “Debemos poner el acento en los suelos y decidir qué tecnología queremos aplicar”. Para Tous, el viticultor no tiene tiempo a conocer y analizar todas las tecnologías que existen, por eso las empresas deben “acompañar a las bodegas para que sepan cómo aplicar conocimientos”.

Maria Àngels Casanova, asesora en Gestión Integrada de Plagas de la bodega Empordàlia, fue la primera en hablar de cambio climático: “Sequía, temperaturas muy elevadas, tormentas torrenciales, heladas… Todo esto, sumado a que el ciclo de la viña ha cambiado y que estamos más expuestos a plagas y enfermedades, hace que los periodos de reacción sean cada vez más cortos, por lo que es esencial aprender a anticiparnos”.

Por su parte, la enóloga y viticultora Marta Arenes enfatizó que “tomar consciencia de nuestras viñas es la única forma de sobrevivir, saber qué hacían en el pasado para aprender de ello y poder adaptarnos a cada terreno y dar valor añadido a nuestros productos”. Además, quiso reivindicar la poda en verde.

Cerró la primera jornada el director técnico de Castell de Perelada, Delfí Sanahuja, quien explicó qué está haciendo la bodega en materia de innovación y sostenibilidad. Entre las muchas acciones que ha tomado, destaca que Perelada es la primera bodega en Europa en contar con la certificación ambiental y energética LEED GOLD, la más prestigiosa del mundo. El edificio inaugurado en 2022, diseñado por el despacho RCR Arquitectes de Olot –que obtuvo el acreditado premio Pritzker en 2017– es pionero en ecoeficiencia y diseño al integrarse de forma respetuosa en su entorno con un mínimo impacto.

La segunda jornada empezó en Castelo de Pedragosa (Penedès), una pequeña bodega familiar que ha integrado un innovador proyecto de vino en lata a través de una maquinaria específica. Rubén Pedragosa, jefe de Operaciones de la bodega, explicó algunos detalles sobre cómo elaboran este vino y destacó su pet-nat con fermentación final en lata, que se puede comparar con su equivalente en botella, ambos a la venta.

La visita continuó en el INCAVI, momento en el que la investigadora Anna Puig mostró la multiplicadora de levaduras autóctonas con la que trabajan en el instituto. Además, los visitantes pudieron conocer cómo funciona el Panel de Cata Oficial de Vinos de Cataluña del INCAVI, el primero de la zona especializado en análisis sensorial descriptivo de fase olfato-gustativa, gustativa y visual.

Las demostraciones de innovación en enología fueron muy variadas. La Universitat de Barcelona mostró un sistema de microscopía en chip para el control in situ de procesos de fermentación del vino; Grupo ICA explicó cómo mejoran la trazabilidad integral de la cadena de suministro a través del blockchain; la compañía POTS habló de cómo reutilizar botellas para reducir hasta un 30% de huella de carbono; y Ravago se centró en el desarrollo de nuevas cepas de levaduras e innovaciones en membranas para la filtración previa al embotellado.

La jornada finalizó con una cata guiada en la que se probaron los vinos en lata de Castelo de Pedragosa, algunas bebidas innovadoras con base vino de Maieutiké y el recubrimiento comestible para uvas desarrollado por Bio2Coat y el INCAVI.

La última jornada, celebrada en la sede de Banco Sabadell, abordó la situación actual que atraviesa la comunicación y el marketing del vino, contando con expertos y profesionales que mostraron sus casos de éxito.

Laia González, responsable de Comunicación del INCAVI, presentó la nueva web de Catalan Wines desde la que se pretende comunicar la riqueza vitivinícola de la zona. Y Alba Gràcia, del Centro de Interpretación de la Malvasia de Sitges, habló de este qué hacen en el centro y de la importancia de esta variedad de uva.

Del presente y del futuro habló Jordi Camós, profesor de ESIC, quien abordó el papel de la inteligencia artificial, su influencia y sus dilemas éticos. Tras él, Jordi Bertran, CEO de Xerigots, mostró el caso de éxito de esta pequeña empresa que ha utilizado la comunicación digital como estrategia de comercialización.

Carles Gala, CEO de Gala Media, la chef Ada Parellada, el periodista Jordi Bes, la enóloga Montse Rosell y el Dr. Ramon Estruch debatieron sobre cómo comunicar el vino en el mundo actual y se centraron en la desalcoholización y los vinos con bajo contenido alcohólico como nueva oportunidad de mercado.

Para terminar, la WIW juntó varios casos de éxito en una mesa que congregó a Noemí Cuní, Alba Aguilar y Marta Calvo, de la agencia Broadcaster, junto a Ricard Romero, director de Marketing de Vallformosa; Miquel Altés, CEO de Tactic; y Maria Baró, responsable de Enoturismo de Grup Perelada.