Los tapones sintéticos se vuelven más eficientes en su sellado
Hasta hace unos años, producir un lote de botellas de vino a menudo suponía aceptar que un porcentaje de la producción sufriría un defecto en el corcho que arruinaría el sabor y aroma del vino, una pérdida que a menudo asumen con normalidad las bodegas. Sin embargo, gracias a los avances en los materiales de los tapones, este problema se ha reducido significativamente. El uso de tapones sintéticos se ha convertido en una opción atractiva para las bodegas y empresas del sector vinícola que buscan reducir el riesgo de defectos en el corcho y garantizar la calidad de su producto. Por lo tanto, cualquier productor interesado en minimizar las pérdidas considera usar tapones sintéticos en sus botellas como una forma de suprimir el riesgo de que el vino adquiera sabor a corcho.
Los avances en la industria del vino mejoran las propiedades de sellado
La industria vinícola está en constante innovación para mejorar la calidad y experiencia del vino, pues se trata de un motor en la economía de muchas regiones. Uno de los avances más importantes son los propios tapones sintéticos, que buscan prolongar la frescura del producto gracias a mejoras en la eficiencia del sellado.
Los principales fabricantes investigan nuevos diseños y materiales que permitan un sellado hermético y que a la vez mantenga todas las propiedades del líquido. De esta forma, se logra una mayor protección contra la oxidación y contaminación.
La innovación en tapones sintéticos busca prolongar la vida útil del vino
Los tapones sintéticos han ido ganando preferencia para muchas denominaciones de origen y productores frente a los tradicionales de corcho por su resistencia y capacidad de sellado. Ahora, gracias a la innovación, estos tapones son aún más eficientes.
Se utilizan nuevos polímeros de alta calidad que permiten un ajuste perfecto al cuello de la botella, evitando la entrada de oxígeno y otros agentes contaminantes. Además, no transmiten sabores ni olores extraños que puedan alterar las cualidades del vino y ofrecen una total seguridad alimentaria.
Protección contra la oxidación y la contaminación
Uno de los principales retos de los tapones sintéticos es lograr una protección total contra la oxidación y contaminación. Cuando el vino se expone al oxígeno, comienza un proceso de oxidación que acelera su envejecimiento y degrada su sabor. El envejecimiento es bueno para algunos vinos, pero solo si se hace de forma controlada.
Por ello, los nuevos diseños de tapones sintéticos sellan herméticamente la botella, bloqueando la entrada de oxígeno no solo durante el primer encorchado sino también durante el retapado. Además, son la mejor garantía para prevenir la contaminación por hongos, bacterias u otros microorganismos, manteniendo las cualidades organolépticas del vino por más tiempo.
La evolución de los tapones sintéticos: nuevas mejoras
A lo largo de las últimas dos décadas, los tapones sintéticos han ido evolucionando hasta convertirse en una opción, en muchos casos, más fiable que los de corcho para prolongar la vida del vino. Se han desarrollado tapones fabricados con elastómeros termoplásticos como el polipropileno.
Ahora se trabaja en tapones con mayor flexibilidad para adaptarse a diferentes tipos de botellas. Por lo que, para las bodegas que desean envejecer el vino, se están creando tapones sintéticos que permiten la entrada controlada de oxígeno, al igual que los tapones de corcho natural, pero sin el riesgo de TCA.
Impulso a la calidad del vino con sellados herméticos y duraderos
Si el sellado no es completamente hermético, el vino puede echarse a perder rápidamente. Es por esto que la industria apuesta por tapones sintéticos que garantizan un sellado libre de fugas incluso ante cambios de temperatura o humedad. Así se conserva intacta la calidad durante más tiempo.
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Mayor confianza en los tapones sintéticos a la hora de mejorar la seguridad del sellado del vino
A pesar de que algunas denominaciones de origen y enólogos se resisten a abandonar el corcho natural, cada vez son más los productores de vino y directores técnicos que confían en los tapones sintéticos para sellar sus caldos. Y es que los avances en diseño y materiales han permitido mejoras sustanciales en la seguridad del sellado.
¿Qué ventajas ofrecen los tapones sintéticos en comparación con los tradicionales tapones de corcho?
A diferencia del corcho, estos tapones no transmiten sabores extraños al vino y evitan la oxidación que produce el avinagramiento del vino. Además, son una opción más económica.
¿Cómo afecta el sellado del vino a su frescura y calidad?
Un sellado poco hermético acelera el proceso de oxidación y envejecimiento del vino. Esto degrada aromas y sabores, haciéndolo perder frescura y cualidades originales. Un tapón sintético que selle complemente la botella es clave para prolongar su vida útil y mantener sus propiedades.
¿Cuánto tiempo puede prolongarse la frescura del vino mediante tapones sintéticos?
La constante mejora gracias a la investigación y desarrollo en los tapones sintéticos mejoran cada vez más su duración. Actualmente, muchos fabricantes pueden garantizar al menos 10 años de conservación.
¿Existen diferencias en la efectividad del sellado entre los tapones sintéticos de diferentes materiales?
Sí, los materiales como el PVC, PET o polietileno tienen distintas propiedades. Se busca siempre optimizar la flexibilidad, durabilidad y hermeticidad. Algunos polímeros pueden ceder más fácilmente con el tiempo mientras que otros garantizan un sellado mucho más duradero.
¿Cuál es el proceso de fabricación de los tapones sintéticos y cómo se garantiza su calidad?
Se fabrican mediante moldeo por inyección termoplástica con polímeros de alta pureza. Se les pueden agregar aditivos antioxidantes y antimicrobianos. Para garantizar su calidad, se realizan estrictos controles y pruebas de sellado antes de comercializarlos.
¿Los tapones sintéticos alteran el sabor o aroma del vino de alguna manera?
Los polímeros utilizados son totalmente inertes y no interactúan en absoluto con el vino, incluso los fabricados con polímeros vegetales. Tampoco permiten el paso de oxígeno u otros gases que sí podrían afectar el sabor y aroma con el tiempo. Son la opción perfecta para preservar intacta la esencia del vino.